Rosa María Curcho y María Sol Biondi son pareja y emprendedoras. Con el objetivo de estudiar y afianzar conocimientos sobre sexualidad crearon Consexuate. Este juego permite aprender sobre educación sexual integral y afectiva a adolescentes y adultes.
El objetivo común de todas sus propuestas es que la sexualidad deje de ser tabú. Luego de su primer libro se dieron cuenta que querían aportar a la sociedad y de allí surgió el juego. Después de investigar acerca de cuáles eran las preguntas que se hacían adolescentes, padres, madres y docentes, lo crearon.
“Es un juego que concientiza, educa y divierte. Esta semana estuvimos invitadas en un Congreso de Educación y jugamos con directivos y docentes, se engancharon muchísimo”, relató Curcho al medio Feminacida.
En el video de presentación del juego, Rosa María asegura que están “convencidas que el enfoque lúdico ayuda a las personas a afianzar el conocimiento”. En ese sentido agrega que “ante la resistencia que hay en nuestra sociedad para hablar de ESI, creemos que el juego puede ayudar a través de su dinamismo. Además porque es integrador” entre docentes, familia y niñes.
¿Cómo se juega?
Consexuate consta de 71 preguntas que trae cada mazo y que se distribuyen en cinco categorías: cuerpo, prevención, amor y erotismo, género y debate. Entre ellas, por ejemplo, se pueden encontrar “¿Qué diferencia hay entre identidad de género y orientación sexual?”, “¿Qué es un orgasmo?”.
Por su parte, las respuestas están detalladas en un manual de instrucciones y fueron trabajadas con un equipo interdisciplinario. En la misma línea, la categoría “debate” invita a reflexionar en torno a la sexualidad.
Dentro de sus trabajos, también cuentan con su libro “Más coraje, menos represión”, donde narran sus vidas. Después de darse a conocer y relatar las situaciones de discriminación y mandatos que atravesaron, empezaron a escribir un segundo libro con testimonios de abuso sexual.
En la actualidad, quieren crear un nuevo juego que aborde la empatía. “Es algo que como sociedad, creemos que muchas veces nos cuesta. La idea sería cambiar la frase popular ‘no le hagas al otro lo que no te gusta que te hagan’ por la frase ‘no le hagas al otro lo que no le gusta que le hagan’”, señaló Curcho en una entrevista con Feminacida.