El 7 de enero de 2019, Joselin Mamani fue asesinada en su domicilio ubicado en la localidad bonaerense de Longchamps. Por el crimen fue acusada su madre Zaida, quien desde entonces lucha para que la justicia esclarezca el hecho y reconozca su inocencia.
Aquel día, Zaida Mamani salió de su casa para ir a un banco de la zona. Su hija, de 10 años, se quedó en la vivienda del barrio 14 de Febrero. A su regreso, la mujer encontró la puerta abierta y a la niña sin vida sobre un charco de sangre. Cabe mencionar que en la casa no faltaba nada y la entrada no fue forzada.
Según los abogados defensores de la progenitora, el único “avance” de la Unidad Fiscal Número (UFI) 17, a cargo del doctor Juan Manuel Baloira, fue solicitar la elevación a juicio del caso.
En un principio, la causa estuvo en manos de la fiscal Fabiola Juanatey de la UFI 2 de Lomas de Zamora. La investigación, que inició con dos personas sindicadas como sospechosas, estuvo frenada al menos por tres años. Sin embargo, terminó imputada Zaida Mamani.
Luego, en 2022, la causa pasó a la UFI 17 y el fiscal Baloira decidió sostener la imputación de la madre de Joselin por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía”. En septiembre de ese año, el Dr. Ernesto Flores asumió la defensa de Zaida y solicitó su sobreseimiento, lo cual le fue denegado.
La lucha por el sobreseimiento de Zaida
En diálogo con Nota al Pie, Fernando Cortez, uno de los defensores legales de la madre de Joselin, expresó que sus expectativas para demostrar la inocencia de la mujer son amplias. El letrado confía que una vez que se aclaren las contradicciones de les testigues y sus testimonios, “se abrirá una luz para empezar a ver el sobreseimiento de Zaida”. A su vez, espera que esto también permita descubrir quién fue el autor del hecho.
Respecto a les testigues, Cortez señaló que la mayoría no aporta nada útil a la causa. “No son testigos oculares ni presenciales del asesinato. Se trata de vecinos que expresaron opiniones personales, subjetivas más que objetivas”, agregó.
Sin embargo, el letrado advirtió que hay vecines que aportaron testimonios con datos útiles, los cuales “no fueron valorados en ningún momento por la fiscalía, ni siquiera en la acusación para Zaida”. Este es el caso de una vecina que ingresó a la vivienda de los Mamani y presenció la sangrienta escena.
“Esa declaración no fue tomada por la Fiscalía. Eso es lo que obviamente nos llama la atención a nosotros”, afirmó Cortez. “¿Por que toman en consideración testimonios que son digamos de conceptos? En vez de la vecina que entra a la casa”, cuestionó el abogado.
Aparecen nuevos sospechosos
En julio de 2023, la fiscalía citó a declarar a una pareja. Ambos se encuentran en calidad de testigos y sospechados a la vez. En estos años fue el primer avance de importancia que tuvo la causa.
Por su parte, la defensa celebró la decisión de la fiscalía de citar a los sospechosos cuyas declaraciones son contradictorias. Lo que buscan los abogados es contrastarlas con el testimonio de Zaida Mamani, quien tiene “muchas cosas para desmentir“.
En tanto, la Sala N°2 de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora rechazó el sobreseimiento de la madre de Joselin tras dos denegatorias. La defensa entiende que la justificación “viene por la falta de pruebas y porque la Sala quiere asegurar tener un imputado”. Sin embargo, el hecho de que Zaida aún esté en libertad indica que hay dudas respecto a que ella sea la autora del crimen.
Una Justicia con sesgo patriarcal e ineficiente
A través de un comunicado, la defensa expresó: “La causa que comenzó luego del asesinato de la niña, durante la primera etapa de la investigación puso foco en los testimonios del vecindario con datos que no tenían relevancia”.
Por otra parte, sostuvieron que “no hubo una preocupación por reservar la escena del crimen y de realizar pericias técnicas que permitieran recabar pruebas para el esclarecimiento del caso”.
A su vez, enfatizaron en la mirada estigmatizante que presentó la fiscalía a lo largo de la investigación: “En estos cinco años, la justicia se mostró muy diligente al momento de posar su mirada sobre Zaida”. “Una madre soltera, migrante boliviana, víctima de violencia, que de manera persistente acudía al juzgado a preguntar sobre el curso de las investigaciones”, agregaron.
En esa línea, afirmaron el trabajo de instrucción de la fiscalía se centró en tomar testimonios a cualquier vecine que “estuviese dispuesto a opinar sobre el rol de Zaida como madre, sobre la forma en que ella tomo el asesinato e indagar sobre los comportamientos privados y relaciones amorosas de la progenitora”.
Consultado acerca de la necesidad de la fiscalía de tener al menos un imputado, Fernando Cortez mencionó que “más en este caso, que no hay testigos oculares, necesitan tener un imputado para digamos tener una sentencia y cerrar una causa”.
Por último, el defensor se mostró optimista y comentó que considera que podrán conseguir la inocencia de Zaida, “al menos por el beneficio de la duda”.