El 17 de diciembre se estrenó “Vestidas de Azul” en Atresplayer. Se trata de una serie que mezcla ficción y realidad para explorar la vida de seis mujeres trans que desafiaron las normas sociales. En un principio, la trama gira en torno a la vida de Valeria Vegas, autora del libro que inspiró el biopic “Cristina, La Veneno” y la obra base de esta nueva producción.
A comienzos de la década de 1980, Antonio Giménez-Rico realizó un documental revolucionario, llamado “Vestidas de azul”, que exploraba las vidas de seis mujeres transexuales en una sociedad que, por lo general, las menospreciaba y discriminaba. Sus testimonios daban cuenta de sus miedos, deseos y sus limitadas oportunidades profesionales que enfrentaban. De ese modo, se ofrecía una perspectiva sobre lo que significaba ser trans en esa época.
Ahora, la serie que lleva el mismo nombre, y es secuela de “Veneno”, sigue a una Vegas ficticia que trata de encontrar a las protagonistas del documental. La producción de este producto audiovisual está a cargo de Susana López Rubio y Javier Holgado.
A diferencia de “Veneno”, el dúo de creativos Los Javis no escribió esta serie, aunque comparten el mismo universo ficticio con la repetición de personajes. Además, el equipo de dirección incluye a Mikel Rueda, Ian de la Rosa y Claudia Costafreda, quienes participaron en dicha producción anterior.
Sobre «Vestidas de azul»
La presente serie ilustra cómo la Valeria Vegas ficticia investigó investigación acerca de la vida de las mujeres del documental original, para la creación de su libro. Aunque las narrativas del pasado aspiran a ser leales y respetuosas con las protagonistas de la película documental de Giménez-Rico, el presente utiliza la ficción como punto de partida. Es en ese punto donde la serie se vuelve algo desconcertante, ya que se manipulan las fechas y se justifican ciertas apariciones de personajes de “Veneno” que no tienen relación con la historia original.
Sin embargo, este entrelazado entre un pasado fiel a la realidad y un presente que se desenvuelve de manera libre tiene algo positivo, y es que la trama explora intrincadas facetas que de otra manera pasarían desapercibidas. Pero, de todos modos, falta profundidad en las mismas.
Loren, Renée, Nacha, Tamara, Josette y Eva, protagonistas del pasado, relatan sus raíces con historias sobre la forja de identidades disidentes en la época franquista, identidades que tampoco encajaban en la sociedad post-transición. En la parte del presente, la serie plantea, entre otros temas, lo difícil que es la adopción para la comunidad trans con una conmovedora trama centrada en Paca, quien tiene una postura esperanzadora pese a los desafíos que tuvo en su vida.
Alejarse de “Veneno”
“Vestidas de azul” logra distinguirse de “Veneno”, ya que no intenta emularla y la narrativa busca transmitir la vida de seis mujeres con serenidad y constancia. En tanto, los personajes lucen cuidados y presentan con mucho respeto las vivencias de estas desconocidas con la cercanía de quien entiende que forjará lazos íntimos. Es así que conocer a Loren, Renée, Nacha, Tamara, Josette y Eva es un deleite y despiertan la empatía del espectador.
La dirección, a cargo de Raúl Santos y Álex de Lucas recurre a la melancolía para lograr una trama donde se destaca la verdad de cada historia personal. De la mano de muchos personajes, el espectador encuentra una narrativa impactante tal como sucede con la historia original de la serie precursora “Veneno”.
El resumen
“Vestidas de Azul” es una serie muy interesante que, más allá del documental original, permite conocer un poco más sobre lo difícil que era la vida para las mujeres trans en décadas pasadas. La falta de igualdad de oportunidades que persiste en la actualidad se vuelve aún más desoladora al retroceder en el tiempo. En aquel entonces, sus opciones se limitaban a la prostitución, el espectáculo o, en la mayoría de los casos, una combinación de ambas.
Además, la serie presenta un aspecto fascinante y crítico que es la hipocresía, sobre todo, por parte de personas famosas y de alto estatus social que se relacionaban con ellas sin enfrentar repercusiones.
Las historias que presenta son eficaces para comprender las injusticia que sufre la comunidad trans. Por último, la serie da cuenta que aún persiste la confusión entre términos como transexual y travesti persiste. Por esta razón, el guion enfatiza que hoy no hay excusa para la desinformación.