El último mes fue el julio más cálido que se haya registrado debido a las anormales altas temperaturas, tanto en la superficie terrestre como en el mar. Así lo informó el panel de cambio climático del Servicio Copernicus de la Comisión Europea, que junto a otres científiques del planeta advirtieron que dicho período iba a convertirse en el más caluroso de la historia.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó el anuncio en los últimos días. Acorde a los datos de ambos organismos, el pasado mes “ha experimentado el lapso de tres semanas más caluroso, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado nunca”.
“Acabamos de presenciar que las temperaturas globales del aire y las temperaturas globales de la superficie del océano establecieron nuevos récords históricos en julio”, aseguraron desde la agencia científica de la Comisión Europea.
A su vez, el organismo especializado agregó que el escenario climático “muestra la urgencia de realizar esfuerzos ambiciosos para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que son el principal impulsor detrás de estos récords”.
Por su parte, en el marco de los anuncios de la OMM, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, sostuvo que “las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias que huyen de las llamas, trabajadores que se derrumban en un calor abrasador”.
Desde la sede de la entidad en New York, el dirigente remarcó ante la prensa la necesidad de “acelerar” una acción climática. “Los humanos son responsables, pero todavía es posible limitar el aumento de la temperatura si actuamos ahora, no hay más tiempo para excusas”, subrayó.
“Estamos en la era del horno global”
Los índices de temperatura del pasado julio superaron ampliamente el récord mundial y sitúa a dicho mes como el más caluroso registrado en la historia del planeta. Según el análisis del servicio europeo, se registraron 0,33 grados Celsius más que en el récord anterior del mismo periodo, pero del año 2019.
El último julio estuvo atravesado por olas de calor que provocaron sequías e incendios en el hemisferio norte. Acorde a los datos del observatorio Copernicus, las mediciones en la atmósfera fueron de 0,72 grados Celsius más altas que los promedios del mismo mes entre los años 1991 y 2020.
Las elevadísimas temperaturas afectaron gravemente a distintas regiones del mundo. Gran parte de Norte América, Europa y Asia recibieron el efecto de estas olas de calor que junto con los incendios forestales en Grecia y Canadá impactó en la salud de los seres humanos, el medio ambiente y las actividades económicas.
Los récords de calor atraviesan el planeta desde el estado de California, en los Estados Unidos, hasta regiones del noroeste de China. La nueva situación climática es analizada por la comunidad científica con vistas a proponer soluciones y alentar a una acción global.
Del calentamiento a la ebullición planetaria
Los hielos oceánicos de la región antártica registraron un descenso histórico durante este año como consecuencia del incremento de las temperaturas globales. Científiques de la agencia europea consideraron, en base a nuevos estudios, que no existe una solución inmediata para revertir el daño en el continente blanco.
La capa mínima de hielo del verano antártico había caído, por primera vez, por debajo de los 2 millones de kilómetros cuadrados (772.000 millas cuadradas) en el año 2022, desde el inicio del monitoreo satelital en 1978. En febrero del presente año descendió, todavía más, a un nuevo mínimo.
Por su parte, António Guterres insistió en la mencionada conferencia que este suceso que está ocurriendo en torno al clima es “totalmente consistente con las repetidas predicciones y advertencias”.
“La única sorpresa es la velocidad del cambio. El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es apenas el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”, enfatizó.
Las consideraciones del Secretario General de la ONU coinciden con las proyecciones del observatorio Copernicus. En la misma línea, el instituto europeo evalúa que el récord de julio no es un fenómeno aislado, en tanto las temperaturas sobre las áreas terrestres se hallan muy por encima del promedio.