
La campaña de lanzamiento de la segunda temporada de Merlina en Argentina quedó envuelta en polémica tras la decisión de intervenir el tradicional paseo Caminito. Con frases oscuras, colores apagados y un uso fallido del lunfardo porteño, la estrategia de marketing de Netflix despertó críticas y elogios. Nota al Pie dialogó con Hermiluz, una de las comerciantes del barrio.
En ese sentido, en una jugada que pretendía ser ingeniosa y disruptiva, Netflix eligió uno de los rincones más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires para lanzar su campaña de Merlina. El lugar elegido fue nada menos que Caminito, en pleno barrio de La Boca, declarado patrimonio cultural en 2021.
Otras de las cosas que más llamó la atención fue la fachada pintada de negro con frases irónicas en afiches y la creación del mal llamado “Paseo Darkminito”. Desde la estética hasta el mensaje, lo que pretendía ser una acción creativa terminó siendo un caso de estudio sobre cómo no hacer marketing con algo que no es propio.
-¿Cuál fue tu primera reacción cuando viste las paredes pintadas de negro en una zona tan emblemática como Caminito?
La primera vez que la vi pintada de negro me causó un impacto porque Caminito son colores y son los colores que nos dio al barrio Benito Quinquela. Cuando sabía que iba a suceder me pareció súper audaz y llamativa esta intervención que hicieron sobre la calle Magallanes y justamente era lo que estaban buscando romper el día a día con esta variable que sería el color negro en estas paredes.
–¿Los comerciantes del área estaban al tanto de esta intervención de Netflix antes de que ocurriera?
Hubo conversaciones con los comerciantes y también con los vecinos. Al principio, por supuesto, es difícil imaginar una pared negra en caminito, pero por suerte todo salió bien. Siempre se habló que era un proyecto temporal y lo más importante a resaltar también es que el objetivo se logró, que era traer público a Caminito, ese público que había dejado de visitarnos y que podíamos darle algo diferente en el barrio.
-Caminito es reconocido mundialmente por su colorido y su valor simbólico. ¿Creés que esta acción publicitaria atenta contra esa identidad?
Sentimos que la refuerza Caminito es sinónimo de arte de cultura, de alegría. Esta iniciativa permitió que se acercara mucha gente a recorrer el espacio de Caminito de la calle Magallanes con una propuesta diferente y de verdad que eso es lo que queremos, que la gente que venga al barrio encuentre diversión, se encuentre satisfecha con lo que consigue.
–¿Qué mensaje te gustaría dejar a quienes vieron las imágenes de Caminito pintado de negro desde afuera, sin conocer el contexto del barrio?
Caminito sigue siendo el lugar emblemático y colorido que todos conocemos. La pared negra sobre la calle Magallanes ya forma parte del pasado. Hoy día pasas y ya tiene los colores habituales del barrio. Así que el alma de Caminito sigue intacta.