
Leo Qüin da el primer gran paso de su carrera con “AMIX”, una canción que combina frescura, energía y sensibilidad para retratar la amistad desde una mirada generacional y lo adelantó en Nota al Pie. El single, acompañado por un videoclip refleja la complicidad entre Leo y sus amigas de la infancia. Desde su primera aparición en el Konex junto a las Ketekalles hasta este estreno, la artista demuestra que los sueños también se construyen a fuerza de juego, talento y pasión.
El videoclip de “AMIX” retrata la esencia de esa amistad que atraviesa los años entre risas, juegos en la plaza, maquillajes improvisados y bailes que mezclan inocencia con una libertad genuina. A través de esas escenas cotidianas, Leo muestra que la música puede ser un espacio para compartir y crecer, donde cada experiencia se transforma en melodía.
El lanzamiento también representa el comienzo de una nueva etapa para la artista, que planea publicar dos canciones más antes de fin de año. Con la producción de Víctor Volpi y el acompañamiento de su coach vocal Cecilia Centurión, Leo Qüin empieza a escribir su propio camino dentro del pop rock argentino, llevando consigo la frescura de su generación.
Conociendo a Leo Qüin
-Hay chiques que sueñan con ser astronautas, médicxs o futbolistas. Vos soñás con cantar, ¿Qué es lo que más te gusta de ese sueño de poder llevarlo a la realidad?
Lo que más me gusta es que mi música llegue a los corazones de la gente, que escuchen mis canciones y les guste mi música ya que no hay chicas, nenas chiquitas haciendo rock.
– Estás creciendo rodeada de música, ¿Qué aprendiste de la gente grande del mundo artístico y qué te gustaría enseñarles a ellos?
Lo que aprendí es saber cómo pararse en un escenario, interpretar una canción y conectar con el público. Me gustaría agradecerle a María Becerra que me ayudó, me apoyó, diciéndome ‘¡Dale Leo, vos podés!”, y también gracias a Pato Sardelli que con toda la amabilidad del mundo dijo en un concierto: ‘Ella canta hermoso, va a tener una carrera muy buena”.
-¿Cómo te imaginás que suena la felicidad? Si tuvieras que convertirla en una canción, ¿qué sonidos o palabras tendría?
Sonaría un rock pop como lo que a mí me gusta. Las palabras que tendría serían amor, amigues, familiares, sonrisas, amabilidad, ser bueno con el otro, juegos y muchas más. Sonaría como “Amor de Verano”, una canción que a todo el mundo les hace feliz.
– A veces los escenarios pueden dar un poco de miedo, ¿Qué pensás justo antes de salir a cantar para transformar los nervios en energía?
La verdad, porque no hay que mentir, es que yo pienso que me va a salir súper mal y me he bajado de un escenario diciéndome ‘me ha salido horrible, no quiero volver’, pero sigo. Lo que yo pensaría en un caso que a veces no me pasa, es que ‘me va a salir bien, tranquila, conocés al escenario mucho desde chiquita’, eso me diría a mí y a otras personas que quieran empezar que tengan mentalizado el foco pensado como un ritual. El mío empieza con los ejercicios de vocalización y pensar en lo positivo como ‘me va a salir bien, no me va a salir mal. A la gente le va a gustar y a mí también. Me voy a divertir que es lo más importante’.

-Tu generación vive en un mundo lleno de pantallas y redes, ¿Qué cosas lindas te gustaría que no se pierdan de la vida “sin pantalla”?
Lo que diría es que hay que conectarse con la tierra e ir a la plaza, la playa, la montaña, que es lo que más tenemos acá en Argentina y que yo amo. Conectarse con el sol y el universo porque yo creo en el universo, entonces manifiesto. También, salir con amigues a la plaza, ir a una fiesta, estar con los familiares, no importa donde sea, pero que no estemos con el teléfono.
-Si tu voz pudiera cambiar algo en el mundo, aunque fuera chiquito, ¿qué te gustaría que cambie?
Lo que cambiaría es la desigualdad entre la gente, me pone muy mal que haya tanta desigualdad. Lo que yo pueda hacer, aunque sea un cambio chiquitito a mí me hace bien. También, este año me pasó algo muy feo sobre la diversidad porque la gente no entiende que el amor no es solo una mujer y un hombre. El amor puede ser entre una mujer y una mujer, entre lo que ella o él quiera. Para mí, no tiene género el amor.
-¿Qué le dirías a los opinologos?
Me gustaría que la gente grande y la gente chica no juzgue sobre eso porque a mí me pasó este año con una amiga que por agarrarnos de la mano una maestra pensó que éramos lesbianas, entonces nos decía todo el tiempo que nos separemos y la verdad que opinar de eso no le incumbe a nadie porque es sobre esa persona. Y, además, ¿Para qué opinar? Es sobre mi cuerpo o su cuerpo y me parece que eso hay que cambiarlo.

