Las economías regionales son un importante sostén de la producción argentina, ya sea por su valor para el mercado interno, la capacidad de generar empleo local o su participación en el mercado internacional a partir de las exportaciones.
Tras su asunción, el gobierno de Javier Milei decidió poner en marcha el DNU 70/2023 y la llamada “Ley Ómnibus”, que está siendo debatida arduamente en el Congreso. Ambas normativas engloban un conjunto variado de medidas económicas, las cuales implican numerosas modificaciones y derogaciones de leyes que regulan la economía argentina.
En el caso de las economías regionales, las reformas del Gobierno apuntan a eliminar la intervención estatal en la cadena productiva. Sin embargo, y de manera contradictoria, dispuso el aumento de los derechos de exportación (DEX) de productos como la carne bovina, el maní y el vino.
Respecto a esto, el presidente de Coninagro (Confederación Intercooperativa Agropecuaria), Elbio Laucirica, explicó que el gobierno debe tener “la visión de que la realidad de cada productor es diferente, por lo que la incidencia de las medidas desregulatorias y de ´sinceramiento´ de la economía debieran ser totalmente diferentes y atendiendo la particularidad de cada economía regional”.
En este sentido, les productores y cámaras industriales afirmaron que el Secretario de Agricultura, Fernando Vilella, se mostró receptivo a atender los reclamos del sector. No obstante, durante el debate en comisiones legislativas sobre la Ley Ómnibus afirmó que “las retenciones no son lo que queremos, pero estamos en un contexto de emergencia”.
El impacto en la actividad vitivinícola
Nota al Pie dialogó con Milton Kuret, director de la cámara empresarial Bodegas de Argentina, quien se encuentra en pie de lucha frente a la imposición del 8% de derechos a las exportaciones de vinos. En esta línea, explicó por qué significa “una amenaza directa para el sustento de cientos de miles de trabajadores”.
Según explicó Kuret, la capacidad de exportación del sector se deterioró en el último año. “Las exportaciones del sector en el último año cayeron un 27% en volumen y un 18% en facturación en el 2023, por cambios de tendencias en los consumidores internacionales pero también porque hemos transitado un año con una baja competitividad de los productos debido, fundamentalmente, al tipo de cambio”.
Ahora, el incremento del DEX de 4,5% a casi el doble podría agravar esta tendencia negativa. “La Argentina produce más vino que el que consumiría en el mercado local, con lo cual es necesaria la exportación. Trabajamos mucho en promoción, publicidad, calidad e inversiones. Por eso estamos en contra de la aplicación de derechos de exportación, porque perdemos competitividad”, declaró Kuret.
Economías regionales imprescindibles
Dos de los productos producidos por el campo que tienen una importancia central en el consumo interno son la yerba mate y el azúcar. En el caso del primero, el “Decretazo” de Milei eliminó funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), como la capacidad de fijar precios de la hoja de yerba mate cuando no hay acuerdo entre productores e industrias.
Según comunicaron productores y cooperativas de la provincia de Misiones, esta medida frena “la virtuosidad de haber transitado las últimas dos décadas sin ciclos de sobreproducción ni precios por debajo del costo de producción, garantizando la sustentabilidad de toda la cadena”. Para visibilizar esta problemática frente al Poder Legislativo, representantes del sector acudieron al Congreso.
La producción de azúcar, la principal actividad del Noroeste Argentino, también está en riesgo. El Centro Azucarero Argentino (CAA) se manifestó en contra de la derogación de la ley 25.715, que protege la producción y el mercado interno frente a las fluctuaciones del mercado mundial.