Nuestra Venganza es Ser Felices es una película fuerte, pero necesaria. En 73 minutos relata la historia de vida de Sonia Sánchez, con una mirada abolicionista al sistema prostituyente. Abarca desde su pasado de explotación sexual y víctima de trata de personas, hasta su presente de activismo y lucha feminista.
El film se estrenará al público este jueves 27 de julio en el Cine Gaumont. En el preestreno, Nota al Pie tuvo la oportunidad de visualizar la obra. También, de escuchar a la protagonista junto a la directora, Malena Villarino, de primera mano.
Las dos mujeres recalcaron la necesidad de visibilizar la problemática de la explotación sexual. “Argentina es un país abolicionista, por eso no hay que hablar de trabajo sexual”, explicó Sonia Sánchez, en conferencia de prensa.
En la misma línea, ilustró: “Ya no vienen por mi porque soy vieja, a mis 58 años me van a dar $2,50 en la Plaza Miserere (en el barrio porteño de Once). Vienen por tu hija, tu nieta y por tu bisnieta, ellas son las putas del futuro”.
Sonia Sánchez, un ave fénix chaqueño
Nuestra Venganza es Ser Felices, aparte de ser contundente, es un film original. Su directora explicó: “No quería hacer el típico documental de la víctima sentada, y demostrar el final feliz. Decidí hacer algo disruptivo, tanto en lo político como en lo estético”.
Y vaya si lo logró. En la hora y cuarto que dura la película el público conoce, en un principio, la historia personal de Sonia. Su voz relata sus duras experiencias, comenzando por la partida de su Chaco natal en busca de un futuro mejor en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
La narración se pone más dura cuando Sonia cuenta cómo, con tan solo 16 años, cayó en la prostitución. Primero, en la Capital Federal, y luego en la provincia de Santa Cruz, donde fue víctima de una poderosa red de trata.
El relato desgarra, pero a la vez concientiza. No solo demuestra su historia de vida, sino cómo el sistema capitalista y machista les hace casi imposible salir del círculo a quienes se encuentran en situación de explotación sexual. También, la complicidad que existe entre los “torturadores prostituyentes”, como los llama Sonia. Ya sean clientes, dueños de prostíbulos, policías, políticos, etc.
Lo hace de una forma diferente. La voz en off y tomas ocasionales de la protagonista se alternan con imágenes de productos culturales, de ayer y hoy. “Ese material de archivo no se eligió sólo porque es fuerte. La idea fue visibilizar un montón de violencias, que se reproducen en distintas capas”, explicó Villarino.
Así, se pueden ver desde fragmentos de un sketch de Alberto Olmedo y Jorge Porcel, hasta escenas de Marcelo Tinelli cortando las polleras de las participantes de “Bailando por un Sueño”. Un minuto esclarecedor es en el que se reproduce una publicidad del 2007 de la cerveza Brahma, llamada “Son Mías”.
“Esta película empezó desde la desobediencia”, reflexionó Sonia. “Hartas estamos las mujeres de ser vendidas, traficadas, prostituidas, hambreadas y precarizadas. Desde ese lugar nació Nuestra Venganza es Ser Felices”.
Nuestra Venganza es Ser Felices y la lucha abolicionista
Tanto en el film como en su militancia diaria, Sonia denuncia al “Estado proxeneta”, como cómplice de la situación de explotación sexual. En ese sentido, tanto ella como la directora del film afirmaron no recibir ayuda de instituciones gubernamentales.
Quienes sí apoyaron a la película fueron, entre otras organizaciones, las integrantes del Museo de la Mujer. Además, contribuyó el programa Gafas Violetas del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
Por otra parte, en la charla posterior a la proyección del documental, ambas mujeres reflexionaron sobre las formas de prostitución en la actualidad. En ese sentido, hicieron un fuerte hincapié contra las plataformas digitales de venta de contenidos eróticos, como OnlyFans.
Además, consideraron que una forma de luchar contra esa realidad es la Educación Sexual Integral (ESI) con mirada abolicionista desde el jardín de infantes. “No me habrían prostituido ni traficado si yo hubiera tenido una maestra/o que me dijera: Sonia, existe la prostitución y estas son las herramientas que vos tienes para defenderte”, se lamentó Sánchez.
La protagonista del film también consideró que otra forma de explotación actual es el alquiler de vientre. “El gobierno, además de convertirnos en putas, nos quiere explotar reproductivamente”, apuntó Sonia. “En el mundo el alquiler de vientre es sólo para las empobrecidas, no hay una mujer rica que haya llevado al crío nueve meses y después ni sea de ella”.
Estas y otras discusiones se pueden ver en Nuestra Venganza es Ser Felices. El jueves 27 de julio se estrenará en el Cine Gaumont en CABA, a las 20:15. Previamente se realizará una performance a las 19 horas en la Plaza Congreso, que simulará una cena en la que cada comida es un servicio que se ofrece en la explotación sexual.
Luego, la película se proyectará en el Cine Select de La Plata, el sábado 29 de julio a las 18:30 horas. El domingo 30 volverá al Gaumont a las 20:15 horas, con un debate abierto posterior en el que estarán presentes Malena Villarino y Sonia Sánchez.