
El pasado sábado 28 de junio, en la sede de Nota al Pie ubicada en Av. Federico Lacroze 4181 (CABA), se proyectó el documental Avompla, antes de Navidad, dirigido por Adriana Lewczuk. Con entrada libre y gratuita, la actividad incluyó una charla con la directora, quien respondió preguntas del público y compartió detalles del proceso creativo y de investigación detrás del film.
El encuentro invitó a revivir los días previos a la Navidad de 1975, cuando la vida cotidiana del barrio de Monte Chingolo fue interrumpida por el intento de copamiento al Batallón de Arsenales 601 “Domingo Viejobueno”, a manos del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El ataque, que dejó al menos 100 muertos, marcó un punto de inflexión en la historia argentina y dio origen a la propuesta del documental.
Lewczuk reconstruye, desde los márgenes y con una mirada sensible, una historia aún silenciada por el tiempo y la desmemoria. En lugar de voces omniscientes, opta por la memoria oral de testigos, sobrevivientes y vecinos, quienes se convierten en el eje narrativo del film.
Esas voces, entretejidas como un collage, acercan al espectador a un pasado borroso que todavía duele, pero que resulta imprescindible mirar de frente. La narración se articula en torno a ese hecho histórico: el intento de copamiento al batallón, cuyas huellas sobreviven en los testimonios, los fragmentos visuales disponibles y una profunda reflexión sobre la violencia y el olvido.
El valor de la memoria desde lo sonoro
Avompla, antes de Navidad se construye desde la ausencia de imágenes, de documentos oficiales y de una memoria colectiva consolidada. Frente a la falta de archivos audiovisuales sobre el ataque, el film apuesta por el sonido y los relatos en primera persona. Es en esas voces – a veces entrecortadas, otras angustiadas o dubitativas– donde se expresa el verdadero poder del documental.
Una de las entrevistadas recuerda cómo su padre escondió a sus hijos en un pozo de agua para protegerlos. Otra vecina narra la brutal imagen de los cadáveres recogidos con palas mecánicas “como si fueran basura”. Los sobrevivientes narran lo sucedido desde una perspectiva periférica, marcada por el miedo, el anonimato y la incertidumbre que signaron aquellos días.
Entre los silencios y las preguntas sin respuesta
Durante la charla posterior a la proyección, Lewczuk explicó que Avompla busca abrir preguntas y explorar los silencios que persisten en la memoria colectiva. El documental expone las huellas que dejó la masacre, los registros ausentes y las voces que aún se preguntan por qué ocurrió lo que ocurrió.
El documental contrapone relatos fragmentarios con imágenes oficiales que ocultan el horror. Mientras se repiten camiones militares y cantos de victoria, los testimonios revelan cadáveres mutilados y una violencia naturalizada. La escena final, con aplausos y gritos de “¡Viva la Patria!”, condensa una masacre que persiste en la memoria, a pesar del silencio.
Una historia que anticipa el horror
La toma fallida de Monte Chingolo se convirtió en un símbolo trágico de lo que vendría meses después con el golpe de Estado de 1976. La represión a cielo abierto, la violencia estatal y el ocultamiento sistemático de lo sucedido ya asomaban en esos días de diciembre, bajo una democracia frágil.
“Cada 23 de diciembre, familiares recuerdan a sus muertos en el cementerio de Avellaneda”, relató Lewczuk durante el conversatorio. Y subrayó la importancia de sostener la memoria como un acto político frente al olvido institucional.
Avompla, antes de Navidad (Argentina, 2022) cuenta con guión y dirección de Adriana Lewczuk, fotografía de Ramiro Domínguez Rubio y montaje de Agostina Gianini y Manuel Margulis Darriba. Con una duración de 73 minutos, el film interpela al espectador a través de una propuesta sensible y sutil, que se construye sobre una poética de lo fragmentario.
La actividad organizada por Nota al Pie se inscribe en una línea editorial comprometida con la memoria, los derechos humanos y la reflexión crítica sobre el pasado reciente. La presencia de la realizadora y la participación activa del público convirtieron la jornada en un espacio colectivo de escucha, intercambio y construcción de memoria.