
El nuevo acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos abrió un debate inmediato entre especialistas en negociaciones internacionales, que anticipan consecuencias significativas para sectores estratégicos de la producción nacional. Aunque el Gobierno lo presenta como una apertura bilateral, la letra fina del convenio perfila un intercambio asimétrico que, según analistas, podría afectar tanto a la industria farmacéutica como a la economía digital, dos áreas sensibles en términos de innovación, tecnología y regulación.
El entendimiento implica que Argentina concederá amplias preferencias arancelarias a productos estadounidenses, desde medicamentos y químicos hasta maquinaria, equipamiento tecnológico, dispositivos médicos, vehículos y una extensa gama de productos agrícolas. Pero esa apertura choca con el “arancel externo común” del Mercosur. En ese sentido, estos bienes deberían ingresar en la lista de las cien excepciones permitidas por el esquema regional.
Queda claro que la articulación regional sería claramente afectada, atacando el núcleo del Pacto de Asunción, que dio origen al Mercosur e impide negociaciones unilaterales con terceros. De avanzar el convenio bilateral tal como está, Argentina debería incluso abandonar el bloque.
Un desatino absoluto, que rompería con una tradición que atravesaron, desde su origen, 8 presidentes. Todos mantuvieron esa tradición de intento de una mirada regional, aún con sus matices y contradicciones.
Ni Raúl Alfonsín; Carlos Menem; Fernando De la Rúa; Eduardo Duhalde; Néstor Kirchner; Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández se atrevieron a tanto en el afán de sometimiento colonial.
Lo anticipó el propio Javier Milei en diciembre de 2023, apenas asumido, cuando ratificó que el alineamiento de Argentina sería con Estados Unidos e Israel.
El Mercosur, con Brasil incluido (hasta hace poco el primer socio comercial, superado por China “comunista”), bien gracias.
Son dos datos, que esconden un profundo sentido de sometimiento a la “nueva Metrópoli”. Todos los anuncios se conocen primero por un posteo en X de funcionarios como Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos.

A esta altura resulta difícil de entender cómo se naturalizó que en el pasaporte de Javier Milei, en menos de dos años de gobierno, ya hay 14 sellos de entrada a Estados Unidos y ninguno a Brasil.
Menos mal que, según se ha contado, a Milei no le gustan las papas fritas, sino ya estaría directamente radicado en el Gran País del Norte, sede de la idea de Imperio Mundial de la Gente de Bien.
Milei en Miami o en Washington a la espera de lograr alguna foto con Donald Trump. El Bebé Reno de la política mundial.
Los ejemplos de acuerdos latinoamericanos y la estrategia de Washington
Tres países, Ecuador, Guatemala y El Salvador, se mencionan como antecedentes inmediatos. Allí, acuerdos recientes firmados con Washington incluyen listados de preferencias arancelarias muy similares. Todos terminaron alineándose a prioridades estadounidenses por encima de compromisos internacionales previos.
Para los analistas, este esquema forma parte de la estrategia comercial impulsada por Donald Trump desde el 2 de abril, más cercana a acuerdos marco dirigidos por Washington que a negociaciones propiamente bilaterales, como insiste en presentar el Ejecutivo argentino.
Del lado estadounidense, la lista de concesiones es más acotada. Washington solo se comprometió a “considerar” una rebaja del 50% aplicado al aluminio y al acero argentinos, y a eliminar aranceles sobre ciertos recursos naturales “no disponibles” en su territorio. Entre ellos figuran litio, cobre, tierras raras, uranio y minerales estratégicos como cobalto, manganeso y níquel, todos exportados en estado puro, sin estímulos a la industrialización local. También quedarían exceptuados algunos insumos y medicamentos genéricos no patentados.
Propiedad intelectual y alerta en la industria farmacéutica
Uno de los pasajes más sensibles del acuerdo es el compromiso argentino de “alinear” su régimen de propiedad intelectual con estándares internacionales. La industria farmacéutica local encendió las alarmas: el cambio implicaría una revalidación casi automática de patentes extranjeras, lo que dificultaría el desarrollo de innovaciones incrementales o copias, un proceso que permitió históricamente reducir precios y promover el desarrollo local.
Estados Unidos volvió a objetar la resolución ministerial conjunta 118/2012, que exige que una invención química o farmacéutica resuelva un “problema de larga data” para ser patentable en Argentina, aunque ya haya sido patentada en otros países. Para el sector, esta diferencia de criterios está relacionada con la “altura inventiva” exigida en el sistema norteamericano y con la práctica del evergreening, que permite extender monopolios mediante cambios menores en una molécula.
Carne, cítricos y biodiesel: lo que no apareció en el texto
Pese a expectativas generadas por el propio presidente Javier Milei, el acuerdo no menciona la ampliación de la cuota de carne argentina en el mercado estadounidense, que se había proyectado multiplicar por cuatro hasta 80.000 toneladas anuales. Tampoco aborda las barreras fitosanitarias que afectan a los cítricos o el cierre del mercado de biodiesel desde 2018.
En cambio, el documento establece que Argentina recibirá ganado bovino vivo de Estados Unidos, abrirá su mercado a carne aviar en un año, eliminará restricciones sobre términos queseros y simplificará trámites para bovinos, menudencias, porcinos y lácteos.
Hace casi un mesi, a partir del salvataje del Tesoro de Estados Unidos como «aporte de campaña» para Milei, recordábamos el Pacto Roca-Runciman de 1933, como ejemplo análogo de relación colonial. En ese año con Inglaterra, hoy con Estados Unidos.
La referencia a “trabajar conjuntamente para estabilizar el comercio mundial de soja” implica que Argentina no podrá recurrir a nuevos “dólar soja”, un programa que generó fuertes críticas entre productores estadounidenses.
De nuevo, un tiro a varias bandas que le permitiría a Estados Unidos manejar con la variable soja el valor del dólar en Argentina. La promesa de Milei de dolarizar se haría efectiva en términos de un estado asociado por los porotos.
Datos, patentes digitales y la frontera tecnológica
El capítulo digital también concentra controversias. El acuerdo reconoce a Estados Unidos como “jurisdicción adecuada” para la transferencia transfronteriza de datos, incluidos datos personales. Esto habilita a las empresas a trasladar información hacia el norte bajo estándares regulatorios más laxos que los argentinos.
En materia de firma electrónica, el texto define que las validaciones podrán regirse por la legislación estadounidense, donde las empresas fijan sus propios estándares de ciberseguridad. Esta práctica, advierte Scasserra, suele derivar en subinversión y, como consecuencia, en un aumento sostenido de ciberataques.
Finalmente, Argentina se compromete a no aplicar aranceles sobre transmisiones electrónicas ni impuestos a servicios digitales provenientes de Estados Unidos, como plataformas en la nube, streaming, comercio digital, fintech o análisis de datos, un posicionamiento que contrasta con los debates avanzados en Europa sobre la tributación digital.
La obra que ilustra esta nota

Xul Solar (Argentina, 1927)
Expresionismo: Técnica: Acuarela (25,5 x 32 cm)
Como tantos otros artistas latinoamericanos vanguardistas, Xul Solar soñaba con una Latinoamérica orgullosa de sus raíces y ser. En diversos textos expresa su necesidad de un mundo alterno donde esto fuera posible y el imperialismo europeo y norteamericano no presionara. Si no hay país para mi, sin angustia para mí, todo yo, dentro de mis pensamientos, me haré un mundo. A través de la obra Drago, representa aquello que tanto anhelaba: un dragón lleva las banderas latinoamericanas con orgullo a cargo de una figura que dirige el viaje hacia aquella realidad soñada.
La obra nació como respuesta a una nota que realizó Guillermo de Torre en la que proponía recuperar y fortalecer los lazos de América de habla hispana con España. Muchos artistas e intelectuales, entre ellos Xul Solar, consideraron esta propuesta colonialista y respondieron en contra mediante diversos medios.
El dragón es una gran figura en diversas culturas, en China es la representación del poder, del dador de vida; en India supone el principio de todo, es Agni. Un dragón portador de banderas parece estar elevando a Latinoamérica hacia la gloria, porta la luz de las culturas contra los responsables que provocaron que fueran relegadas y martilladas a través de las colonias y genocidios.
La figuración geométrica es característica de su estilo al igual que los colores brillantes y las representaciones simbólicas. Solar siempre juega con lo onírico desmedidamente, aunque con conciencia. Para el artista, unir integrando y no por unanimidad era muy importante, es por eso que en la obra reunió distintivos religiosos de diversos pueblos.
Drago deja un mensaje muy claro: Latinoamérica no necesita ser reclamada por nadie, tiene su propia luz y grandeza. Es más que un nombre, más que sus muertes y que los hurtos de los que fue víctima. Es un territorio independiente que se eleva y vale por sí mismo.
Texto escrito por: Ayma Araí

