Por primera vez en casi 90 años, el Obelisco de Buenos Aires abrió sus puertas al público con visitas guiadas al mirador ubicado a 67 metros de altura. El ícono indiscutido de la Ciudad ahora no solo se admira desde abajo: vecines y turistas podrán recorrer su interior y disfrutar de una vista panorámica única del centro porteño.
Una experiencia exclusiva y gratuita
La experiencia, que hasta ahora solo era posible para personal autorizado, promete convertirse en uno de los paseos turísticos más buscados del año. El programa de visitas al mirador del Obelisco fue lanzado por el Gobierno de la Ciudad como parte de una iniciativa para poner en valor el patrimonio porteño.
Las visitas son gratuitas, pero requieren reserva previa y cupos limitados. Cada semana se habilitarán turnos para grupos reducidos, ya que el ascenso se realiza por una escalera interna de 206 escalones —el Obelisco no cuenta con ascensor— y el espacio en el mirador es muy reducido: apenas permite la presencia de cuatro personas a la vez.
Por ese motivo, se priorizará a les vecines que nunca hayan subido y a quienes puedan completar la subida sin inconvenientes físicos.
Cómo reservar una visita
Las reservas deberán realizarse exclusivamente a través del sitio web oficial de turismo de la Ciudad de Buenos Aires. Los turnos se habilitan todas las semanas y se agotan rápidamente debido a la gran demanda.
Durante las visitas, un guía acompaña al grupo y brinda información sobre la historia y arquitectura del monumento, construido en 1936 con motivo del cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires.
El mirador del Obelisco permite una vista de 360 grados de la ciudad desde sus pequeñas ventanas orientadas a los cuatro puntos cardinales. Desde allí se pueden observar la Avenida 9 de Julio, el Teatro Colón, la Plaza de la República y buena parte del microcentro porteño.
La experiencia es breve pero impactante: luego de subir los más de 200 escalones, se accede a una pequeña plataforma de observación con aberturas que revelan una Buenos Aires diferente, con detalles que desde el suelo suelen pasar desapercibidos.
Un ícono que se renueva
La apertura del mirador forma parte de una estrategia del Gobierno porteño para reforzar el atractivo turístico del centro, en un contexto de recuperación del flujo de visitantes tras la pandemia. También se suma a otras propuestas como las visitas al Teatro Colón o los recorridos por el Casco Histórico.
El Obelisco, declarado Monumento Histórico Nacional, fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 como parte de los festejos por los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires.
Diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch y construido en tiempo récord —apenas 31 días—, el monumento se levanta en la intersección de la Avenida 9 de Julio y Corrientes, donde se izó por primera vez la bandera nacional en la ciudad.
A lo largo del tiempo, fue objeto de intervenciones artísticas, protestas, celebraciones y debates sobre su valor simbólico, pero con el paso de los años se consolidó como un emblema porteño indiscutible.