El dato del 3,7% de inflación correspondiente a marzo obligó al Gobierno a realizar anuncios para aplacar a la población. Primero fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien confirmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la salida del cepo cambiario. A las 21:30 del viernes, Javier Milei realizó una conferencia de prensa para reafirmar todo. Cuáles fueron las consecuencias de los anuncios y la llegada del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, en una posible muestra de apoyo de Donald Trump.
Caputo detalló que el acuerdo sería de US$ 20 mil millones, US$ 12 mil millones de desembolso inmediato, US$ 2 mil millones en los próximos 60 días y US$ mil millones durante el resto del año. Además, anunció la salida del cepo cambiario y, en un comunicado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) explicó que, a partir de ahora, “se habilita el acceso al mercado de cambios sin restricciones para personas humanas”.
También informó sobre un nuevo esquema de flotación entre bandas, donde el dólar variaría entre $1000 y $1400. Este modelo no es nuevo, sino que ya lo había intentado implementar, sin éxito, Guido Sandleris en el Gobierno de Mauricio Macri. No obstante, no duró mucho tiempo, dado que tuvieron que dar marcha atrás.
Requerimientos para el acuerdo
Como siempre que se le pide plata al FMI, no viene sin requisitos. En ese sentido, hubo pedidos de una reforma estructural que abarque el trabajo, las jubilaciones y las empresas estatales. En el caso de la gestión de La Libertad Avanza, sería profundizar las políticas ya establecidas.
Desde el FMI destacaron la buena predisposición del Gobierno para realizar estas modificaciones. Esta sumisión está detallada en el acuerdo que firmaron Caputo y el presidente del BCRA, Santiago Bausili. Allí confirmaron que están “dispuestos a adoptar cualquier medida adicional que resulte apropiada para este fin y consultaremos con el personal técnico del FMI sobre la adopción de estas medidas”. Fragmento revelado por Alejandro “Topo” Rodríguez, director del Instituto de Consenso Federal, en su cuenta de “X”.
Uno de los primeros requisitos es una reforma impositiva que desde el Poder Ejecutivo anunciaron que presentarán en diciembre. El staff report pide que “remueva los impuestos más distorsivos al comercio y las transacciones financieras, y reduzca los gastos fiscales ineficientes para ciertos grupos y sectores”.
El acuerdo también contempla una reforma jubilatoria que incluiría, entre otras cosas, un aumento de la edad jubilatoria y de los años de aporte. Además, proponen una mayor flexibilización laboral, el fin de los subsidios a la energía, un programa para la privatización de las empresas públicas establecidas en la Ley de Bases y la presentación de un proyecto de presupuesto para 2026 con déficit cero.
El secretario de Tesoro viene a sellar el acuerdo
En medio de estos anuncios, llega a Argentina Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos. La visita representa un apoyo del presidente norteamericano a Javier Milei y el primer desembolso de dinero de US$12.000 millones.
Bessent viene de Ucrania y se reunirá con el mandatario argentino. El secretario del Tesoro está casado con John Freeman, un ex fiscal de Nueva York, con quien tiene dos hijos nacidos de vientres subrogados. ¿Habrá algún inconveniente tras los dichos homofóbicos expresados por Milei, principalmente en su último discurso en el foro de Davos?
La reunión con el presidente no es la única que mantendrá en su visita. También se juntará con Luis Caputo y con empresarios y ceos de empresas estadounidenses que invierten en Argentina. Será una visita de 12 horas que el Gobierno manejó herméticamente.
La visita también buscaría limitar la llegada de inversiones chinas, como así también la influencia del país asiático en la región. A su vez, la presencia de los empresarios se relacionan con las posibles privatizaciones establecidas en el acuerdo con el FMI, principalmente para la explotación de Vaca Muerta y el negocio de litio.
Reacciones a los anuncios
Desde el Gobierno fueron todos festejos. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich señaló en una entrevista que lo estaba mirando con el Presidente y se festejó como “el último penal de Montiel en el Mundial”, aunque antes se lo había confundido con Tagliafico.
En la oposición, las respuestas no tardaron en aparecer. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó al ministro de Economía y al FMI. Primero, habló de “los Caputo Boys”, que, “en apenas 7 años, empomaron a los argentinos fugando miles y miles de millones de dólares, después de ganar fortunas, él y sus amigos, con el carry trade”. Y después dijo que los dólares que el Fondo le pone “a los gobiernos gorilas» como el de Milei y el de Macri “se terminan pagando con la miseria y el hambre del pueblo argentino”
El ex ministro de Economía Martín Guzmán, denunció que el FMI violó sus reglas para prestarle tanto al país. Dado que “necesita que se cumpla una regla que dice que hay amplio apoyo político y capacidad institucional para implementar el programa” y según él no lo hay.
Parte del Fondo también presentó dudas acerca del préstamo. Según La Política Online, primero corrieron al chileno Rodrigo Valdés, que era crítico al endeudamiento argentino. También aseguran que la turca Ceyla Pazarbasiogluel, directora del Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación (SPR) del FMI “se excusó de firmar la autorización del nuevo crédito”. Por lo que tuvieron que intervenir dos funcionarios menores para habilitar el puesto.
El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires llegó a la misma conclusión que la ex presidenta. Axel Kicillof escribió en su cuenta de “X”: “Mientras se agrava la inflación y continúa cayendo el consumo, Milei celebra más deuda, ajuste y sumisión al FMI. Tras destruir jubilaciones y salarios, paralizar la obra pública y la producción, secuestrando los recursos de las provincias, el Presidente (estafador de fama mundial) intenta vender como éxitos lo que en realidad son pésimas noticias para el pueblo”.