Este viernes, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer, el suplemento Las12, de Página 12, sacó su último número en papel después de 26 años. La despedida solo aplica al ámbito impreso, dado que los escritos con mirada feminista saldrán de manera digital.
“Nacimos cuando el feminismo era esa ‘palabra con f’ a la que era mejor no decir para no perder lectores”, escribieron las creadoras del suplemento. En sintonía, aseguraron que “tantas de las pibas de la marea verde y el grito de Ni Una Menos crecieron con las páginas de Las12, se formaron, se enojaron, se despertó su curiosidad”.
La historia de “Las 12”
El suplemento feminista salió a la luz por primera vez en 1998. Desde entonces, todos los viernes acompañó la edición del diario. “A lo largo de estos años hemos colaborado a dar vuelta ese estigma, fuimos parte y acompañamos los procesos colectivos que convirtieron al feminismo en una casa donde estar, con las disputas que toda casa implica”, aseguraron.
En sus páginas aparecieron referentes feministas y transfeministas, pioneras y jóvenes. “Escribimos sobre la huellas de quienes escribieron antes y seguiremos contando, opinando y narrando desde la construcción de un periodismo feminista del que somos parte”, reflexionaron.
Durante esta última semana, desde la redacción del medio lanzaron una campaña en la que pidieron a sus lectoras que envíen fotos con las tapas del suplemento impreso de todos estos años. “Dejamos la materialidad de pasar las hojas, de dejarse leer sin que te salten anuncios”, anunciaron y agregaron: “Ya no van a poder guardarse los números, coleccionarlos ni prestarlos. Pero vamos a seguir estando”.
Útimo número en papel del suplemento Las12, de Página12. Salía hace 26 años. Un espacio vital para acompañar a las mujeres, poner el foco en sus urgencias, necesidades, desigualdades y en la construcción de colectivos de lucha. Es simbólico que suceda justo ahora. pic.twitter.com/pCqhZcoyX9
— Adriana Lorusso (@lorusso10) March 2, 2024
La mirada de género en el periodismo
Las12, como otros tantos espacios, incluyeron la perspectiva de género y una mirada transfeminista a los medios de comunicación. Desde su espacio, buscó poner en agenda temas como la violencia, la identidad o las tareas de cuidado, los cuales hasta hace algunos pocos años no se trataban en los medios más hegemónicos.
En relación al periodismo con perspectiva de género, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres afirma que “la actividad periodística debe estar libre de sexismo y ser respetuosa de los derechos de las personas en la selección, producción y distribución de la información”. Durante un conversatorio, la periodista guatemalteca Quimy De León, manifestó que “el periodismo feminista pone a las mujeres en el centro de la narrativa; es decir, expone sus intereses, problemáticas y motivaciones”.
En la misma línea, desde la revista IDEES, aseguran que el periodismo feminista ayuda a crear un pensamiento crítico. Según su artículo titulado “Periodismo feminista: la apuesta por una intervención transversal y radical”, este tipo de periodismo “ayuda a reparar las desigualdades de género, cuestionando la realidad que hasta ahora se nos ha mostrado como única verdad impuesta desde el poder androcéntrico”.
La pelea por el papel
El suplemento Las12 no es el único que dejó de prescindir del papel. Durante el mes de enero, el diario económico Ámbito Financiero también anunció que dejaría de publicarse en ese formato, algo que hacía desde diciembre de 1976. La última edición impresa fue el viernes 26.
En un artículo titulado “La crisis de la prensa escrita”, se advertía de esta situación. Allí les autores afirman que “en las últimas décadas, los diarios impresos han sufrido caídas dramáticas en los números de lectores e ingresos”. Además, aseguran que “en Latinoamérica son varios los títulos cuya circulación se ha visto afectada, llevando a algunos a su completa desaparición o a su mutación a la era digital”.
Un caso similar es el de la Revista Crisis, la cual desde hace años blanquea su dificultad para mantener los costos de la impresión en papel. Al respecto, en una nota de 2022 anunciaba: “El número 56 de la revista tuvo un costo de impresión que duplicó el que tuvo el número 55. Los nuevos valores, que ya venían en alza, tienen su obvio impacto y nos obligan, a su vez, a realizar un aumento en el precio para hacer sostenible al proyecto”.
Otro factor ante la problemática de la impresión es el monopolio del papel. En Argentina, solo tres empresas controlan el total de la producción, y si a eso se le suma que las imprentas trabajan con insumos que no se producen en el país, las subas de precios son constantes.
Por último, en el caso de las tiradas más chicas, siempre son más caras, lo que significa que cualquier proyecto editorial que no demande decenas de miles de ejemplares sufre mucho más impacto.