“Sigo mintiendo” es la última obra del ciclo de la genial autora y directora Mariana Chaud. Durante varios meses el público ha tenido la oportunidad de ver cuatro de sus atrapantes creaciones en su retrospectiva, coordinado por Vivi Tellas. Una muestra teatral que arrancó a mediados de agosto con Ubú patagónico, una versión particular y muy propia del “Ubú Rey” de Alfred Jarry. Y cierra ahora en diciembre con su primer trabajo en dramaturgia y dirección, que se estrenó hace ya 17 años. Las funciones son de jueves a domingo a las 20 hs, en el Teatro Sarmiento, Av. Sarmiento 2715, CABA.
Esta pieza volvió a escena el pasado 2 de diciembre, y lo primero que sorprende al espectador es que comienza por el final. La historia traslada a la platea a un clásico cumpleaños de vecines porteñes. Pero pronto lo irrazonable y lo desopilante, sellos de la autora dan el presente, cuando este grupo de jóvenes adultes son visitades por un extraterrestre. Un ser azul de pie a cabeza, no solo de piel sino también su ropa, cuya verdadera meta al visitar el planeta es devolver un disco dorado de la NASA. Pero las vueltas locas del destino, lo llevan a esta fiesta, donde les dueñes de casa lo aceptan pensando que es un invitado más, que viene disfrazado, confundiendo el protocolo del festejo.
La dinámica va y viene, la pieza presenta muchas transiciones y hace por momentos quizá que la atención del espectador se pierda. Las actuaciones son parejas, donde sobresale Marcos Ferrante como el extraterrestre, muy bueno en variaciones de voces, y entrega total a la locura que necesita tal personaje. Y Marina Bellati como su recién enamorada, una actriz que es experta en crear personajes con la cuota justa de comicidad y naturalidad. El resto del grupo está formado por Verónica Hassan, Walter Jakob, y Valeria Roldán; quienes llevan muy bien sus interpretaciones gozantes de elevado humor y algunas pinceladas de dramatismo.
Mariana Chaud y sus creaciones
La directora y dramaturga posee un lenguaje personal, y es imposible que su trabajo no despierte risas al espectador. Su mundo teatral se diferencia por lo original de sus espectáculos, y porque la sorpresa está presente todo el tiempo. Una columna que conecta todas sus obras es el delirio. Y por suerte este año el público puede volver a ver sus dramaturgias o quizá descubrirla. En un ciclo que se quedó corto, tan solo cuatro piezas dentro de su gran universo de fantasía. Comenzó con Ubú patagónico, originalmente del 2014; luego Elhecho y Budín inglés, estrenadas en 2005 y 2006 respectivamente. Y “Sigo mintiendo” que hoy es la última pero originalmente representa sus primeros pasos como creadora de divertidas historias.
Algo para destacar es que en la mayoría de estas obras tienen en el presente casi el mismo elenco original. Y es notable la química del grupo, en cada obra se vislumbra compañerismo y los permitidos fuera de libreto o las risas cómplices. Cada grupo se conoce bien y le saca sobre el escenario el juego a esa cualidad.