El conflicto bélico en Medio Oriente alcanzó un punto crítico tras los bombardeos masivos de Israel y Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocó a una sesión de emergencia tras la ofensiva, advirtiendo sobre la posibilidad de una escalada que desestabilice la región entera. El secretario general António Guterres llamó a la desescalada inmediata y advirtió sobre el riesgo de “un conflicto regional de consecuencias impredecibles”.
Rechazo internacional a la ofensiva estadounidense
Rusia y China reaccionaron con firmeza. Vladimir Putin calificó la acción de “agresión injustificada” y mantuvo una reunión en Moscú con el canciller iraní Abbas Araghchi, reafirmando su respaldo a Teherán. Putin denunció que Washington fue provocado por Israel y aseguró que Rusia “está del lado correcto de la historia”.
China, por su parte, pidió públicamente evitar una escalada que podría afectar la economía global. Además, instó a Irán a no cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz, una ruta vital para el comercio mundial de hidrocarburos.
Pakistán, Irak, Siria, Argelia y otros países islámicos también repudiaron la ofensiva, mientras el parlamento iraní evalúa represalias económicas y militares.
La situación en Gaza: el drama que no cesa
Mientras la atención internacional se centra en Irán, Gaza sigue viviendo una catástrofe humanitaria sin precedentes. Según el Ministerio de Salud palestino, más de 55.000 personas murieron desde el inicio de la guerra en octubre de 2023. Los bombardeos israelíes no se detienen y Naciones Unidas reiteró su llamado a un alto el fuego inmediato.
El reciente ataque de Estados Unidos e Israel a Irán amenaza con desviar la atención global de lo que organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional consideran un genocidio en curso contra la población civil palestina. Las misiones humanitarias alertan que los hospitales de Gaza colapsaron y que no hay acceso suficiente a agua, alimentos ni medicamentos.
El factor nuclear y las advertencias del OIEA
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresó su preocupación por el paradero de 400 kilos de uranio enriquecido iraní, cuyo destino se desconoce tras los ataques. Rafael Grossi, su director, advirtió que los inspectores no pueden verificar la situación nuclear de Irán desde antes de los bombardeos.
Por su parte, la Casa Blanca aseguró haber destruido “total y completamente” las instalaciones nucleares iraníes. Sin embargo, los expertos dudan de que la capacidad nuclear de Teherán haya sido desmantelada por completo.
El precio económico de la guerra
Las bolsas de valores en Asia y Europa reaccionaron negativamente. El Nikkei de Tokio cayó un 0,6%, reflejando la incertidumbre de los mercados ante el posible cierre del Estrecho de Ormuz, crucial para el transporte de petróleo. Washington pidió a China que medie con Irán para evitar esta medida que paralizaría gran parte del comercio energético mundial.
Incertidumbre regional y mundial
El riesgo de una guerra regional abierta es real. Los actores internacionales llaman a una desescalada inmediata, pero la tensión sigue creciendo. Mientras tanto, la crisis humanitaria en Gaza se agrava, ante el silencio creciente de las potencias.