
El pasado miércoles se esfumó la última esperanza del fútbol argentino por continuar en lo más alto del plano internacional. Durante la 3° jornada de la Fase de Grupos del Mundial de Clubes quedaron eliminados Boca Juniors y River Plate, los únicos representantes del país en el campeonato que tiene lugar en Estados Unidos. No obstante, Sudamérica seguirá activa con el cuarteto de equipos brasileños que avanzaron a octavos.
Todo comenzó el día martes con el Xeneize que igualó en su última presentación cuando necesitaba golear y esperar una mano de otro rival. En tanto, el Millonario perdió contra el adversario más fuerte de su zona y al igual que su clásico, se despidió del certamen gracias a lo que sucedió en otro cotejo. La mejor imagen deportiva a lo largo del torneo la dejó el cuadro de Núñez que cosechó un triunfo 3-1 en el debut pese a que no sirvió en la recta final.
Un regreso amargo
La primera mala noticia se dio en Nashville cuando Boca empató en 1 contra el limitado Auckland City de Nueva Zelanda por el Grupo C. El panorama del conjunto de la Ribera era algo complicado porque debía golear y esperar que Bayern Múnich le gane al Benfica, los otros integrantes de la zona. Lo curioso de la situación es que la institución oceánica maneja un nivel amateur y el resultado final dejó sensaciones muy negativas puertas adentro del equipo argentino.
El trámite del duelo decisivo fue de mayor a menor para Boca aunque nunca demostró la supremacía arrolladora que debía entregar contra un rival de ese calibre. A los 26’ se abrió el marcador cuando el golero neozelandés Nathan Garrow se anota en contra tras un rebote en el palo. Sin embargo, a los 52’ llegó la igualdad de Christian Gray, quien ejerce la profesión de maestro en su país. La mayoría del plantel de Oceanía no vive del fútbol y tienen otro trabajo primario.
Asimismo, al poco tiempo de la paridad se debió suspender el encuentro por las alertas de posibles tormentas. La reanudación se dio cuando el partido de los europeos había culminado con victoria 1-0 de los lusos. Las cuentas válidas para el Xeneize implicaban marcar 6 goles y que el éxito sea alemán. De todos modos, los aficionados quedaron decepcionados al ver como su equipo se fue de Norteamérica sin haber podido ganar, ni siquiera a los más débiles.
Cuando el plantel se reencuentre en Buenos Aires para iniciar el nuevo semestre con objetivos poco enriquecedores todo tomará más fuerza. De acá a fin de año, a Boca le queda por delante el torneo local, la Copa Argentina y tratar de clasificar a la Copa Libertadores de 2026. En el certamen federal se clasificó a 16avos y en el plano continental no viene de la mejor manera. En 2024 solo jugó Copa Sudamericana y este año quedó eliminado de todo en febrero.
A inicio de temporada, el Xeneize cayó contra Alianza Lima por la Fase 2 de Libertadores y se quedó sin competencias internacionales. Para muchos hinchas ese fue un duro golpe pero lo sucedido contra Auckland lo superó y generó mucho malestar para con los dirigentes y jugadores. De hecho, la mayoría exige un recambio urgente en el plantel con pocas excepciones que se salvan tras un buen rendimiento y un nuevo liderazgo a nivel institucional.
Un logro inesperado
El Auckland representaba un trámite fácil en el grupo y para los europeos lo fue al recibir 10 goles de Bayern y 6 de los portugueses. Frente a Boca anotaron su único gol y sumaron su único punto, lo que les permitió llevarse U$D 1.000.000 como premio. La institución de Nueva Zelanda fue fundada en 2004 y representa a la más débil que el Xeneize enfrentó en su larga y rica historia. Dentro de su palmarés es el más ganador de su región a nivel local e internacional.
En total acumula 18 títulos nacionales y 13 continentales; mientras que, ostenta un 3° puesto en el Mundial de Clubes de 2014. En la actual edición se dio el lujo de robarle una igualdad a Boca que no gana un partido en los 90 minutos hace 7 presentaciones. Además, quedó en evidencia la preocupante actualidad que atraviesa el cuadro argentino con poco juego, sin carácter ni grandes líderes que motiven a los más jóvenes.
Otro dato desalentador es que Boca no pudo cabecear en los 82 centros que lanzó durante el encuentro, récord mundial desde que se establecen estadísticas. Cabe mencionar que los neozelandeses solo cobran un viático, juegan en sus tiempos libres y poseen otra fuente de sustento económico. Dentro de la plantilla solo 6 apellidos trabajan para el club como técnicos; mientras que el resto tiene oficios alejados del fútbol que tantos millones mueve en Argentina.
Entre alguna de las profesiones de los jugadores está la de chapista, vendedor, maestro, empleado de ferretería, peluquero y agente inmobiliario. Sin embargo, esta cruda realidad no les impidió armarse de valor y coraje para alzarse con un histórico empate contra uno de los clubes más importantes del mundo. Por su parte, la sintonía en el Xeneize está abocada en cambiar la cara para lo que viene con ciertas reestructuraciones en el plantel que darán que hablar.
Un mal resultado
El Mundial de Clubes vislumbró en lo que lleva disputado que la mayoría de encuentros no hubo diferencias abismales entre los equipos. Dentro de esa data se destaca que River empezó con la calculadora luego de la 2° actuación al igualar sin goles contra Monterrey, rival al que dominó con juego pero sin definición. Un mano a mano de Lucas Martínez Quarta con mala puntería encaminó la lamentación de los simpatizantes de cara al último duelo del grupo.
El Millonario jugó con Inter de Italia en Seattle por el Grupo E con la certeza de que un triunfo los clasificaba sin importar otro resultado. En tanto, un empate o derrota implicaba tener una oreja alerta en el partido entre los mexicanos y Urawa de Japón. A pesar de un buen primer período de River, todo se derrumbó de a poco hasta sellarse una caída 2-0. El primer baldazo de agua fría fue cortesía de Monterrey al irse al descanso con una ventaja de 3-0.
Por su parte, los de Núñez se desenfocaron a los 65’ con la expulsión del Chino tras cometer el famoso último recurso. Para los 72’ llegó la apertura del marcador con Francesco Espósito y todo concluyó a los 93’ con Alessandro Bastoni. En el final solo hubo tiempo para la roja a Gonzalo Montiel y un altercado entre Marcos Acuña y Denzel Dumfries. La gran problemática en el equipo de Marcelo Gallardo surgió con las sensibles bajas que se acumularon.
En el estreno se lesionó Sebastián Driussi; mientras que, ante los aztecas se fue expulsado Kevin Castaño y tanto Enzo Pérez como Giuliano Galoppo alcanzaron el límite de amarillas. El DT debió rearmar el mediocampo con Matías Kranevitter y Rodrigo Aliendro, apellidos que arrastraban poco rodaje. De hecho, el Colo sumó su 9° partido en lo que va del año al sufrir varios problemas físicos. Más allá de la alineación inicial, la primera parte entregó un trámite parejo.
Uno de los puntos más apagados fue Franco Mastantuono que se despidió del club para sumarse en agosto al Real Madrid. De cara al segundo semestre, el máximo objetivo de River será la Copa Libertadores con los octavos de final el próximo mes frente a Libertad de Paraguay. Frente a ese panorama, y los torneos locales, el Muñeco sabe que tendrá que modificar el plantel con refuerzos de jerarquía y varias salidas necesarias por bajo rendimiento.
Sudamérica sigue en pie
Más allá del papelón de Boca y el fracaso de River, la presencia sudamericana sigue en competencia con los equipos brasileños. Botafogo, Palmeiras, Fluminense y Flamengo lograron avanzar a octavos con 2 como líderes y 2 como escoltas para medirse ante las mayores potencias del torneo. La última fecha de los grupos comenzó con las clasificaciones del Verdão e Inter Miami en el Grupo A y del Paris Saint-Germain y el Fogão en el Grupo B.
Frente a ese panorama, los clubes brasileños se enfrentarán entre sí y el cuadro norteamericano con Lionel Messi a la cabeza lo hará ante los franceses. A su vez, el día martes se confirmó los pasajes de Benfica y Bayern Múnich junto con el Mengão y Chelsea por el Grupo D. Los portugueses irán ante los ingleses y los bávaros con los sudamericanos. En tanto, al igual que Inter y Monterrey, Borussia Dortmund y el Flu fueron los mejores en el Grupo F.
Los italianos jugarán contra los brasileños y los alemanes ante los mexicanos. Por último, este jueves se definirán las zonas restantes con el poderío europeo como protagonista. En el Grupo G ya están clasificados Juventus y Manchester City y se enfrentan por el liderazgo. El Grupo H presenta la misma ecuación con Real Madrid y Red Bull Salzburgo en igualdad de puntos y próximos rivales. La diferencia está en que el Al Hilal asecha con 2 unidades menos y jugará con Pachuca.