En lo que va del Mundial de Clubes, que se está disputando en Estados Unidos, les espectadores y especialistas están observando un fenómeno que busca desmitificar el poderio de Europa: los equipos sudamericanos que participan -brasileños y argentinos- no se achican ni temen jugarle de igual a igual a las potencias del viejo continente, manteniéndose invictos hasta el momento.
El primer batacazo del Mundial de Clubes lo dio Palmeiras, de gran presente a nivel continental, cuando empató 0 a 0 con Porto. Si bien el equipo portugués no es una potencia europea ni mucho menos, sí significaba un gran desafío para los brasileños quienes no sólo no se achicaron ante el desafío, sino que pudieron hasta haber ganado el encuentro.
Como ese aliciente, repasaremos cómo fueron los partidos entre los equipos sudamericanos y europeos hasta el momento en el torneo. Además, veremos cómo se derribó el mito de que las potencias europeas supuestamente «iban a pasar por arriba y doblegar a los equipos sudamericanos».
Sudamérica, con la idea firme de competir sin temores
Los equipos sudamericanos -cuatro brasileños y dos argentinos- llegaban al Mundial de Clubes con la expectativa de hacer un buen papel y de reafirmar, en algunos casos, el buen presente que venían trayendo desde sus competencias en Sudamérica.
“Vamos a ir a competir” se escuchó desde las voces de los seis equipos de nuestro continente en relación con las expectativas de cara a la competencia internacional que reúne a las potencias de todo el mundo en un solo torneo. Cada vez que hablaron, dejaron en claro que no la iban a tener fácil, pero que, al mismo tiempo, no se la iban a dejar nada sencillo a los equipos europeos que les tocase enfrentar.
Palmeiras, el equipo mejor ubicado en la tabla general de la Copa Libertadores 2025, es parte del grupo A, donde comparte presencia con Porto y el Inter Miami de Lionel Messi, entre otros.
Botafogo, último campeón de la Copa Libertadores, se encuentra en el grupo B junto con Paris Saint Germain, último campeón de la Champions League 2024/25, y un Atlético de Madrid repleto de argentinos campeones en Qatar 2022.
Boca Juniors está en el grupo C y comparte zona con la potencia alemana Bayern Múnich y con el Benfica de Ángel Di María y Nicolás Otamendi. Siguiendo nuestro recorrido, y dando cuenta a priori difícil panorama de los equipos sudamericanos, Flamengo está en el grupo D con el Chelsea de Enzo Fernández.
En el grupo E se encuentra River Plate junto al Inter de Milán, finalista de la última Champions. Finalmente, en el grupo F se encuentra Fluminense junto con el otro equipo alemán participante del torneo, el Borussia Dortmund.
El continente empieza a plantar su bandera
Pese al panorama sombrío que se instaló desde el día del sorteo en los medios de comunicación y en algunos hinchas respecto a lo que sería el desempeño de los equipos sudamericanos en el Mundial de Clubes, lo cierto es que los equipos de nuestro continente no se han achicado cuando les tocó jugar frente a los europeos.
La primera muestra de ello la dio el Palmeiras cuando empató 0 a 0 con Porto. Los brasileños merecieron más durante el transcurso del partido e hicieron figura al arquero del equipo portugués, Claudio Ramos, quien se lució con diversas atajadas para mantener el cero en su arco.
Luego, quien dio una muestra fuerte de carácter fue Boca, quién igualó 2 a 2 ante Benfica tras incluso, haber comenzado ganando 2 a 0. Desde el minuto cero, encaró el encuentro con total seriedad e impuso condiciones desde un principio y no se achicó para nada. Además, lejos de sentirse inferior, jugó de igual a igual, siempre ante la duda que surgía de los medios argentinos respecto a cómo sería su desempeño.
Siguiendo con la tónica de los empates, quién se hizo fuerte ante un rival de fuste fue Fluminense ante el subcampeón europeo en la 2023/24, Borussia Dortmund. El conjunto brasileño fue más que su rival, pero su arquero, Gregor Kobel, sostuvo al equipo para el 0 a 0 final.
Sin embargo, hasta el momento, el máximo batacazo de este Mundial de Clubes lo dio el Botafogo, cuando derrotó 1 a 0 al PSG, en un duelo entre campeones continentales vigentes. El último campeón de la Libertadores jugó a tan buen nivel que hasta el técnico rival, Luis Enrique, reconoció su buen desempeño.
“Hay que valorar el partido, analizarlo, enseñar en qué cosas podemos mejorar. Creo que en cuanto a actitud y comportamiento mi equipo ha estado muy bien, no hemos estado finos y contra un rival que defiende como lo ha hecho hoy nos ha costado”, reconoció en conferencia.
Un Mundial de Clubes con más desafíos
Las disputas entre equipos sudamericanos y europeos no han frenado ni mucho menos. Todavía quedan un par de partidos para disfrutar y ver si las potencias europeas, finalmente, podrán imponer sus condiciones.
Por la fecha 2 del Mundial de Clubes, Boca enfrentará al Bayern Múnich, mientras que el Flamengo saltará a cancha para enfrentarse contra el Chelsea en un duelo de líderes. Sin duda, dos partidazos en los que, seguramente, veamos nuevamente el gen sudamericano y competitivo que caracteriza a los equipos de este lado del mundo.
Además, por la última fecha de la fase de grupos del Mundial de Clubes, se disputarán dos partidos más entre sudamericanos y europeos: Botafogo, quién, como vimos, viene de dar un batacazo, buscará seguir en la senda triunfal cuando le toque enfrentar a un Atlético de Madrid necesitado.
Por otro lado, River Plate no buscará ser menos y tendrá su primer gran choque en la competencia ante una potencia como lo es el Inter de Milán de Lautaro Martínez y compañía. Sin duda, dos cosas nos quedaron claras hasta el momento en este Mundial: los equipos sudamericanos cuentan con una motivación especial cuando ven a una potencia del otro lado de la cancha.
Estos buscan aprovechar sus momentos en los partidos y no se achican ante la adversidad -más que nada económica-. Y, por otra parte, nunca se debe subestimar a los equipos sudamericanos y a sus ganas de competir que contra cualquier equipo, sin importar que tan complejo sea el desafío.