
Los clubes de barrio están en alerta tras el anuncio de Manuel Adorni, vocero del gobierno, quien anunció que las entidades barriales deberán inscribirse para mantener los subsidios en sus tarifas de luz y gas.
No hubo muchas más precisiones de parte del Gobierno sobre cuándo se pondrá en marcha la medida ni cuánto tiempo tendrán los clubes de barrio para realizar el trámite.
Lo único que se sabe es que la revalidación se deberá realizar a través de la plataforma Trámites a Distancia (TAD) y bajo una declaración jurada. Luego, el Gobierno nacional aplicará “criterios objetivos de inclusión y exclusión” para definir qué clubes de barrio conservarán el subsidio y cuáles no.
De la excepción al castigo colectivo
Para intentar excusar esta medida insólita, pero común a los lineamientos de la gestión libertaria, Adorni puso como ejemplo en una conferencia a tres clubes de barrio que, supuestamente, recibían el subsidio siendo clubes de “élite, profesionales o con fines comerciales”.
Lo que no aclaró es que la búsqueda de esta acción de recorte perjudicará a sociedades de fomento y clubes de barrio que tienen un rol determinante en lo social.
Solamente tres clubes de barrio fueron los ejemplos de Adorni, tres de un total de 2282 entidades que hay encuadradas en la actualidad bajo el esquema de beneficios en sus facturas de energía. Un número de todas maneras insignificante, sabiendo que, hoy en día hay más de 20 mil clubes barriales lo largo y ancho del país.
Quienes recibían esta ayuda estatal representan sólo un 10% del total de clubes de barrio del país. El resto, deben, al no recibir ningún tipo de ayuda estatal, hacer malabares para sobrevivir mes a mes.
La intención oficial es que la Subsecretaría de Planeamiento Energético establezca nuevos criterios de inclusión y exclusión para garantizar la focalización de la subvención. Como se dijo, ahora los clubes de barrio deberán volver a empadronarse y dicho trámite genera diversos gastos, por la contratación de escribanos, de contadores, de abogados, etc., que deberán ser afrontados por la misma entidad barrial sin ningún tipo de apoyo económico.
Durante meses, hasta que sean reincorporados, hasta que, en caso de ser así, les vuelva el subsidio (que no se sabe cuánto tiempo tomará dicha decisión), las facturas de los servicios van a llegar sin ese beneficio, lo que las hace, en la mayoría de los casos, impagables para los distintos clubes de barrio.
Qué deben hacer ahora los clubes de barrio
Se buscará que cada institución valide su permanencia en el beneficio mediante la plataforma TAD (Trámite a Distancia) y bajo declaración jurada. Posteriormente, el Gobierno Nacional aplicará “criterios objetivos de inclusión y exclusión para garantizar que solo reciban el subsidio quienes realmente lo necesitan”, agregó Adorni.
El vocero explicó que el proceso de revalidación incluye la presentación de documentación que acredite el carácter social y comunitario de los clubes de barrio, su ubicación y la naturaleza de las actividades que desarrollan.
Los cambios impulsados por el Gobierno establecen que los clubes de barrio que busquen obtener los subsidios en energía deberán encontrarse inscriptos en el Registro Nacional de Clubes de Barrio y de Pueblo. Además, también deberán encontrarse incluidos en el “Registro de Beneficiarios – Clubes de Barrio Res. SE 992/21”.
Los clubes de barrio deben acreditar una antigüedad mínima de 3 años desde su constitución formal, una cantidad mínima de 50 asociados y una máxima de 2.000 al momento de la inscripción.
En definitiva, este es un nuevo ejemplo de que la motosierra de Milei no se detiene y ahora apunta directamente contra los clubes de barrio. Estas instituciones, que cumplen un rol social fundamental en sus comunidades, se ven nuevamente obligadas a resistir y para intentar mantenerse en pie frente a políticas que amenazan su continuidad.