
El sistema científico argentino volvió a brillar en el ámbito nacional. Durante la última edición del certamen IB50K, que impulsa el desarrollo tecnológico con impacto social y productivo, equipos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) obtuvieron los primeros premios y menciones especiales.
El Instituto Balseiro celebró una nueva edición del concurso IB50K, que promueve la creación de empresas de base tecnológica en Argentina. La jornada de premiación reunió a jóvenes tecnoemprendedores, científicos y autoridades en Bariloche, donde fueron reconocidos proyectos con alto impacto en innovación, salud y sustentabilidad.
El primer premio fue para “Calíape”, una aplicación móvil que utiliza inteligencia artificial para optimizar la comunicación entre médicos y pacientes. Su desarrollo propone transcribir consultas, generar historias clínicas precisas y brindar indicaciones claras a cada usuario.
“Nosotros decidimos usar el método científico en el abordaje de la solución que proponemos”, explicó Flavio Colavecchia, investigador del CONICET en el Centro Atómico Bariloche.
El especialista explicó que las IA generativas “son programas de computadora de tal complejidad que recién se los está empezando a comprender”. En ese sentido, detalló que el proyecto “usa una serie de IA generativas, cuyo comportamiento debe ser validado en el consultorio médico a partir de métricas precisas, determinadas en condiciones conocidas y reproducibles”.
Colavecchia también destacó que el equipo empleó “estadística, análisis de señales y metodologías del procesamiento del lenguaje natural para estudiar el flujo de información que va a manejar la aplicación”. Al respecto, consideró que la validación científica resulta “fundamental para asegurar el éxito en el uso de Calíape”.
El segundo premio del certamen, junto al Premio Especial del CONICET al Enfoque Transdisciplinario en Innovación Tecnológica, fue otorgado a Bio H41. Esta startup desarrolla activos cosméticos naturales a partir de levaduras patagónicas, con un enfoque biotecnológico y sostenible. Su propuesta apunta a reemplazar ingredientes de origen químico por compuestos producidos mediante fermentación de precisión.
“En nuestro equipo hay investigadores que hace más de 20 años pertenecen al CONICET y estudiaron durante mucho tiempo. Es importante el premio de una institución tan reconocida para validar toda esa investigación”, afirmó Matías Altilio, líder de Bioprocesos y Operaciones de Bio H41. A su vez, subrayó “la cadena de valor que genera la sinergia entre el CONICET y la industria privada”.
Con la mirada puesta en el futuro, Altilio adelantó que el equipo proyecta “concretar sus primeras ventas en el mercado local y validar comercialmente el producto”. A largo plazo, planean instalar una planta de producción propia que genere empleo y potencie la economía del conocimiento en la región patagónica.
En el marco del evento, la directora del CONICET Patagonia Norte, María Celeste Ratto, enfatizó el rol del organismo en el impulso a la innovación. “Gran parte de los proyectos está integrada por personal del CONICET, lo que muestra nuestro compromiso con el desarrollo de soluciones a los problemas y desafíos de nuestra sociedad”, expresó.
Un nuevo liderazgo en el Instituto Balseiro
Mientras el Balseiro celebraba los logros de sus científicos, también anunciaba la designación de Graciela Bertolino como su nueva directora. Se trata de la primera mujer en ocupar el cargo en los 70 años de la institución, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo.
Bertolino, doctora en Ingeniería Nuclear e investigadora del CONICET, asumió formalmente el 1 de octubre de 2025, tras la aprobación del Consejo Superior de la UNCUYO.
Se doctoró en 2001 con una tesis sobre el deterioro de aleaciones de circonio. Su trayectoria incluye un posdoctorado en Francia, múltiples becas internacionales y una extensa labor docente. Fue vicedirectora de Ingeniería en el instituto durante dos mandatos consecutivos, de 2019 a 2025.
La coincidencia entre su designación y la destacada participación del CONICET en el IB50K refleja un momento de renovación en la ciencia argentina. Tanto la investigación aplicada como la transferencia tecnológica y la formación de nuevos liderazgos se consolidan como pilares de un sistema que apuesta a fortalecer el desarrollo nacional.

