El pasado 31 de diciembre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió que en 2021, se produjo una suba notoria de las violaciones graves contra la infancia. Esto comprende tanto a los conflictos de guerra prolongados como a los más recientes. Desde Afganistán hasta Yemen y desde Siria hasta el norte de Etiopía, miles de niñes han pagado un precio terrible a causa de los conflictos armados, la violencia intercomunitaria y la inseguridad. Uno de los casos más recientes tuvo lugar en diciembre pasado. Cuatro niñes fallecieron en el estado de Kayah, Myanmar, en una masacre donde al menos 35 personas fueron asesinadas.
Las Fuerzas atacaron una aldea donde éstos se refugiaban y se encargaron de incinerar los cuerpos. Dicho país es gobernado por una junta militar desde el año 2020, la cual negó el repudiable acontecimiento. Diversos organismos internacionales como Save The Children denunciaron los hechos.
Llamado para implementar acciones
“Año tras año, las partes en conflicto siguen demostrando un terrible desprecio por los derechos y el bienestar de la infancia”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “Los niños y niñas están sufriendo y están muriendo a causa de esta indiferencia. Hay que hacer todo lo posible para mantener a estos niños y niñas a salvo”, señaló.
UNICEF hizo un llamado a todas las naciones en conflicto –incluidas las 61 que figuran en los anexos del informe anual del Secretario General de 2021 sobre los niñes y los conflictos armados– para que se comprometan a adoptar planes de acción formales y a tomar medidas concretas para proteger a las infancias.
Entre estas medidas, se destacan la prevención de las violaciones graves, la liberación de los niños por las fuerzas y los grupos armados, la protección de los niños contra la violencia sexual y el cese de los ataques a hospitales y escuelas. Además, el ente internacional elaboró un listado de los seis tipos de violencia más severos que sufren les niñes en los conflictos bélicos.
Las duras estadísticas a nivel global
Las Naciones Unidas verificaron que, en 2020, se habían producido 26.425 violaciones graves contra la infancia. En los tres primeros meses de 2021 se registró un ligero descenso en el número total de violaciones graves verificadas; sin embargo, los casos verificados de secuestro y violencia sexual siguieron aumentando a un ritmo alarmante –más del 50% y del 10%, respectivamente– en comparación con el primer trimestre del año anterior.
En ese sentido, el mayor número de secuestros verificados se produjo en Somalía, seguido de la República Democrática del Congo (RDC) y los países de la cuenca del lago Chad (Chad, Nigeria, Camerún y Níger). El mayor número de casos de violencia sexual verificados se registró en la RDC, Somalia y la República Centroafricana.
En Afganistán, por ejemplo, se registra el mayor número de víctimas infantiles verificadas desde 2005, con más de 28.500, lo que supone el 27% de todas las víctimas infantiles verificadas en el mundo. Mientras tanto, en la región de Oriente Medio y África del Norte se registra el mayor número de ataques verificados contra escuelas y hospitales desde 2005, con 22 ataques de este tipo verificados en los primeros seis meses de este año
La situación de las regiones
Somalía vive una grave sequía y padece las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Las ONU y sus socios humanitarios en el país han solicitado cerca de 1500 millones de dólares para asistir a 5,5 millones de personas este año. Para llevar ayuda inmediata, la ONU ha liberado 17 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF).
En Chad, además de sufrir el desabastecimiento de agua, la población se acrecentó al recibir alrededor de 30 mil personas que escaparon de Camerún. La razón del éxodo se debe a las disputas a causa de la escasez de recursos. ‘’El 80 por ciento de las nuevas llegadas son mujeres, incluidas muchas que están embarazadas, y niños’’, sostuvo el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Boris Cheshirkov.