Luego del cierre de Télam, el gobierno de Javier Milei sigue adelante con el vaciamiento de los medios públicos. La posible suspensión de la TV Pública parece ser inminente después de la renuncia de su director, Juan Parodi, y la cancelación de todos los programas.
En vísperas del 24 de marzo, Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, el futuro de Canal 7, tal como se lo conoce, es incierto. Además, será la primera vez en 40 años de democracia que el acto no será transmitido por los medios públicos. “La pantalla estará apagada. Sin embargo, habrá una transmisión especial por Somos Télam desde las 19.30”, escribió la periodista y conductora, Irina Sternik.
En la misma línea, Sternik amplió sobre su situación y la de 10 compañeros contratados: “Ayer nos comunicaron que no iban a renovarnos los contratos; que seguiríamos hasta el 27 de marzo, como el resto de los 70.000 empleados públicos que esperan notificación”.
La censura a los medios públicos
El viernes 22 de marzo, tras una reunión entre las autoridades del canal y de Radio Nacional con el gobierno, se presentaron las primeras renuncias. De esta manera, se comunicó que no se emitirán más los noticieros: no habrá matutinos, ni el de medianoche, tampoco los fines de semana. “El canal quedará cerrado desde el jueves 28 de marzo hasta el 3 de abril”, amplió Sternik.
La TV Pública cuenta con 73 años de historia, 8 estudios y un museo. Además, atravesó todos los gobiernos desde 1951. Frente al cierre, desde SiPreBA-Canal 7 denunciaron los despidos de más de 10 periodistas y acusaron al gobierno de convertirlo en un “canal de propaganda”.
“La censura tiene un objetivo: que los medios públicos no informen sobre el brutal ajuste que sufre nuestra sociedad”, escribieron en su último comunicado. Lo cierto es que la marcha de este año, al grito de “Nunca Más”, no contará con la cobertura oficial de la TV Pública y de Télam.
La decisión de no transmitir el evento, que históricamente fue un punto de encuentro para honrar a las víctimas del terrorismo de Estado en Argentina, plantea interrogantes sobre la libertad de prensa y el compromiso del Gobierno nacional con la memoria colectiva. Además, será la primera vez en democracia que los medios públicos no cubrirán las marchas del 24M.
“Esta decisión por parte de la intervención de los medios públicos que encabeza Diego Chaher tiene el agravante de que ni Juan Parodi (quien habría renunciado en las últimas horas), director de la TV Pública, ni Fabián Gijón, gerente de noticias, tuvieron la delicadeza de hablar con cada uno de esos compañeros y compañeras. Ni dieron respuesta a su representación gremial cuando se solicitó que den previsibilidad a los trabajadores”, afirmaron.
Un desmantelamiento a medida del Gobierno
Bajo el pretexto de reducir el gasto público, el gobierno negacionista de Milei continúa avanzando con un desmantelamiento a su medida. Desde el 4 de marzo, Télam dejó de brindar el servicio de noticias como consecuencia de la intervención de la empresa. Mientras tanto, les trabajadores decidieron seguir adelante con su labor en el sitio “Somos Télam”.
Por su parte, Radio Nacional no podrá enviar móviles para cubrir los actos del Día de la Memoria. Desde la emisora informaron que solo se proporcionará información “acotada” a través de los boletines informativos. Además, el tema solo podrá mencionarse de forma “lavada” y “lo más neutro posible”.
A esto se suma el conflicto en la TV Pública con la baja de programación, donde despidieron a “Cocineros Argentinos” luego de 15 años al aire. Todo indica el silenciamiento de una fecha con convocatoria multitudinaria. Al igual que ocurrió con el 8M, Día Internacional de la Mujer, cuando los principales medios no dieron cobertura central a la movilización masiva de los feminismos.
“En un contexto de retroceso en materia de derechos humanos y de proliferación de discursos negacionistas, ¿qué tipo de cobertura tendrán los actos a 48 años del golpe?”, cuestionó la periodista y ex trabajadora de TV Pública, Felicitas Bonavitta.
Hoy, a 48 años del último golpe cívico-militar, es necesario recordar que el rol de los medios de comunicación en las sociedades democráticas es fundamental para garantizar el derecho al acceso a la información, promover la pluralidad de voces y desconcentrar el poder de los medios hegemónicos.