El presidente de Bolivia, Luis Arce, realizó este domingo una visita de Estado a Cuba para encontrarse con el presidente Miguel Díaz Canel. En su reunión en La Habana conversaron sobre el restablecimiento de la agenda bilateral entre ambas naciones luego de su interrupción a partir del gobierno inconstitucional de Jeanine Añez.
En paralelo, Evo Morales también fue recibido en la isla caribeña pero exclusivamente por el ex mandatario Raúl Castro, hermano de Fidel. Las disputas internas del Movimiento al Socialismo (MAS) se agudizan y Cuba intercede.
Visita de Estado a La Habana
El presidente de Bolivia llegó el domingo a La Habana para reunirse con el mandatario Díaz Canel y también con Raúl Castro. “Estamos avanzando en varios ámbitos que fortalecen la integración entre nuestros pueblos, como la seguridad con soberanía alimentaria, salud, educación, turismo y otros”, tuiteó en sus redes Arce, quien agradeció a sus pares.
El fin de semana, el gobierno boliviano envió 65 toneladas de ayuda humanitaria a Cuba, afectada por lluvias torrenciales e inundaciones. Desde la asunción de Evo Morales como presidente de Bolivia en 2005, el país andino ha trasladado a la isla caribeña bienes e insumos, sobre todo alimenticios, para cubrir la necesidades del pueblo cubano.
“Grato encuentro con el hermano @LuchoxBolivia. Revisamos varios temas sobre los que hemos venido trabajando para avanzar en la cooperación bilateral”, expresó Díaz Canel por Twitter.
El bloqueo y el Patio Trasero
Arce y Díaz Canel también dialogaron sobre la situación latinoamericana. De hecho, la donación de alimentos luego de las inclemencias climáticas expresan la decisión solidaria de Bolivia de cuestionar el bloqueo económico que Estados Unidos le impone a Cuba. En este sentido, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha tenido la capacidad de instalar el problema del bloqueo en diferentes instancias de carácter continental como fue la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, en 2022.
Por otro lado, al ratificar la cooperación que habían asumido en diciembre de 2021, ambos mandatarios coincidieron en seguir fortaleciendo la agenda bilateral luego de la interrupción diplomática durante el gobierno inconstitucional de Jeanine Añez.
En aquel entonces, la Organización de Estados Americanos (OEA) conducida por el uruguayo Luis Almagro había sido cómplice del golpe de Estado al gobierno de Evo Morales. La fractura política con gobiernos progresistas de la región era un objetivo central para el Pentágono y el declive estadounidense en el escenario internacional profundiza su propósito de mantener a América Latina bajo su influencia como su “Patio Trasero”.
Conflicto interno con Evo Morales
La visita de Estado de “Lucho” Arce se dio en paralelo al viaje del histórico dirigente Evo Morales. Sin embargo, no fue una maniobra coordinada políticamente por ambos miembros del MAS sino, justamente, planificada por el Partido Comunista de Cuba. Motivada por el profundo desencuentro entre ambos cuadros políticos, Arce y Morales fueron recibidos por diferentes dirigentes cubanos.
Las diferencias entre el presidente boliviano y el jefe del MAS se remontan a fines de 2021, cuando Morales y sus seguidores recomendaron que Arce modifique la composición de su gabinete de ministros, sugerencia que el presidente ignoró. La tensión fue en aumento y se expresó en continuas declaraciones que perjudicaron la reputación del gobierno de Arce y David Choquehuanca pero también de Morales.
La pasada semana el conflicto interno tuvo un momento crítico cuando los parlamentarios alineados a Evo aprobaron la censura al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en consonancia con la oposición política. De todos modos, Arce bloqueó tal posibilidad amparándose en la Constitución.
En efecto, en La Habana Evo Morales fue recibido exclusivamente por el ex mandatario Raúl Castro. Por otro lado, Luis Arce también mantuvo conversaciones con el hermano de Fidel pero el centro de la agenda fue con el actual presidente, Díaz Canel.
Cuba se involucra en la interna del MAS para recomponer la relación política entre sus máximos referentes, evitando una eventual fractura que dejara terreno liberado para los intereses del Pentágono en América Latina. En octubre, el partido oficialista tiene previsto realizar un congreso para definir a la nueva directiva nacional del espacio en el trópico de Cochabamba, bastión político y sindical del “evismo”.