La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 29 de septiembre como día internacional para esta conmemoración con el propósito de concientizar sobre este problema. La fecha busca promover el accionar de ayuda para evitar el desperdicio de los alimentos, provenientes de la naturaleza. El objetivo también es sensibilizar a la población ya que muchas personas mueren a causa del hambre.
Según las Naciones Unidas (ONU), a nivel global, al menos el 14% de los alimentos producidos se pierden en la cosecha y la venta minorista. A esto se suma el 17% del desperdicio en los hogares, un 5% restaurantes y hoteles, y el 2% en el comercio al por menor.
En Argentina se desperdician 16 millones de toneladas de alimentos por año. 14,5 millones se pierden durante las etapas de producción, procesamiento y distribución de la cadena de suministro.Mientras que 1,5 millones se pierden en la última parte del proceso que es servicios de comida y familias.
Les más afectades
Nota al pie dialogó con Laura Arce, coordinadora de Jóvenes de Pie y encargada de comedores comunitarios, ella profundizó sobre esta problemática. “En los comedores cada día son más niños y niñas, se ve y se nota la desnutrición que hay en estos lugares más vulnerables”.
Laura hizo hincapié en que “es muy importante que los niños tengan una buena alimentación. A mí me toca verlo de cerca y la verdad que con la pandemia en los comedores cada vez son más. Jamás dejamos de darle la merienda o la comida, porque ellos nos necesitan. Hay familias que tienen hasta 5 hijos y no tienen como darles de comer”.
La entrevistada reflexionó sobre el desperdicio de los alimentos: “es feo y triste ver lugares que tiran los alimentos cuando hay personas a las que les falta. Sería bueno tomar conciencia de no desperdiciar. Por ejemplo, los supermercados tiran sus alimentos a vencer y antes de que suceda eso estaría bueno que lo donen si están en buen estado. Es bueno ver alrededor y percatarse de no desperdiciar y ayudar al otro”.
La importancia de reducir el desperdicio de alimentos
Cuando se pierden alimentos, todos los recursos que se utilizaron para su producción, como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital se desaprovechan. Esto implica un mal uso de los recursos naturales y humanos, generando un impacto ambiental negativo. Los alimentos perdidos en vertederos generan emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.
El desperdicio de alimentos también puede tener repercusiones negativas en la seguridad alimentaria y la disponibilidad de alimentos, y contribuir a aumentar el costo de la alimentación.
En 2020 la Red Argentina de Banco de Alimentos (REDBdA) brindó alimentos a 1,6 millones de personas. A través de alianzas con 5.237 comedores, merenderos y entidades, alcanzando el doble de comedores que en 2019.
La entidad rescata alimentos aptos para el consumo, los clasifica y los distribuye de manera segura. De esta manera evitan también la generación de residuos ya que muchos de los desperdicios son aprovechados como abono para enriquecer suelos.
Es bueno trabajar todes juntes para un planeta mejor y para una alimentación mejor. De allí la importancia de reducir la pérdida y el desperdicio de los alimentos para aumentar la eficiencia de los sistemas alimentarios; e invertir en innovación y tecnologías para evitar este problema.