
Inquilinos Agrupados presentó los primeros resultados de la Encuesta Nacional Inquilina – Septiembre 2025, un relevamiento federal que expone la gravedad de la situación habitacional en Argentina. Los datos revelan que millones de hogares viven bajo condiciones de inestabilidad y sobreendeudamiento, en un contexto donde los alquileres se actualizan con una frecuencia alarmante.
Contratos breves y alta inestabilidad
Según el informe, el 58,6% de los contratos tiene una duración de solo dos años, mientras que un 21,1% se extiende a tres años y un 10,4% apenas dura uno. Además, un 6,2% de los hogares directamente no cuenta con contrato escrito.
Estos resultados reflejan una tendencia hacia la inseguridad habitacional, donde la falta de estabilidad contractual se convierte en una constante para amplios sectores de la población.
Aumentos acelerados y ajustes por inflación
El estudio advierte que más del 65% de los hogares inquilinos sufre incrementos de alquiler cada tres o cuatro meses. En detalle, el 37,7% enfrenta aumentos trimestrales, mientras que el 26,4% lo hace cada cuatro meses.
En cuanto a los mecanismos de actualización, el 57,2% de los contratos se ajusta por IPC, el 31,3% por ICL y un 6% depende de decisiones unilaterales de los propietarios.
Esta dinámica, señalan desde la organización, agrava el peso del alquiler sobre los ingresos familiares y empuja a miles de personas a situaciones de endeudamiento o desalojo.
Expensas e impacto económico
En la Ciudad de Buenos Aires, el 82,4% de los hogares inquilinos paga expensas, mientras que en la Provincia lo hace el 48%.
El informe detalla que el 66% de los hogares destina entre el 30% y el 50% de sus ingresos al alquiler, y un 24% supera el 60%, lo que los ubica en una situación crítica en términos de acceso a la vivienda y bienestar económico.
Mudanzas forzadas y endeudamiento generalizado
Uno de cada seis hogares debió mudarse recientemente por no poder afrontar el alquiler, y casi nueve de cada diez anticipan dificultades para pagar en los próximos meses.
La crisis también impacta en el mundo laboral: el 31% de las personas inquilinas sumó un segundo empleo para cubrir gastos, mientras que más del 10% perdió su trabajo.
En tanto, el 72,8% de los hogares se encuentra endeudado, principalmente en tarjetas de crédito, alimentos, alquiler, servicios y salud.
Una crisis sin precedentes
Los resultados parciales de la Encuesta Nacional Inquilina reflejan una crisis habitacional sin precedentes en el país, marcada por contratos inestables, subas constantes y una pérdida sostenida del poder adquisitivo.
Al respecto, Gervasio Muñoz, referente de Inquilinos Agrupados, expresó:
“Es fundamental avanzar con el rechazo del decreto 70/2023, no sólo por ser inconstitucional, sino por estar afectando gravemente el acceso a la vivienda de millones de hogares. El decreto nos ha dejado completamente indefensos frente a la crueldad del mercado inmobiliario”.