Los músicos de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires continúan buscando que el Gobierno porteño, encabezado en la actualidad por Jorge Macri, reconozca y pague las deudas que acumuló durante más de dos décadas.
Hace cinco años, la Justicia respaldó a los artistas en un juicio que duró más de veinte años. Sin embargo, las dilaciones por parte de las autoridades y las maniobras legales de la Procuraduría de la Ciudad, respaldadas por el juez Marcelo Segón, los mantuvieron en una batalla legal interminable. Siete veces le solicitaron audiencias presenciales al letrado, pero este se negó en todas las ocasiones.
Desde la promulgación de la Ordenanza 45.604 hace treinta y dos años, los músicos enfrentaron la resistencia del Gobierno de la Ciudad para cumplir con las obligaciones laborales establecidas por la Justicia. Los artilugios legales y las idas y vueltas del Juzgado 17 en lo Contencioso Administrativo a la Cámara de Apelaciones prolongaron de forma innecesaria la espera de una resolución justa.
El camino judicial de la Banda Sinfónica
En la actualidad se requiere hacer un reajuste de la liquidación y el Cuerpo de Peritos Contadores del Consejo de la Magistratura debe realizarlo por decisión del juez. Este Organismo dilata el estudio y confección de las liquidaciones y el Juzgado lo apaña y demora la remisión de los expedientes. Por eso solicitan que le apliquen multas y se remueva a dicha entidad.
Las protestas de los músicos, que realizaron más de 25 manifestaciones desde el fin de la pandemia, fueron una estrategia efectiva para evitar que los expedientes queden olvidados en los escritorios judiciales. A pesar de la incomodidad que estas acciones puedan causar a los jueces, lograron mantener viva la atención sobre su caso y exponer las maniobras vergonzosas que enfrentaron en su búsqueda de justicia.
Además de las dificultades judiciales, los músicos tuvieron que resistir la derogación anticonstitucional de puntos clave de la Ordenanza 45.604. A pesar de un fallo favorable, una intervención oscura en la Legislatura a través de un Digesto eliminó artículos que les otorgaban derechos fundamentales. Los legisladores, a su vez, no actuaron para restablecer la ley digesto que votaron “sin darse cuenta”, dejándolos desprovistos de sus derechos fundamentales.
A pesar de más de dos años de lucha y protestas, los artistas lograron que la Cámara de Apelaciones reconozca una vez más los puntos esenciales de la ordenanza para aquellos involucrados en este largo juicio. No obstante, la entrada de nuevos integrantes en el organismo augura una nueva batalla por la recuperación de sus derechos.
Los músicos de la Banda Sinfónica llevan arte y cultura a los ciudadanos, ofreciendo música de calidad de manera gratuita. Intentan hacerlo en condiciones adecuadas y cobrando el salario establecido por la ordenanza, respaldado por un fallo con sentencia firme.
Ahora, esperan que cesen las excusas dilatorias y que el gobierno de Jorge Macri cumpla con su deuda de más de veinte años. En otras palabras, que se haga justicia y se respeten los derechos fundamentales de quienes contribuyen a enriquecer la vida cultural de la ciudad.