El 22 de mayo es la fecha elegida para visibilizar un órgano sexual que durante años ha estado marginado: el clítoris. El Día Mundial de la Autoconciencia del Clítoris tuvo lugar en el corazón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), más precisamente en el Obelisco. En aquel punto neurálgico, se instaló un clítoris gigante de tres metros, obra de la artista francesa Julia Pietri.
La exhibición estuvo a cargo de Colectiva Las Clito y cursantes de la Maestría en Estudios Feministas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Como parte de la muestra, se entregó información sobre la anatomía de este órgano, algo invisibilizado y negado durante siglos. Otro de los ejes fue reivindicar el derecho al placer y los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos de las mujeres y personas con vulva.
Estas acciones se enmarcan en el ClítorisTour que surgió en París en 2021, impulsado por la colectiva francesa. En esa oportunidad, instalaron un clítoris gigante en la Torre Eiffel para pronunciarse contra el Analfabetismo Sexual.
Durante 2022, Las Clito participaron en ferias de educación sexual, talleres, capacitaciones y diversas acciones en Chile y Uruguay. Recientemente estuvieron en Río Cuarto, Córdoba, en una Dibujatón que gestionaron en conjunto a Pícara, un espacio de comunicación feminista; y Analía Pereyra, sexóloga y educadora en ESI.
Las Clito denuncian que, aunque el clítoris está presente en los cuerpos de la mitad de la población mundial, fue omitido sistemáticamente de los textos educativos, atlas de anatomía y formación en ginecología. Si bien pertenece al sistema reproductor, su única función es el placer y cuenta con 10.280 terminaciones nerviosas.
Nota al Pie conversó con una de las integrantes de Las Clito para conocer más sobre el clítoris y el placer sexual en la mujer.
Hablemos del clítoris
Según explicó la integrante de Las Clito, esta intervención trata de “visibilizar algo que ha estado invisibilizado”. Al respecto, detalló que “tiene repercusiones porque el placer posee una carga moral en los seres humanos, particularmente el placer de las mujeres”.
Para ilustrar este silenciamiento recordó que “en Santiago de Chile, por ejemplo, la obra de Julia fue vandalizada por un hombre. Los partidos de derecha de Chile cuestionaron la adjudicación de un fondo público concursable para poder generar ilustraciones e imágenes del clítoris”.
Sin embargo, del lado opuesto tuvieron comentarios muy positivos. En este sentido, se cruzaron con “mujeres de la tercera edad que desconocían a sus 70, 80 años, la existencia de este órgano. Agradecieron profundamente que nosotras podamos entregarles esta información que no recibieron antes”, señaló la integrante de Las Clito.
En esta misma línea, relató que hubo mujeres de la tercera edad que les contaron que nunca habían tenido un orgasmo y que estaban dispuestas a aventurarse.
“Nos piden que les enseñemos cómo es que se hace eso. Trabajamos con diversidad de grupos sociales, niñas, adolescentes, adultas mayores, hombres, hombres trans”, puntualizó la entrevistada.
La sexualidad femenina siempre ha sido un tema tabú en la sociedad, pero, en las últimas décadas, los vientos han cambiado a favor de explorarla y vivirla libremente.
“El clítoris visibiliza aquello que ha estado invisibilizado durante años, aquello que se escapa de la norma. Que las mujeres sintamos placer está fuera de la norma, no deberíamos sentir placer porque somos objeto de deseo y no sujetas deseantes. Y desde ese lugar visibilizar al clítoris es una acción que busca reivindicar el derecho al placer como un derecho humano”, detalló la activista.
Gracias a la labor de miles de organizaciones, en nuestro país se trabaja constantemente para reivindicar el derecho al goce y ampliar el conocimiento de nuestros cuerpos. “Creemos que el tema del placer todavía sigue siendo un tabú. Afortunadamente en Argentina hemos tenido muy buena recepción respecto de las acciones que propusimos. Lo atribuímos a la ley de ESI, vigente hace más de 15 años acá”, indicó.
Sociedad coitocéntrica y falocéntrica
Luego de plantear los tópicos anteriores, la entrevistada propuso marcar una diferencia entre el placer genital femenino y el placer global. “Asociamos regularmente el concepto de placer a lo genital o a lo sexual. Pero hay un montón de experiencias que también nos dan placer y que no tienen que ver con lo sexual”, indicó.
A su vez, agregó: “Usar sábanas limpias, una comida caliente, tomar agua cuando tienes mucha sed, un chocolate, un vino, una conversación con una amiga, un abrazo. Los placeres globales también son placeres que han sido invisibilizados particularmente para las mujeres”.
A esto se le suma el placer sexual, ya que la mujer es vista como “un objeto de deseo y no una sujeta deseante que puede accionar respecto a lo que le gusta o descubrir incluso qué es lo que le gusta. Eso ha estado invisibilizado, no ha sido permitido”.
Según la entrevistada, esto se debe a que “estamos en una sociedad coitocentrica, donde el placer sexual se sitúa en el coito; y una sociedad falocéntrica, donde se muestran orificios vaginales abiertos en los atlas de anatomía y en los textos escolares. Como si nuestra vulva estuviera dispuesta a ser penetrada”.
La sociedad actual, además, se caracteriza por ser androcéntrica, donde por ejemplo los modelos anatómicos de pelvis están estudiados desde el cuerpo del hombre. La pelvis femenina se utiliza como referencia apenas desde hace unos años.
Para finalizar, la integrante de Las Clito cuestionó la raíz de todos los candados puestos sobre estos conceptos a lo largo de la historia. “Visibilizar el clítoris implica preguntarnos ¿a quién le ha convenido que las mujeres y personas con vulva no nos apropiemos de nuestro placer? ¿Quién ha sacado provecho de esa acción? ¿Quién nos ha tenido en ese lugar?”, finalizó.