Trabajadores del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP) continúan en estado de alerta luego de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) dejara cesantes a Pablo Lima y Graciela Nuñez, delegades de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
El caso de ambos se suma a otras cesantías llevadas a cabo en el Hospital de Niños Pedro de Elizalde (Ex Casa Cuna) y en el Hospital General de Agudos Carlos G. Durand.
Desde el gremio de estatales aseguran que los despidos se deben a las denuncias que realizaron por irregularidades y malversación de fondos en el sistema de Salud porteño.
Además, acusan al Gobierno de la Ciudad de persecución debido a que la mayoría de les despedides eran delegades de dicha asociación. En diálogo con Nota Al Pie, uno de les afectades, Pablo Lima, dio detalles sobre la problemática que tienen en IREP y cuáles son sus reclamos.
¿Qué pasa en el IREP?
La situación del Instituto de Rehabilitación Psicofísica es un caso particular: a diferencia de otros lugares en donde los reclamos giran en torno a una falta de inversión, acá el pedido es que los insumos puedan utilizarse.
Tal es el caso de las salas de Terapia Pediátrica para pacientes crónicos, que está totalmente equipada pero que, debido a la falta de personal, se encuentra cerrada y desde hace cuatro años es utilizada como depósito.
“Hubo una inversión de muchos millones y hoy los equipos están inutilizados y otros desaparecieron”, comentó Lima. En tanto, el delegado de ATE denunció un vaciamiento de los hospitales porque “para el Gobierno de la Ciudad la educación y la salud son un gasto”.
Además, recordó que después de esa inversión millonaria “se intentó cerrar el IREP junto con otros hospitales para poder hacer un emprendimiento inmobiliario”.
Sin embargo, no cree que ese intento haya sido desplazado y hasta considera que, en caso de que Jorge Macri sea electo Jefe de Gobierno, el proyecto de desmantelamiento se reactive. “Arremeten contra lo público, vacían los hospitales y con la excusa de no tener personal, lo cierran”, detalló.
El gremialista también se refirió a los problemas puntuales que atraviesa el personal de enfermería dentro del Instituto. Al respecto, dijo que actualmente hay un déficit de enfermeres y apuntó contra las autoridades porque “en lugar de tomar personal, lo despiden”.
Otro de los reclamos que llevan adelante desde ATE tiene que ver con las denuncias por violencia de género que realizaron enfermeras y que los directivos ignoran.
“La persona violenta sigue cumpliendo sus funciones, mientras que las víctimas tienen que pedir licencia y andar con temor cuando vuelven al Hospital”, finalizó lamentándose el ex delegado.