El Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunció el pasado martes nuevos controles a la exportación para impedir que China adquiera chips informáticos avanzados e incluso el equipo necesario para fabricarlos.
Esta es la última de una serie de medidas destinadas a frenar los avances tecnológicos y militares en Pekín. Las nuevas normas introducen un requisito que dificulta al país asiático la fabricación de los chips, tanto en China como en el extranjero.
El anuncio estuvo a cargo de la secretaría de Comercio, Gina Raimondo, quien declaró: “Estos controles mantienen nuestro claro enfoque en las aplicaciones militares y hacen frente a las amenazas que para nuestra seguridad nacional plantea la estrategia de fusión militar-civil del Gobierno de China”.
Además, agregó que también están trabajando para “proteger” su seguridad nacional, restringiendo el acceso a tecnologías críticas y minimizando cualquier impacto “no deseado” en los flujos comerciales.
Esta medida surtirá efecto a partir del 30 de diciembre y entre los productos se destacan los chips de inteligencia artificial (IA). Más precisamente, productos pertenecientes a la compañía estadounidense, NVIDIA.
Las restricciones también incluyen países con los cuales la Casa Blanca mantiene un embargo de armas, como Irán y Rusia. Estas medidas ya hicieron perder el valor a varias empresas que fabrican este tipo de chips.
Una guerra helada
Entre ambos países las relaciones continúan tensándose cada vez más. En febrero de este año, un globo espía china cruzó a la deriva el territorio continental norteamericano. Al enterarse de este error, el presidente Xi Jinping estalló de furia con sus altos mandos militares.
Este episodio expuso la creciente y ultrasecreta competencia de espionaje entre China y Estados Unidos. El suceso del globo refleja un nuevo y agresivo abordaje para recopilar inteligencia, de un lado y del otro.
Para Washington, las operaciones de espionaje son una parte crucial de la estrategia del presidente, Joe Biden, para limitar el crecimiento militar y tecnológico de China. En línea con su idea de que el gigante asiático representa el mayor desafío para Norteamérica.
Los principales esfuerzos de ambos lados están dirigidos a responder las preguntas más difíciles que tienen los mandatarios: cuáles son las intenciones de los líderes de la relación rival, qué capacidad militar y tecnológica tienen.
Mientras tanto Estados Unidos y China están allanando el camino para que el presidente chino, Xi Jinping, visite Washington para mantener un nuevo encuentro con Joe Biden, según informó el diario The Wall Street Journal.
Biden y Xi se vieron por última vez en el 2022 durante la celebración del G20 en Indonesia. Este año, el presidente chino no acudió a la reunión celebrada en India. Mientras tanto, continúan los ataques de inteligencia entre unos y otros.