“Unir las luchas es la tarea”, afirma el colectivo Ni Una Menos en sus redes sociales. A 10 años de la primera movilización masiva de mujeres y disidencias en contra de la violencia machista, se espera esta semana una gran convocatoria en diferentes partes del país.
Si bien el día histórico de lucha es el 3 de junio, en esta ocasión la marcha en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se trasladará al miércoles 4. La decisión la tomó la asamblea transfeminista que realiza el colectivo, con el objetivo de juntar fuerzas con otros sectores sociales.
La cita será este miércoles 4 de junio a las 16 horas en la Plaza de los Dos Congresos. Allí acompañarán el reclamo de les jubilades, que ese día realizan su clásica ronda semanal, en la que muchas veces reciben violencia por parte de la policía.
“Sumemos fuerzas contra el ajuste y la crueldad”, llaman desde las redes sociales del Ni Una Menos. A su movilización también se sumarán otros grupos con diversas consignas, como trabajadores del Conicet, estudiantes, quienes pelean por la Ley de Emergencia en Discapacidad, entre otros.
Una década: 2590 femicidios de mujeres, lesbianas, travestis y trans
El Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos” de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), registró desde el 1 de junio de 2015 al 30 de mayo de este año 2590 femicidios, femicidios vinculados y trans/travesticidios en el país.
De ellos, 86% fueron femicidios directos; el 7% se trató de femicidios vinculados de varones o niños, un 4% constó de femicidios vinculados de mujeres o niñas (11 % en total); y el 3% de trans/travesticidios.
2017 fue el año en el que relevaron más femicidios, con un promedio de 1 cada 29 horas. Mientras tanto, en lo que va del 2025 ya se calculan 95 muertes de mujeres y disidencias por violencia machista.
A su vez, las provincias con mayor cantidad de casos en esta última década fueron Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Salta.
Desde el Observatorio de MuMaLá establecieron que 36 es la edad promedio de las víctimas. Además, el 17 % de ellas ya había denunciado a su femicida.
Por su parte, registraron 2111 femicidas en el transcurso de los últimos 10 años, y 213 femicidios donde el/los perpetradores no pudieron ser identificados (8%). En tanto, 255 (10%) están prófugos.
El 62% eran pareja o ex pareja de las víctimas; el 16% familiares (directos e indirectos); y el 38% convivía con la víctima al momento de cometer el femicidio. Asimismo, el 10% de los femicidas tenía antecedentes penales por violencia de género con otras víctimas.
Los datos del Observatorio de MuMaLá confirman que la violencia machista está presente en la vida cotidiana de mujeres y disidencias, ya que el 64% de los femicidios ocurrieron en la vivienda de la víctima.
El primer Ni Una Menos y una vuelta del tiempo atrás
Aquel 3 de junio de 2015, 300 mil personas en diferentes puntos del país se manifestaron por el femicidio de la adolescente Chiara Páez. Hubo reclamos por políticas públicas al Estado y a la Justicia, como presupuesto para la implementación de la Ley 26.485 de Protección Integral y la publicación de estadísticas oficiales sobre violencia por motivos de géneros.
También la creación de hogares y refugios de emergencia, capacitaciones obligatorias para agentes de seguridad y personal del Poder Judicial, y aplicación efectiva de la Educación Sexual Integral.
Luego de ese estallido social, el 25 de noviembre de 2015, la Corte Suprema de Justicia presentó el primer Registro de Femicidios con las cifras de las mujeres asesinadas en 2014. Un año después se creó el Observatorio de la Defensoría de Género de la Nación.
A fines de 2016, el gobierno de Mauricio Macri presentó el primer Plan de Acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres. Y al comienzo del mandato presidencial de Alberto Fernández, se creó en 2019 el primer Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad nacional.
Pero esos y otros avances sufrieron cientos de retrocesos en lo que va de año y medio de gestión de Javier Milei. A la eliminación de ese ministerio se agrega el cierre del INADI y la prohibición de lenguaje inclusivo – no sexista- en documentos oficiales y la perspectiva de género en políticas públicas.
Ni hablar del desfinanciamiento o eliminación formal de múltiples programas: Acompañar; Registradas; Igualar; ENIA; Generar; y Menstruar. “La Línea telefónica 144 dejó de asistir con exclusividad a víctimas de violencia de género y se disminuyeron sus operadoras”, denunciaron desde el Observatorio de MuMaLá.
“No hubo nuevas incorporaciones a Ley Brisa, Ley N°27.452, ley de Reparación Económica destinada a niñas, niños y adolescentes hijos/as o hijos/as afines de víctimas letales de violencia de género o intrafamiliar”, agregaron.
A su vez, trajeron a colación el discurso de odio del gobierno nacional contra la comunidad LGBTIQ+, con intentos de eliminar el cupo laboral travesti trans y los programas que se crearon para reparar los derechos de dicho colectivo.
La lista sigue y los ataques son constantes. Por ello, y en defensa de los derechos de miles de trabajadores que ven la merma diaria en su calidad de vida, este 4 de junio el Ni Una Menos será el grito de una sociedad que reclama justicia.