
Con una única fecha pensada como un ritual colectivo de sentimientos, Morris buscará que cada canción evoque un momento de la banda, dando lugar a un viaje emocional por sus distintas etapas. Con su música une, transforma y, sobre todo, celebra lo construido, por lo que no se trata solo de un show, sino más bien de un encuentro para disfrutar.
El espacio elegido no es casual, ya que representa el espíritu de la banda con sus características de autogestión, cercanía con el público y una energía que se siente genuina. La estética del show incluirá una puesta visual diseñada para acompañar cada clima musical, reforzando ese vínculo íntimo con los fieles seguidores.
El grupo tuvo sus comienzos en 2015 con la voz de Leandro Álvarez colaborando desde Córdoba y terminó de tomar forma en Buenos Aires con nuevas incorporaciones. En 2018 consolidaron su formación actual y salieron de gira por el interior del país.
¿Cómo recordás los primeros encuentros que dieron inicio a Morris y cómo definís el presente de la banda?
Los primeros vivos de Morris fueron recién en 2017 porque la banda fue armándose desde una semilla, pero los recordamos con mucho cariño. Inclusive en Greens, que fue la primera fecha de esta formación hace 7 años y que es la que festejamos este 2 de agosto. Es el lugar donde estamos ensayando hoy en día.
¿Qué significó para ustedes grabar a la distancia entre Córdoba y Buenos Aires en los comienzos?
No fue algo planeado, había canciones en mi cabeza que tenía ganas de bajarlas y justo Cristian Riccia iba a grabar su EP en Córdoba. Aproveché los tiempos muertos para sacarme de la cabeza las ideas de batería y cuando volví a Buenos Aires grabé bajos, guitarras y voces. Como me faltaban arreglos y solos, le pedí a Leo Bravo que me diera una mano y ahí salieron “Shhh” y “En la orilla”.
¿Cómo fue evolucionando la identidad sonora de la banda desde “Shhh” hasta PERSONA?
“Shhh” salió de uno solo. Sin embargo, Persona ya es una construcción colectiva, donde nos fuimos conociendo los cuatro con fechas y viajes. Encima ya habiendo pasado la pandemia a distancia, apoyándonos en momentos difíciles y festejando los buenos de cada uno.
¿En qué momento sentiste que el proyecto se consolidó como banda?
Creo que en el primer viaje a Mendoza, a meses de que Gustavo Heisser termina de acoplarse. Lo hicimos los cuatro en un auto, con todos los equipos encima y las ganas de llevar lo que habíamos ensayado.
Mencionaron que el show será un “encuentro”. ¿Qué representa ese concepto para ustedes como banda? ¿Qué nos podés adelantar?
Desde un comienzo sentimos que los shows son en realidad una excusa para comunicarnos, para conectar desde lo musical, desde lo audiovisual. Si bien nosotros somos el motor de la fecha, la idea es que el que viene se divierta con nosotros.
Sabemos que vivir de la música es un desafío y un lujo a la vez, pero… ¿Qué lugar ocupa la autogestión en su camino artístico y cómo la sostienen hoy?
Hace un tiempo nos dimos cuenta de que más que vivir de la música, la magia está en convivir con ella, y desde ahí que pasen cosas. Como te comentaba antes, somos el motor. La autogestión es básicamente lo que enciende todo, y lo sostenemos de la vuelta de aquellos que aportan con la entrada, la compra de remeras, buzos, o directamente de manera económica a los links que tenemos en redes.
¿Cuáles son los próximos proyectos para Morris?
Hay varias ideas. Tenemos muchas ganas de jugar con material que quedó del disco porque se iba de lo que queríamos contar. Además tenemos ganas de seguir componiendo y, claramente, tocar mucho en vivo, que es lo que nos da la nafta para seguir.