A una semana del derrumbe en Caballito, del que resultaron dos personas fallecidas, vecinos del lugar se autoconvocaron para reclamar por el ingreso a sus casas y una solución habitacional. La movilización tuvo lugar este miércoles en la avenida Pedro Goyena 555.
A través de un comunicado, les habitantes del edificio informaron que la medida se tomó “para recuperar todo lo que quedó dentro de sus casas, a las que no pudieron volver luego del trágico día”.
“Necesitamos ingresar a nuestras viviendas por nuestras pertenencias, la de adelante es la que tiene peligro de derrumbe. No trabajaron en todo el fin de semana largo y hoy tampoco. Estamos en la calle, sin ropa, sin plata, sin comida”, comentó desesperado uno de los damnificados a Télam.
“Necesitamos computadoras para trabajar, uniformes y útiles escolares para comenzar las clases el próximo 26 de febrero. Toda nuestra vida es un caos”, agregó el vecino, quien fue víctima del desmoronamiento junto a otras familias.
La vida después del derrumbe
En diálogo con Nota al Pie, Fernando Oeste, uno de los vecinos damnificados, comentó que no tienen expectativas de recuperar sus objetos personales. “Cada vez estamos peor que el jueves 8 de febrero, día del derrumbe”, aseguró.
“No hay información. Hasta el miércoles, la empresa constructora iba a presentar el proyecto para avanzar con lo que van a demoler”, explicó Fernando. En ese aspecto, precisó que la idea es “contener las paredes sobre las unidades 2 y 3 para, supuestamente, hacer un puente e ingresar a retirar las cosas”.
Sobre ello, desde la Guardia de Auxilio destacaron que les propietaries deberán aguardar a que la constructora presente el plan de obra antes de tomar medidas. Además, hicieron hincapié en que se trata de una estructura suspendida en el aire, por lo que es necesario demolerla ya que representa un peligro de derrumbe al no estar sostenido con nada.
“Es un desastre, todos estamos con lo que salimos el día jueves a la una del mediodía. Estamos con la misma ropa. Llegamos a la noche, se lava y al otro día volvemos a salir”, lamentó el vecino. “Nos encontramos en la calle, viviendo cada familia en un lugar diferente con nuestros familiares, ayudándonos”, precisó.
La denuncia sobre el riesgo de colapso
El derrumbe ocurrió hace una semana en un departamento ubicado en Pedro Goyena 557, en el barrio de Caballito. La tragedia se produjo luego de que una de las 14 unidades que conforman el edificio colapsara como resultado del desplome de la medianera de una obra contigua.
Sin embargo, ya en el 2023 les vecines habían alertado acerca de signos preocupantes en la estructura del PH. A ello se sumó otro informe, donde se advirtió sobre “el deslizamiento de los caños de la vivienda y su peligro de colapso”.
En tanto, por el momento la causa del derrumbe se encuentra bajo la investigación de la justicia porteña, en la que se analiza la posibilidad de irregularidades en la inspección y habilitación de una edificación vecina.
La tragedia tuvo como consecuencia el fallecimiento de dos hermanos de 75 y 77 años, quienes habían solicitado una inspección de la vivienda al sospechar que la obra lindera estaba ocasionando sus roturas.
El tardío informe, entregado una vez ocurrido el desplome de la medianera, constató que “se encontró que las cañerías están en perfectas condiciones, pero por los movimientos de estructuras ocasionados por la gran obra en construcción de al lado, cedió la cañería cloacal y pluvial como era de esperarse”.
La necesidad de una solución inmediata
Tras el desmoronamiento, les vecines afectades exigieron al Gobierno de la Ciudad una solución habitacional. “Supuestamente hoy o mañana vamos a tener una respuesta positiva ante ese pedido, cada familia tiene una problemática diferente: hay gente mayor, hay gente enferma”, explicó Fernando.
“Todavía no sabemos si esa solución va a ser una partida dineraria o un departamento dentro de la zona de Caballito”, comentó Oeste, al tiempo que aseguró: “A partir de ahí vemos cómo seguimos con el tema legal”.
Respecto al tema legal, detalló: “Estamos las 14 unidades juntas del pH para accionar legalmente en conjunto”. Además, agregó que “hoy mismo nos encontramos cerrando el trato con el estudio que nos va a representar de acá en adelante”.
La falla de precisión de la constructora
El colapso se produjo durante el mediodía del 8 de febrero en una obra en construcción que exhibía una fosa de dos subsuelos a cielo abierto. En ese marco, les propietaries aseguran que en distintas oportunidades solicitaron a la justicia el cese de los trabajos por peligro de derrumbe.
Por su parte, la Agencia Gubernamental de Control realizó la última inspección el 5 de diciembre, momento en el que no se halló ningún riesgo de derrumbe.
Asimismo, fuentes del Ministerio Público Fiscal informaron que la constructora encargada de la demolición de la clínica junto a las viviendas y de la excavación para la construcción de un edificio con dos subsuelos de estacionamiento es Qubo Proyectos y Negocios, según indicó Télam.
Por otro lado, el Gobierno porteño informó que desde el derrumbe se estableció una guardia las 24 horas en el lugar y hasta el momento no se permite que los vecinos ingresen a sus casas. “Para que eso se haga de manera segura, es necesario terminar todos los relevamientos”, indicaron sin dar una fecha precisa.