Luego de complejas operaciones de rescate debido a las inclemencias meteorológicas, el gobierno de la República Islámica de Irán confirmó la muerte de su presidente, Ebrahim Raisi, y la tripulación que viajaba en helicóptero. Rápidamente, el ayatollah Seyed Ali Khamenei, Líder Supremo iraní, ordenó la sucesión, y el primer viceministro, Mohammad Mokhber, lo relevará.
Nota al Pie analiza la inesperada muerte de Raisi a la luz del sistema político de la República Islámica y el desafío de sostener el esquema de gobierno en un escenario regional caótico.
Accidente aéreo
El helicóptero se estrelló este domingo en la zona boscosa de Dizmar, entre las aldeas de Uzi y Pir Dawood, ambas ubicadas en la provincia noroeste de Azerbaiyán oriental. Todos los pasajeros fallecieron inmediatamente luego de un aterrizaje forzoso debido al severo temporal que afectó el vuelo, incluído Ebrahim Raisi y el ministro de Asuntos Exteriores persa, Huseín Amir Abdolahián. La pequeña delegación se había trasladado a la región azerí para que el presidente inaugurara junto con su homólogo, Ilham Aliyev, la presa Quiz Qalasi sobre el río Aras.
Más de veinte equipos de rescate habían sido enviados a la zona, además de grupos de las fuerzas armadas iraníes, colaboraron en la adversa operación de búsqueda. Las malas condiciones meteorológicas, en especial una densa niebla, entorpecieron las tareas de los rescatistas. Finalmente, la cabina del helicóptero MI 17 fue hallada completamente quemada. Además de Raisi y Abdolahián, a bordo estaban el gobernador de Azerbaiyán oriental y el ayatollah de la mezquita de Tabriz, Al-Hashem.
Radiografía política de Raisi
Ebrahim Raisol-Sadati tenía 63 años y ejercía su función de presidente desde el 5 de agosto de 2021. Fue un político de carrera que había desempeñado varios cargos en el sistema judicial irán como fiscal general entre 2014 y 2016, además de haber sido vicepresidente de la Corte Suprema entre 2004 y 2016 y presidente de la misma entre 2019 y 2021. Durante las décadas de 1980 y 1990 fue fiscal y fiscal adjunto de Teherán y también formó parte de la Asamblea de Expertos desde 2007.
En 2017 se había postulado como candidato a la presidencia en representación del Frente Popular de las Fuerzas de la Revolución Islámica, perdiendo ante el presidente Hasán Rohaní obteniendo el 38,3% de los votos. Raisi expresó en 2021 una elección segura para la Guardia Islámica en un momento muy delicado por los numerosos problemas internos de Irán, sumados a la frágil salud de su Líder Supremo, Khamenei. “La nación iraní no debería preocuparse. No habrá interrupciones en las operaciones del país”, afirmó a propósito de la muerte del presidente, el ayatollah.
El portavoz del Consejo de Guardianes de la República Islámica de Irán, Hadi Tahan Nazif, anunció que el primer vicepresidente de la república, Mohamad Mojber, asumirá las funciones, tal cual lo prevé la Constitución. Asimismo, aclaró que se conformará un consejo responsable de adoptar las acciones necesarias para la realización de elecciones presidenciales en un plazo de cincuenta días.
La teocracia ayatollah, un esquema de poder
“El presidente del pueblo iraní, trabajador e infatigable, ha sacrificado su vida por la Nación. El gran espíritu del presidente popular y revolucionario de Irán se ha unido al Reino Supremo”, expresó el gobierno inmediatamente se confirmó la tragedia. Desde la Revolución Islámica en 1979, Irán adoptó un sistema de gobierno piramidal con un presidente subordinado a un Líder Supremo, también llamado ayatollah (“Señal de Dios” en idioma persa). Desde 1989, ese cargo lo ocupa Alí Khamenei, quien fue electo por una Asamblea de Expertos y ejerce el poder de forma vitalicia y por mandato divino.
El chísimo, segunda rama del islam profesada por alrededor del 10% de los 1900 millones de musulmanes pero de fuerte influencia en Irán, es el culto oficial; y el ayatollah es su máximo representante. A su vez, el Jefe de Estado reúne el poder político y es el responsable de la fuerza militar a nivel nacional. En un segundo rango se ubica el presidente de la República Islámica, electo por votación popular cada cuatro años y encargado de la administración diaria. Dirige la acción política iraní, pero siempre bajo el mando del Líder Supremo, fundamentalmente en decisiones relativas a seguridad y asuntos exteriores.
Si bien Mokhver asumirá de forma provisoria, se establecieron elecciones generales en cincuenta días para designar al nuevo presidente. Los candidatos que participarán de la campaña serán electos por Jamenei, excluyendo de este modo a la oposición política. Entre los principales aspirantes está el “speaker” del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibat, y el influyente Mohassen Rezace, cercano ideológicamente al Líder Supremo. Los Pasdaran (“guardián” en persa), que representan al Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica que congrega a un sector de la fuerza militar y de inteligencia, han escalado posiciones y actualmente controlan algunos resortes del área económica.
Desafío interno con un frente externo convulsionado
La muerte del presidente Raisi coincide con un momento de alta tensión a nivel regional por la guerra en Gaza, en la que Irán y su principal rival, Israel, tienen intereses directos. De hecho, la confrontación geopolítica tuvo una escalada importante a partir del ataque israelí al consulado iraní en Damasco, y la consecuente represalia persa denominada Operación Promesa Verdadera. Si bien el enfrentamiento se ha controlado, el devenir aún es incierto, y la doctrina de política exterior iraní juega un rol fundamental.
En ese sentido, el viceministro de Asuntos Exteriores, Ali Bagheri Kani, sucederá a Amir-Abdollahián como nuevo titular de la cartera. El triunvirato conformado por Mokhber en el Ejecutivo, Ghalibat y Moshesi-Eje’i representa más al sector Pasdaran que al clerical, con lo cual allí se resolverá el esquema de gobierno. En contraparte, Bagheri Kani sí sintetiza la lealtad al Líder Suprema y la casta religiosa.
En tanto, el fiscal general de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, pidió esta mañana emitir órdenes de arresto contra: el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; su ministro de Defensa, Yoav Gallant; el líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar; el comandante de las Brigadas Al Qassam, Mohammed Deif; y el líder del Buró Político de Hamás, Ismael Haniveh. El desorden político que ha generado la muerte de Raisi se conjuga con la situación de empantanamiento que Tel Aviv sufre en territorio palestino.