Si el año venía haciéndose cada vez más largo y costaba llegar a fin de mes con la inflación creciente de Argentina, este 2024 nos trae otro obstáculo: un día más al final de febrero. Nota al Pie repasa todo lo que hay que saber sobre el 29
Este día existe cada cuatro años porque sino el calendario se desalinearía de forma progresiva. Esto se debe a que cada año trópico tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,25 segundos.
En ese marco, como la Tierra tarda 356,242 días en dar la vuelta completa alrededor del sol, se agregó el 29 de febrero para cubrir esas casi seis horas que se pierden cada año. Sin los años bisiestos hubiese habido problemas con las estaciones, la agricultura, el clima y otros aspectos vinculados con el ciclo solar.
Un poco de historia
El primero en introducir el año bisiesto fue el emperador romano Julio César en lo que se conoce como calendario juliano. El primer año bisiesto fue el 45 a.c. No obstante, el calendario actual es el gregoriano, creado en octubre de 1852 por el Papa Gregorio XIII con el fin de refinar los problemas que tenía el juliano.
Gregorio mantuvo la idea del año bisiesto, pero estableció que solo sería de este tipo si es divisible por cuatro. No será bisiesto si puede ser dividido por 100, pero no por 400. Por esa razón, el 2000 fue bisiesto, pero no 1700, 1800 y 1900. La próxima excepción será el 2100.
¿Mala o buena suerte?
De acuerdo a la tradición italiana, los 29 son días para comer ñoquis porque traen prosperidad y buena suerte por la leyenda de San Pantaleón. Para eso se suele poner dinero debajo del plato.
Se dice que el 29 de febrero, al ser un día que sucede cada cuatro años, es un día más especial que otros, por eso se invita a continuar la tradición de los 29 y, además, agregar un deseo particular que queramos que suceda, más en épocas de crisis como la que vive Argentina.
En países como Grecia, Escocia e Italia el día se considera de mala suerte y se recomienda no casarse ni iniciar un negocio. Para los griegos casarse en este año lleva a que tu pareja fracase. Los años bisiestos también son considerados de mala suerte debido a la cantidad de sucesos trágicos que sucedieron.
Algunas de las tragedias que se dieron en años bisiestos: en 1612 murieron William Shakespeare y Miguel de Cervantes; la guillotina fue utilizada por primera vez en 1972; en 1812 Napoleón fue derrotado en Rusia; en 1912 sucedió el hundimiento del Titanic; en 1932 comenzó la Guerra Civil española; en 1940 se construyó el campo de concentración de Auschwitz; 1948 fue asesinado Mahatma Gandhi, en 1968 fueron asesinados Martin Luther King y Robert F. Kennedy; en 1976 se dio la última dictadura cívico militar en Argentina; en 1980 mataron a John Lennon y en 2020 se originó la pandemia de Covid-19.
¿Qué pasa si naces un 29 de febrero?
Se calcula que hay una probabilidad de 1 entre 1.461 de nacer en esta fecha. La gente nacida el 29 de febrero representa el 0,1% de la población mundial. Al ser tan pocos tienen una conexión que quizás no tienen otras personas y se armaron varios grupos de Facebook, tanto en Argentina como en el mundo, donde se juntan a contar sus experiencias.
En Estados Unidos, incluso se reúnen para festejarlo y hasta lo celebran en un crucero. Hay una ciudad cerca de la frontera con México en Texas, llamada Antony que se considera la capital de los años bisiestos y hace una fiesta. En Irlanda, en el 2004, le pagaron 100 euros a les niñes nacides en ese día para conmemorar el décimo aniversario del Año Internacional de la Famila, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1994.
Una persona argentina, al nacer, debe ser inscripta en el Registro Civil de acuerdo a la Ley 17.671 sancionada en 1968. Si alguien nace un 29 de febrero, legalmente hay que inscribirle con esa fecha de nacimiento, pese a que después termine festejando el 28 de febrero o el 1° de marzo. En otros países como Ecuador, quienes nacen ese día deben anotarse un día anterior u otro posterior.