Les vecines del barrio 1º de Noviembre, ubicado en Ciudad Evita (Partido de La Matanza) se manifestaron en una marcha realizada en la localidad de San Justo, con el fin de denunciar la represión por parte de la policía, ocurrido el pasado viernes 24.
De la movilización participaron diversos organismos de derechos humanos, movimientos sociales y organizaciones políticas. Se destacan, entre otros, la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos), el MTE (Movimiento De Trabajadores Excluidos), la agrupación HIJOS y la CTA (Central de Trabajadores de la Argentina).
Entre bombos, gritos y reclamos, se encontraba el mismo pedido: “Tierra para vivir”. Bajo esa consigna marcharon desde la rotonda de San Justo hacia el municipio, en reclamo de un derecho fundamental e innegable: la vivienda digna.
La raíz del conflicto tiene su origen en vísperas de Nochebuena, cuando la policía bonaerense ejecutó el desalojo de un barrio entero. Que incluyó la quema de un merendero popular, casillas y pertenencias de quienes habitaban el lugar.
A su vez, según los testigos, los oficiales se burlaban de les vecines con comentarios xenófobos y discriminatorios. Demostrando, de esa manera, un verdadero disfrute y goce en sus actos de represión y sumas de violencia.
Nota al Pie dialogó con el referente de la CTA autónoma de la provincia de Buenos Aires, Tomas Devoto, quien aseguró que “la represión no es el camino para la solución del problema de crisis habitacional, sino el diálogo y la intervención concreta”.
En la misma línea, el referente reclamó que “un municipio tan grande como La Matanza, con tantos habitantes y tantas tierras deberían brindar planes de viviendas a quienes lo necesiten”, en repudio del accionar del intendente Fernando Espinoza.
Por su parte, la referente de Barrios de Pie Libres del Sur en La Matanza, Marcela Sánchez, afirmó que “hay muchas tomas de tierras porque la necesidad habitacional es enorme”. Además, según Sánchez “las familias que quedaron fuera del sistema laboral no tienen otra opción que recurrir a la toma de terrenos ante la negativa del gobierno de dar respuesta”.
En lo que refiere a la solución para tratar el problema y erradicarlo, la referente propuso “un organismo del Estado que se ocupe del tema habitacional, una comisión que nuclee a todas las familias que están pasando por esta situación de falta de vivienda”.
Al mismo tiempo, señaló que “generalmente no nos dan respuesta, nos reciben, dialogan, se comprometen, pero no hay respuestas concretas, por eso nos reunimos entre todos los movimientos de La Matanza, para exigir hechos concretos”.
Al respecto, Luis Rodríguez, integrante del Polo Obrero manifestó que salen a la calle para reclamar por vivienda, alimentos y apertura de comedores. “Queremos una respuesta por parte del Estado y del presidente, ¿qué va a pasar con las personas que quedaron en la calle después de la represión?”, cuestionó Rodríguez.
Vivir la represión en primera persona
Melisa, una vecina del barrio 1° de Noviembre vivió el hostigamiento en carne propia. En diálogo con Nota al Pie dio su testimonio sobre lo ocurrido.
“El día 24, me acerqué al merendero para ayudar, como siempre solía hacerlo, y apenas llegué vi todo prendido fuego, con los niños que vivían en el lugar durmiendo en el suelo con frazadas y sus casillas prendidas fuego”.
“Cuando la policía vio que entre los vecinos queríamos ayudar, prendieron fuego un colchón y me lo tiraron a la altura de la cara y me dijeron: ‘cuidado, te vas a quemar’. Por suerte, tuve el reflejo de darme vuelta rápido, pero se me prendió fuego el pelo, por lo cual comencé a gritar”, aseguró.
En este contexto, Melisa agregó que “al verme desesperada por el fuego se acercaron dos oficiales femeninas, que, en vez de asistirme, me agarraron fuerte de los brazos en los cuales tengo moretones, amenazándome con que me querían llevar a la comisaría por ayudar a los vecinos con el incendio”
Asimismo, señaló que “el gobierno nos dice que en ese lugar hay un proyecto de vivienda y les pedimos acceder a él, pero para ello tenemos que tener 3 sueldos mínimos, lo cual es imposible ya que en nuestras familias si trabaja uno es mucho”.
Durante la entrevista, la joven también resaltó la situación de violencia que viven sus vecines y compañeres de marcha, quienes sufren violencia de género, pero deben convivir con su agresor porque no tienen otra vivienda a la cual recurrir.
Gabriel Saucedo, otro de les jóvenes que vivenció la represión en primera persona dialogó con Nota al pie y contó su dolorosa experiencia.
“El viernes a las 6 de la mañana estaba durmiendo con mi familia, cuando les policías patearon la puerta y prendieron fuego todo, sin ninguna orden, y sin previo aviso de desalojo”, dijo Saucedo.
“Les avisé que tenía a mi familia conmigo y me dijeron ‘no me interesa’, los vamos a quemar porque están haciendo una toma, el predio no es de ustedes, tienen que irse a su país”, concluyó. Luego, quemaron el colchón y la ropa de sus hijos.