“No son hechos aislados, estamos siendo perseguides en las redes sociales y en las calles”, afirman agrupaciones del colectivo LGBTIQ+ como la Red autoconvocades y organizaciones lesbianes y Sueños de mariposas. En esta ocasión, se refieren a un ataque femicida en La Plata, capital de Buenos Aires.
En concreto, el pasado 29 de enero Juan José Juárez apuñaló a Elba del Valle Contreras en las calles 119 y 40, en el barrio Hipódromo platense. Debido a las lesiones, la mujer falleció poco después en el Hospital Gutiérrez. Pero eso no fue todo, sino que esa misma noche agredió a otros dos hombres que lograron sobrevivir.
Las organizaciones queer de la zona denuncian que Juan José Juarez también quiso atacar a una militante lesbiana, luego de abordar a las otras tres víctimas. Pero gracias a la ayuda de vecines, se evitó este último embate.
“Que oportuno tener un incendio como el de la familia de lesbianas en Cañuelas y este intento de masacre, en la semana previa a la Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista del 1 de febrero en Argentina y otros países”, reflexionan en sus redes sociales la Red autoconvocades y organizaciones lesbianes y Sueños de mariposas.
Ataques en el barrio Hipódromo
El femicidio de Elba del Valle Contreras ocurrió durante la noche del pasado 29 de enero, en la esquina de las calles 119 y 40. La mujer había salido de su domicilio para realizar unas compras cuando la atacó Juan José Juarez, de 33 años. Sin mediar palabra la apuñaló, y tras esas heridas la trabajadora de la Universidad Nacional de La Plata falleció en el Hospital Gutierrez.
El asesino agredió también a dos hombres en la zona, cercana al Hipódromo y a la estación de trenes. Desde Sueños de Mariposa comparten que uno de los sobrevivientes era una persona en situación de calle cuyo ataque sucedió en la puerta del hospital donde duerme de forma habitual.
Más tarde la policía detuvo a Juárez, cuya imputación es por «homicidio, tentativa de homicidio y lesiones». Ahora, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°2 investiga el móvil del crimen y la relación del agresor con las víctimas.
Tanto Sueños de mariposas como la Red autoconvocades y organizaciones lesbianes denuncian que el asesinato de Elba del Valle Contreras no se nombra como femicidio. Relatan que si bien el hecho se reprodujo en múltiples medios de comunicación, no se tomó en cuenta la cuestión de género.
A su vez, manifiestan que no se difundió el ataque que no fue. “En la cámara de un almacén se puede ver a quien hubiera sido la cuarta víctima, pero ello no es mencionado en las notas”, expresan en sus redes sociales. Y agregan que se trata de “una lesbiana visible y comprometida con la defensa de los derechos de nuestro colectivo”.
En ese sentido, aseguran que esa noche “se salvaron una lesbiana y un pibe trans. Ambos se cruzaron con el agresor la noche de la asamblea autoconvocada del miércoles pasado en la ciudad de La Pata”. Se refieren a la reunión multitudinaria que se dio en pleno centro platense, en la previa a la marcha antifascista del 1 de febrero.
Camino liberado
Juan José Juarez se negó a declarar. Según lo que señalaron voceros abocados a la pesquisa al Diario Hoy local, el hombre se reía después del asesinato y cantaba en el calabozo. Pero el informe psiquiátrico determinó que el homicida es imputable, ya que está ubicado y entiende lo que dice. Sin embargo, Betina Lacki, la fiscal a cargo de la instrucción, solicitó una evaluación más profunda.
La familia de Elba insiste en que Juárez no tuvo un brote psicótico, sino que se trató de un crimen premeditado. Si bien todavía no hay una resolución precisa, el ataque múltiple se suma a otras agresiones del mismo estilo a personas del colectivo LGBTIQ+.
Por ejemplo, el pasado 5 de febrero un hombre atacó en el barrio porteño de Recoleta a una pareja de lesbianas que caminaban por la calle de la mano. Y el mismo miércoles 29 de enero, cuando Juárez asesinaba a Elba en La Plata, en Cañuelas un vecino prendió fuego la vivienda de otra pareja de lesbianas, tras años de hostigamiento sustentado en el odio a las disidencias sexuales. No hubo víctimas fatales ya que ellas habían decidido mudarse, para no padecer más provocaciones.
“No son hechos aislados”, repiten organizaciones queer y feministas. Los embates proliferan en un contexto donde desde el gobierno nacional se desmantela todo lo relacionado a políticas de género. Sin ir más lejos, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona reafirmó la intención de eliminar la figura legal de “femicidio”, luego de los nefastos dichos del presidente Javier Milei en el Foro Económico de Davos acerca del colectivo LGBTIQ+.
“Contra los discursos de odio nos pronunciamos en apoyo a nuestra comunidad lésbica”, concluyen desde la Red autoconvocades y organizaciones lesbianes en sus redes sociales. “La libertad nos pertenece; las calles son nuestras y la noche también. ¡Que dormir y despertar no sea un privilegio heterosexual!”.