
Mientras Sudáfrica busca llevar el caso Gaza ante la Corte Internacional de Justicia, expertos, ONG y organismos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) debaten si existe la intención deliberada de destruir al pueblo palestino, un requisito clave para que el término aplique jurídicamente.
¿Qué define el genocidio, según el Derecho?
El Convenio de la ONU sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948) lo define como la realización de actos —como matar miembros de un grupo, causarles daños graves, someterlos a condiciones de vida calculadas para su destrucción, impedir nacimientos, o transferir niños— con la intención específica de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
La clave: la intención de destruir. Ese “dolus specialis” es lo que diferencia el genocidio de otros crímenes internacionales como crímenes de guerra o contra la humanidad. Como ha señalado un académico, “el mayor desafío es probar esta intención”.
¿Qué opinan los expertos sobre Gaza?
Un número creciente de académicos especializados en estudios sobre genocidio sostiene que el caso de Gaza presenta evidencias suficientes para calificar como genocidio. Por ejemplo:
- Amnistía Internacional concluyó, tras un extenso informe de diciembre de 2024, que Israel ha cometido actos prohibidos por el Convenio (como matar civiles, destruir infraestructura vital y negar ayuda humanitaria) con una pauta sistemática que evidencia intención genocida.
- Relatores especiales de la ONU, como Michael Fakhri (Derecho a la Alimentación) y Francesca Albanese, denunciaron que la privación deliberada de alimentos e infraestructura esencial equivale a genocidio.
Sudáfrica lleva el debate a la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
En diciembre de 2023, Sudáfrica presentó una demanda contra Israel ante la CIJ, pidiendo medidas provisionales que ordenen detener la campaña militar en Gaza, alegando genocidio. En su escrito, argumenta que se ha demostrado intención genocida a través de declaraciones de líderes israelíes y patrones de conducta sistemática.
No obstante, algunos sectores críticos sostienen que acusar de genocidio en este contexto diluye la fuerza legal del término y podría obstaculizar la respuesta humanitaria real.
Contrapuntos importantes
- Defensores de Israel argumentan que no hay prueba de una intención genocida dirigida hacia los palestinos como grupo. Para ellos, las operaciones se centran en combatir a Hamas, no en destruir una etnia.
- Académicos como Martin Shaw advierten que mientras el uso del término en discursos públicos es común, desde el derecho es muy difícil probar la intención necesaria para calificar como genocidio.
El conflicto en Gaza trasciende lo político: ha impulsado un debate académico y judicial que podría redefinir cómo se aplica el derecho internacional. Mientras Sudáfrica plantea su caso en la CIJ, el mundo espera si esta instancia judicial será capaz de pronunciarse sobre la acusación más grave de los tiempos modernos.
Este debate evidencia el desafío de equilibrar la protección de la Justicia internacional con el respeto por las víctimas, especialmente cuando se enfrenta a una tragedia humanitaria de dimensiones extraordinarias.