Fundacore es una fundación directa de Terapia Intensiva Cardiovascular y de Cirugía Cardiovascular del Hospital Sor María Ludovica (Hospital de niños) de la Ciudad de La Plata que funciona desde el 20 de mayo del 2014.
Esta fundación logra a través de la venta de tapitas de plástico comprar insumos y equipamientos para dicho hospital platense. Se encargan de recolectar distintos materiales: tapitas de plástico, llaves y candados, aerosoles de uso personal y latas de gaseosas o cervezas.
Nacimiento de la fundación
Nota al pie dialogó con Pamela Bonac, Fundadora y presidenta de Fundacore para poder abordar temas como historia de la fundación, recolección, eventos y cómo juntando tapitas se puede ayudar a les más chiques.
“La asociación que estaba antes que nosotros decide terminar sus actividades porque estuvo mucho tiempo, entonces se necesitaba sí o sí el subsidio (para el hospital) y ahí fue cuando la jefa de sala y jefe de servicios empiezan a convocar a los papás planteándoles la problemática”, aludió la fundadora.
“Más que nada a los papás que tuvieron hijos con cardiopatías complejas y que siguen atendiéndose ahí”, contó Bonac y rememoró los tiempos que ella pasó en el hospital a causa de una cardiopatía de su hijo.
Mucho más que una presidenta
La presidenta de la asociación Fundacore actualmente vive en la localidad de San Martin, Provincia de Buenos Aires, pero su rol va mucho más allá. También es Licenciada en Administración de Empresas; se encarga de la compra de los insumos para el sector de Terapia Intensiva. Si bien ella cuenta que, hace los pagos de proveedores y trabaja junto al equipo médico, es incansable la labor que realizan y poco se puede ver acerca del detrás de escena.
En estos 7 años que lleva la fundación, Pamela Bonac cuenta que “Supuestamente iban a ser seis meses” pero luego se fue estirando poco a poco, provocando una ayuda constante al servicio de salud.
Las vueltas de la vida
A veces las situaciones de la vida provocan un efecto en nuestro futuro, y es así que hoy Fundacore trabaja incansablemente gracias a su fundadora. Pamela Bonac entendió que una obra social a veces no sirve de nada cuando se trata de salud.
“Cuando estaba embarazada me detectaron una cardiopatía y me hicieron una derivación hacia el hospital público”, cuenta. Y agrega: “Yo decía, tengo medicina pre paga, puedo operarlo en cualquier lado”. Pero no todo es color de rosa con las obras sociales y prepagas; esa derivación terminó en el Hospital de niños de La Plata.
A pesar de esta situación se le refirió que el tipo de cirugía que necesitaba su bebé se hacía en el Hospital Ludovica. “Ahí es cuando vas abriendo los ojos y ves un montón de cosas que por más que tengas plata y una prepaga, el servicio es en el hospital público”, contó.
Médicos y fundación: el equipo de terapia intensiva cardiovascular
“El equipamiento se da a terapia intensiva cardiovascular y la jefa de sala lo recibe en concepto de donación. Se firma un papel y eso queda en patrimoniales de terapia intensiva”, precisó la presidenta acerca de cómo es el manejo de los insumos.
En diálogo con el medio, Bonac cuenta las anécdotas que tiene junto con los médicos a la hora de comprar ciertas cosas que se necesitan. Refiere que muchas veces el personal de salud de ese sector recorre las calles de la ciudad en busca de precios y elementos que quizás en otros lados están caros. Es así que se forma un equipo de trabajo increíble, la fundación son todos: médicos e integrantes de la institución.
Punto de recolección
Fundacore cuenta con un punto de recolección ubicado en calle 55 n°1085 entre 16 y 17, en la ciudad de La Plata, allí junto al equipo de trabajo reciben y clasifican todo lo que ingresa, los materiales y donaciones.
Pamela Bonac refiere que “Todo lo que es tapitas, se va poniendo en una bolsa tipo arpillera, de 10/12 kg. cada una y después esa bolsa se cose con una máquina y se van apilando, nosotros ya tenemos el cálculo de la cantidad que tenemos que llegar”.
Modus operandi
En total, en las recolecciones deben llegar a las 1400 bolsas grandes para poder completar el camión con acoplado que donó una empresa. Una vez que está completo, se distribuyen a dos empresas diferentes. Quienes son las encargadas de comprar estos objetos. La empresa que adquiere las tapitas queda en la localidad de Isidro Casanova, mientras que, la que compra aluminio es de Villa Martelli.
Aumentos y enojo
La presidenta de la institución cuenta que en una de sus compras tuvo que atravesar la situación de que los insumos queden varados. Y a pesar de haberlos pagado; no solo no los tuvieron, sino que se les avisó 60 días después sobre la situación de los mismos.
“Habíamos comprado unos instrumentos quirúrgicos y no los traen porque es más caro el flete que el instrumental”, contó. Y añadió: “Un respirador que compramos a 500, hoy puede estar cerca de 1 millón de pesos y una venta de tapitas no es un millón de pesos”, refiriéndose a las subas que tienen los elementos y pese a la inflación que atraviesa el país.
Eventos que sanan corazones
El equipo de Fundacore trabaja los 365 días del año para el hospital Ludovica y eso significa que los días especiales como navidad, pascuas y reyes, ellos llevan alegría a toda la institución.
“Imaginate estar internado y que te aparezca un conejo de peluche, con barba, pompones, orejas y panza rosa, eso la verdad te hace matar de risa”. El equipo logra llevar alegría a aquellas familias que atraviesan situaciones difíciles con sus hijos e hijas; gracias a la fundación donde, como dice su presidenta: “hay un excelente equipo de trabajo.”
Redes sociales de la fundación:
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Facebook e Instagram: Fundacore