
El reciente dato oficial que muestra una baja en la pobreza durante el primer semestre de 2025 generó diversas reacciones. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 31,6% de la población se encuentra en situación de pobreza, mientras que la indigencia afecta al 6,9%. Si bien esto representa una caída respecto al año anterior, despertó fuertes cuestionamientos desde el plano político y técnico.
En ese sentido, Claudio Lozano, economista y candidato a diputado nacional por Unidad Popular, afirmó con ironía que “Milei sacó de la pobreza a los mismos que él había empobrecido”. Para él, el descenso del indicador no implica una mejora real en las condiciones de vida, sino un efecto estadístico derivado de la política económica del propio gobierno.
“Siempre que se produce un shock inflacionario de carácter regresivo, como el ocurrido a partir de la maxi devaluación del 118% practicada en el comienzo de su gestión por Javier Milei, la suba de precios es tan relevante que termina impactando y produciendo un pico elevadísimo de la pobreza por ingresos. Y siempre que pasa esto, luego, en el momento en que se lleva adelante algún tipo de política antiinflacionaria, ante la desaceleración en la evolución de los precios, lo que baja, es el índice de pobreza. Esto ocurrió siempre, no es la primera vez que ocurre”, explicó el economista.
Desde su perspectiva, el proceso es engañoso: los hogares que caen en la pobreza durante un pico inflacionario suelen recurrir al endeudamiento o al uso de ahorros para subsistir. Cuando la inflación cede, esos mismos hogares siguen arrastrando compromisos financieros y ven reducido su ingreso disponible, pese a “salir” de la línea de pobreza en los registros oficiales.
Además, Lozano resaltó que ningún indicador indica por sí solo, sino que tiene que ser inscripto en el contexto general en el que se encuentra. En esa línea señaló que hay que evaluar este índice de pobreza por ingresos en el marco de la caída general de los salarios en términos reales, del cierre de miles de empresas, del industricidio, de la destrucción de puestos de trabajo formales y del crecimiento de la precarización laboral, de la caída del consumo y del recorte general de la casi totalidad de los programas sociales. “En ese contexto es donde decimos, que más allá del descenso del indicador de pobreza por ingresos, las condiciones de vida de la sociedad argentina evidencian un mayor deterioro respecto al momento en el que comienza la gestión de Javier Milei”, agregó.
Contexto de ajuste y caída del consumo
Un informe reciente del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), titulado “Luces y sombras de la medición de pobreza al 1er semestre 2025”, respalda esta crítica. En el estudio se advierte que, aunque los datos muestran una baja, el contexto económico general muestra un deterioro:
- El consumo masivo se desplomó: las ventas en supermercados cayeron un 9,3% y en mayoristas un 21,8% respecto a 2023.
- Creció el uso de tarjetas de crédito para comprar alimentos, y los hogares dependen cada vez más de ahorros o préstamos.
- El empleo formal se redujo drásticamente, con más de 200.000 puestos perdidos y un aumento de la precarización.
- Cierre de empresas e industrias: cerraron más de 16.000 empresas y 1.640 industrias en los últimos meses.
- El ajuste fiscal profundizó las privaciones: entre 2023 y 2025, el gasto social cayó un 20%, con recortes del 98,5% en vivienda, 74% en comedores, 46% en educación y fuertes reducciones en salud y programas sociales.

