
Flores es uno de los 48 barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pertenece a la Comuna 7 y limita con nueve barrios. Tiene alrededor de siete clubes de barrio que son asociaciones civiles sin fines de lucro promovedoras de actividades deportivas, recreativas y culturales, a nivel amateur, en un contexto comunitario.
En una serie de notas abordaremos los clubes más importantes de cada uno de los 48 barrios porteños, conociendo su historia y tratando de brindarles a los lectores de Nota al Pie la posibilidad de aprender sobre ellos. En esta oportunidad, nos enfocaremos en los principales clubes del barrio de Flores.
Básquet, cultura y comunidad en el corazón de Flores
La Institución Cultural y Deportiva Pedro Echagüe fue fundada el 17 de octubre de 1934 y está ubicada en Portela 836.
Nota al Pie dialogó con Francisco Blasco, miembro de la Comisión Directiva y coordinador deportivo y del área de la comunicación de Pedro Echagüe.
“El club fue fundado por un grupo de 25 jóvenes que, tras ganar un torneo de fútbol, decidieron crear un espacio para la práctica deportiva y cultural en el barrio de Flores. Originalmente llamado Club Nacional Argentino, en 1940 cambió su nombre al actual por disposición del gobierno nacional, en honor al reconocido escritor y dramaturgo argentino”, dijo Blasco.
“Tenemos aproximadamente entre 900 y 1000 socios. Contamos con un gimnasio de fitness renovado este año y clases de Funcional, Crossfit y Ritmos Latinos. Para los más peques tenemos iniciación deportiva, escuelita de básquet femenino y masculino, vóley femenino, baby futbol masculino, gimnasia artística, escuelita de Patín Artístico y Danza”, agregó.

Tienen en el básquet a su deporte insignia, teniendo a su Primera División compitiendo en la tercera categoría nacional. La rama femenina se agregó el año pasado. El Patín Artístico también se destaca, ya que posee dos campeonas nacionales este año y años anteriores tuvo presencia en medallas de Sudamericanos.
“Como actividades culturales tenemos Taller de Escritura y Centro de Jubilados. Además, el club inauguró este año su restaurante. Los sábados se organiza el Echagüe Rock que reúne promedio un aforo de 200 personas que vienen a divertirse”, informó Blasco respecto a otras actividades culturales de club.
En cuanto a la cuota social, el club busca siempre mantenerla tanto eso como los aranceles de las actividades sin descuidar la “ambición de crecimiento ni el mantenimiento de las instalaciones”.
Daom: un club con casi un siglo de historia y empuje colectivo
El Club Daom se fundó en 1926 y surgió para los empleados de la unión de tranvías. Está ubicado en Avenida Varela 1802.
Nota al Pie dialogó con Verónica Casco, miembro de la Comisión Directiva y de la subcomisión de hockey del club. “Hoy contamos con cerca de mil socios que pueden representarnos participando de los torneos federados de hockey, rugby, béisbol y vóley, además de practicar tenis, fútbol, levantamiento olímpico de pesas, disfrutar del gimnasio y de la pileta casi olímpica en verano”, nos dijo.
“El club cumple una importante función social en el barrio. No sólo fomenta la vida saludable mediante la práctica de sus deportes en equipo, sino que también genera espacios de interacción entre las familias, quienes pueden aprovechar las instalaciones con reuniones en las parrillas, practicando cross fit o funcional o, simplemente, disfrutando de los cientos de espacios verdes y arbolados que tenemos”, expresó sobre la relevancia del espacio.
Siguiendo con el rol social, Daom tiene un jardín de infantes, que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Además, prestan sus instalaciones a diversos programas de la Secretaría de Deportes para los chicos del barrio de Flores.
“Los últimos tiempos no fueron sencillos. Pero si algo nos caracteriza es el empuje que tenemos todos sus socios, fomentado en la identificación con nuestro club y en los lazos que generamos entre nosotros Además de dos tormentas muy fuertes que afectaron las instalaciones, en los últimos tiempos hemos tenido dificultades para afrontar los costos básicos que demanda un club con actividades deportivas, solventado exclusivamente por los socios”, finalizó diciendo Casco.
La huella solidaria de los inmigrantes españoles en Flores
La Asociación Española de Socorros Mutuos de San José de Flores fue fundada en 1896 y está ubicada en Pedernera 143.
Surgió en un contexto en el que el barrio de Flores estaba en pleno crecimiento, con muchos inmigrantes españoles que residían allí, y con necesidades significativas en lo que hace a servicios de salud y auxilio mutuo.
Una de sus motivaciones centrales era brindar asistencia médica, cobertura farmacéutica, subsidio por enfermedad en períodos cortos, etc., para los afiliados, muchos de los cuales no contaban con un acceso al sistema formal de salud.

En sus estatutos originales, además del beneficio mutuo, uno de los objetivos era “defender a España contra quien blasfeme su nombre”, lo que da cuenta de una orientación étnica-cultural explícita.
En los primeros años del siglo XX, entre los afiliados había una fuerte presencia de españoles de Galicia. En las ocupaciones, por ejemplo, muchos eran empleados vinculados al transporte (carreros), jornaleros, mozos, pero también había comerciantes y obreros de distintos oficios.
Además de la asistencia médica y farmacéutica básica, la Asociación prestaba subsidios por enfermedad y auxilios pecuniarios ante situaciones específicas.
En sus inicios, no ofrecía servicios tan amplios como en asociaciones similares del centro de la ciudad; su capacidad era más modesta. Con el tiempo, las funciones asistenciales mutuas se fueron consolidando como su razón social principal.
Flores Club: tradición, esfuerzo y presente deportivo
Flores Club fue fundado el 25 de abril de 1936 y está ubicado en Quirno 947. Nota al Pie dialogó con Damián, coordinador de fútbol del club.
“Allá por 1936 se juntaron un grupo de amigos del barrio con la intención de fundar un club. Alquilaron una casa y el 25 de abril de 1936 lo fundaron como lugar de reunión y actividades sociales. Así funcionó el club durante varios años en ese lugar, hasta que en Quirno 947 (allí funcionaba una escuela) se desocupa la propiedad ya que la escuela se traslada”, dijo Damián.
“Con el tiempo a principios de los 60 se da la posibilidad de adquirir la propiedad. Se organizan festivales, rifas y también aportes de los socios y se compra la propiedad con esfuerzo. A partir de allí se inician reformas en la estructura y a partir se los 90 se hacen cambios en la infraestructura y el club se agranda con la llegada de muchas actividades, principalmente el fútbol infantil que le dio notoriedad a la Institución”, agregó Damián.
Hoy el club se encuentra muy bien posicionado en baby fútbol, futsal y otras actividades deportivas, sociales y culturales, gracias al apoyo de los socios, padres de los niños que colaboran en las problemáticas que se van presentando, “lo que permite avanzar lento, pero con firmeza”.
La escuela formativa de fútbol infantil está funcionando en el club desde el año 2007, siempre conducida por Profesores Nacionales de Educación Física, donde los chicos del barrio de Flores encontraron su lugar para jugar, aprender y divertirse. Este trabajo de base nos llevó a crear el futsal masculino y femenino, donde los chicos pueden continuar en el club una vez terminado el baby fútbol.
De un basural a un hogar comunitario
La Asociación Vecinal Deportivo Buenos Aires fue fundada el 25 de junio de 1996 y está ubicada en Pedernera 939. Nota al Pie dialogó con Ana Quintana, la presidenta de la Asociación.
En junio de 1996 se le otorgó la tenencia de un predio de unos 2.500 metros cuadrados bajo la autopista 25 de Mayo, donde comenzó su actividad formal. “Antes de que llegara la Asociación, acá vivía gente en situaciones muy malas, muy precarias. También había robos, pero de a poco, junto a funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires, empezamos a trabajar”, nos dijo Quintana.
Una vez que lograron desocupar ese predio, “esto era un basural” nos comentó Quintana. Empezaron a tratar de rescatar la zona; querían reflotar un espacio donde los vecinos ya ni caminaban por la calle, dado el estado en el que se encontraba.
Cuando llegaron sólo había 2 canchas. Después construyeron un salón multi funcional, una cocina, una oficina y un salón tanto para las clases de taekwondo y de fútbol, dos vestuarios para el equipo local y el visitante. “Esto parece una casa. Se hizo con mucho cariño”, resume Quintana.
Además de fútbol y taekwondo, se practica vóley y yoga. “Nuestra idea es que los niños del barrio no tengan calle, que tengan sus actividades y sus amistades acá en el Club”, nos resume Quintana respecto a lo que buscan.
Cuentan ya con 12 años de apoyo escolar, teniendo unos 100 niños tanto en colegio primario como secundario. Y, también, prestan sus instalaciones para 4 colegios de la zona para el programa Jornada Extendida.

