Este miércoles, la Corte Suprema de Justicia de Honduras confirmó la detención de Juan Orlando Hernandez, ex presidente de la nación centroamericana, tras dictar la prisión preventiva. El arresto fue el martes, dos semanas después de haber dejado el poder; luego de la designación de uno de los jueces del máximo tribunal del país para estudiar el proceso de solicitud de extradición de EEUU.
Hernandez es acusado no solo de narcotráfico sino también, de formar parte de una asociación ilícita con organizaciones criminales del exterior. Según la justicia norteamericana, el ex mandatario es partícipe de una red criminal que, desde el año 2004 hasta la actualidad, transportó e introdujo 500 mil kg de cocaína en Estados Unidos.
Al ex jefe de Estado de Honduras se le negó el pedido de prisión domiciliaria. Deberá guardar prisión preventiva hasta el próximo 16 de marzo, cuando será la última audiencia con la CSJ de Honduras.
El momento de la captura
La detención fue este martes, mientras se encontraba en su casa de Tegucigalpa, tras un operativo de las fuerzas de seguridad hondureñas en conjunto con la Administración de Control de Drogas (DEA) de EEUU. La orden de detención, firmada por el juez Edwin Ortez Cruz, se dio luego de que en varios puntos del país se registraron caravanas celebratorias ante la posible captura del ex presidente.
Luego del arresto, en medio de un gran dispositivo de seguridad, el ex mandatario fue trasladado a un cuartel perteneciente a la Dirección Nacional de las Fuerzas Especiales. Allí pasó su primera noche como preso. Un día antes, consciente de su situación, Hernandez había manifestado su predisposición para colaborar con la justicia de Honduras.
Dos hechos, sucedidos con distancia en el tiempo uno del otro, permiten observar la ruptura de la alianza Hernandez – EEUU. En primer lugar, la detención del hermano del ex presidente: Juan Antonio Hernandez Alvarado, considerado un narcotraficante de gran escala para la justicia estadounidense. En marzo de 2021, un juez federal de New York lo sentenció a cadena perpetua.
Por otro lado, tan solo hace una semana, el Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció el retiro de la visa de Hernandez.
La prisión preventiva, confirmada por la CSJ, respondió a la necesidad de garantizar la presencia en el país de JOH durante el proceso de extradición. Si bien el hondureño sostuvo que se encontraba dispuesto a colaborar, la justicia del país centroamericano decidió evitar cualquier posibilidad de fuga.
La defensa de Hernandez, por su parte, argumentó que el ex presidente goza de inmunidad. Se debe a que es diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un cargo al que todes les ex mandataries de la región acceden tras dejar la presidencia. Sin embargo, en base al reglamento del Parlacen, la justicia desestimó dicho argumento.
Hernandez, cerca de la extradición
Tras finalizar la primera audiencia por la solicitud de extradición hecha por EEUU habló el portavoz de la CSJ, Melvin Duarte. Sostuvo que en esta primera instancia Hernandez fue notificado tanto de los cargos presentados por la justicia norteamericana, como de los derechos que posee durante el proceso de extradición.
Según sostuvo el jefe de prensa del Poder Judicial hondureño, en la segunda instancia fijada para el 16 de marzo se presentarán los elementos probatorios que definirán o no su extradición al país norteamericano. A Hernandez, además, se lo acusa por usar armas de fuego. A su vez, conspirar para que con ellas se permita la importación de drogas en EEUU.
El vocero de la CSJ explicó que el proceso de extradición podría durar hasta el mes de abril, debido a que la resolución judicial tarda uno o dos meses después de la realización de la segunda audiencia. Este tiempo, a su vez, tiene en cuenta la posible presentación de recursos de apelación por parte de la defensa.
Más allá del tiempo que tarde, todo parece indicar que el expresidente será extraditado a EEUU. El motivo principal son que los vínculos de Hernandez con el crimen organizado, que según la acusación datan del año 2005, son difíciles de justificar. El segundo es que el mismo país que reconoció su reelección hace 4 años a pesar de las irregularidades que hubieron, le soltó definitivamente la mano.