Este miércoles se determinó la orden de detención para Sergio Ramírez. El célebre escritor fue acusado de “lavado de dinero, bienes y activos; menoscabo a la integridad nacional, y provocación, proposición y conspiración” por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La denuncia fue emitida por parte de la Fiscalía de Nicaragua que, al igual que las demás instituciones del país, es controlada por el dúo presidencial.
Tres meses atrás, Ramírez había sido citado a una entrevista por la sospecha de lavado de dinero contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Esta organización no gubernamental se encargaba de brindar apoyo técnico al periodismo. Era dirigida por Cristiana Chamorro, precandidata a presidenta, quien hoy se encuentra arrestada.
La respuesta del autor frente a las acusaciones fue que su relación con la Fundación Violeta Barrios había sido “correcta y con letra de la ley”. Y agregó que son “dos entidades que trabajan con absoluta transparencia”.
Su relación con Ortega
Durante el período de 1985 a 1990, Ramírez ejerció como vicepresidente del Gobierno de Ortega. Cinco años más tarde, anunció su retirada de la militancia del Frente Sandinista. “Renunció de manera pública e irrevocable a pertenecer al FSLN. El Frente Sandinista al que yo me incorporé hace 20 años ya no existe”, declaró en su momento.
Tras cortar las relaciones con Ortega, se apartó de la política y la escritura pasó a ser su única prioridad. No obstante, a pesar de estar alejado, a lo largo de estos años fue uno de les crítiques del autoritarismo de la pareja presidencial.
“La dictadura de la familia Ortega me ha acusado a través de su propia Fiscalía, y ante sus propios jueces, de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, menoscabo de la integridad nacional, y otros que no he tenido tiempo de leer, acusaciones por las que se encuentran presos en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes”, declaró luego de que diera a conocer la acusación ante su persona.
El escritor no es el único que está sufriendo esta represalia. Desde el pasado mes de junio se registran 36 preses polítiques, muches de elles precandidates presidenciales, ex-guerrilleres sandinistas históricos, banqueres, líderes de la sociedad civil y periodistas. Todo con el objetivo de silenciar las voces de la oposición y alejar a les crítiques de cara a las elecciones en noviembre.
Tongolele no sabía bailar
La orden de captura coincide con la presentación de la nueva novela del célebre escritor, por lo que no se encuentra en el país. Además de estar presentando su nuevo libro, realizó de manera virtual en el festival literario Centroamérica Cuenta.
En su novela más reciente, Ramírez relata los últimos años que pasaron en Nicaragua. Se narran los diferentes abusos de la pareja presidencial, que tiene preso al país y persigue a la oposición. Tongolele, es la tercera presentación de un ciclo de libros.
Las dos anteriores fueron: El cielo llora por mí y Ya nadie llora por mí, que tienen como protagonista al inspector Morales. El escritor argumenta que si bien son novelas policiacas, prefiere denominarlas como “novelas que exploran la realidad inmediata de Nicaragua”.
Por último, aclara que no se trata de denunciar en la novela estos hechos que “están suficientemente denunciados”. Sino de “introducir al inspector Morales y demás personajes en el entramado de la represión, como si se movieran en una escenografía aún sin terminar. La historia verdadera sobre la cual se monta la novela aún sigue en movimiento y le espera su desenlace”.