Mónica Lezcano, trabaja y es delegada de ATEPSA en el Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR), en el Aeropuerto de Ezeiza, Provincia de Buenos Aires. Para conocer más sobre sus funciones, la delegada compartió para Nota Al Pie, los distintos aspectos sobre su trabajo cotidiano y por qué se lo considera uno de los más estresantes del mundo.
ATEPSA es la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación, gremio que nuclea a les controladores aéreos, técnicos y técnicas de la aviación. Les trabajadores que nuclea el gremio se encargan de organizar la navegación aérea. Autorizan los despegues, rutas y aterrizajes de todas las aeronaves que circulan por el espacio aéreo argentino.
Se distribuyen en los 54 aeropuertos y aeródromos existentes en las 23 provincias del país. Asimismo, tienen bajo su función instalar y mantener todos los sistemas de navegación electrónicos como radares y sistemas de comunicación.
Un aeropuerto desde “adentro”
Un aeropuerto es donde se inicia un viaje aéreo. Para comprender la función hay que saber su categoría. Por ejemplo “yo me encuentro en el Aeropuerto de Ezeiza y el nivel de categoría del aeropuerto es Internacional. Así que hay muchas oficinas y sectores dentro del mismo”, comentó Lezcano.
“En los aeropuertos es donde se transporta a los pasajeros y se divide en dos ramas, en las nacionales (dentro del país) y en las internacionales (con destinos a otro lugar del mundo)”, detalló.
La mayoría de los aeropuertos hacen el mismo trabajo: “Para poder viajar vos tenés que tomar el vuelo y arribar a destino; para eso hay que hacer un check in de equipaje (proceso de registro), facturar maletas, según el peso permitido. Después se hace embarque, control de seguridad”, describe la delegada del gremio ATEPSA.
Y agregó: “cuando una aeronave llega o despega, es donde ahí se encuentra este servicio que es el control aéreo. El controlador es quien se encarga de ordenar los vuelos de llegada y salida en un espacio aéreo que conoce y ve mediante radares. De esta forma ayuda a poder dar información correcta al piloto para lograr llegar al aeropuerto de destino”.
Uno de los trabajos “más estresantes” del mundo
Este tipo de trabajos conllevan estadísticamente un alto nivel de estrés, ya que implica lograr que funcione todo el mecanismo que utiliza el controlador para poder mantener el orden y que no ocurra ningún accidente o incidente en vuelo.
En ese sentido Lezcano destacó que “el hecho de tener una aeronave con pasajeros así sean dos o 300 personas nos hace responsables de esta acción. “Si ellos se equivocan en una sola cosa la ramificación puede ser enorme. En cualquier segundo una emergencia o crisis puede desarrollarse y abrumar a ellos mismos, a los controladores y a su equipo de trabajo en el momento que suceda este tipo de situación”, resaltó.
Sobre las medidas durante la pandemia con la reducción de vuelos y las medidas de prevención ante el covid- 19; ha destacado que “el sector se vio afectado no sólo en lo económico sino que en lo laboral también. Se debieron realizar grupos de trabajo reducidos para evitar primero los contagios; y poder controlar esta circunstancia que no es fácil tampoco”.
Experiencia en primera persona
La delegada gremial describió su experiencia dentro de la rama aeronáutica que es ser operativa de servicio de búsqueda y salvamento, “es un sector más que está al lado prácticamente de lo que es el control aéreo porque el controlador se encuentra acompañado por otras oficinas también”, mencionó.
“Mi sector se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza pero hay cuatro subcentros más a nivel nacional; que se encuentran en Comodoro Rivadavia (Chubut), Mendoza, Córdoba y Resistencia (Chaco), que hacen el mismo trabajo.
Nosotros lo que hacemos es realizar la operación de búsqueda y de rescate en una aeronave accidentada o siniestrada, utilizamos medios concurrentes como fuerza aérea, gendarmería, prefectura, defensa civil, etc. Para que podamos lograr salvar vidas”, agregó.
“Poder lograr que el servicio no tenga ningún evento de accidente o incidente y que cada vuelo llegue a su destino y sus pasajeros a sus actividades personales; es algo satisfactorio día a día. Porque puede uno quedarse conforme con su trabajo y saber que durante el día lo pudo llevar bien. Y pudo lograr que todo esté en correcto funcionamiento”, destacó.