La empresa canadiense Medicago en asociación con la británica Glaxo se encargan de la producción de una nueva vacuna para lograr una respuesta inmunológica contra el coronavirus. Su particularidad es que el componente central es una partícula de origen vegetal.
Esta novedosa vacuna, desarrollada a partir de un biorreactor natural, arrojó buenos resultados en los estudios preclínicos, en la fase 1 y fase 2 de su producción. Actualmente, se encuentra en fase 3 y dos institutos argentinos, el Hospital Militar Central y el Instituto Mautalen, participan de la investigación.
Las vacunas utilizadas en el mundo para erradicar la pandemia del Covid-19 se probaron en animales antes de testearse en personas. Por esta razón, la vacuna vegetal es preferible para quienes decidan recibir una inoculación libre de crueldad animal.
El proceso productivo
Según Gonzalo Pérez Marc, médico a cargo de la investigación en el Hospital Militar, “el proceso consiste en extraer el biorreactor natural de la planta Nicotiana Benthamiana, que se encuentra en el norte de Australia. Se introduce el ADN de la proteína de la planta espiga y es guiado en su replicación por una agrobacteria que le permite formar a estas proteínas en grupos de tres’’.
Entonces, se obtiene una partícula parecida a una carcasa del coronavirus pero sin capacidad de infectar. Esta partícula se introduce en la vacuna con un potenciador de la respuesta inmunológica.
Debido a que la planta se puede reproducir indoor (en interior) en grandes plantaciones, la producción de la vacuna es altamente escalable y veloz. Además de que produce mayor cantidad de anticuerpos que el resto de las vacunas.
Los resultados de los estudios realizados
La tecnología utilizada en la producción se denomina VLP (Virus Like Particles) o ‘’partículas que se asemejan al virus’’. Asimismo, ya se utilizó previamente en la producción de las vacunas contra el VPH (Virus del Papiloma Humano), la influenza y el ébola.
En el caso de la vacuna vegetal, se ha conseguido una potente respuesta inmunológica en les más de 20.000 voluntaries de Estados Unidos, Europa y América Latina, de les cuales 8.000 pertenecen a Argentina. En los resultados se ha registrado una tasa muy baja de efectos adversos.
La inscripción para participar de estos estudios está abierta para personas de 18 a 59 años, que no hayan padecido el Covid-19 ni recibido alguna dosis de otras vacunas aplicadas en el país.
Inscripción en https://www.argvacunacovid.com/