Este año, el equipo femenino de Belgrano de Córdoba inició un nuevo capítulo en su historia: arribaron en la máxima categoría por primera vez. Las “Piratas” son uno de los equipos con más kilometraje en el torneo y, a pesar de ello, mantienen un buen presente.
Nota al Pie conversó con Maximiliano Luján, el director técnico del club cordobés, quien nos cuenta el proceso de adaptación de sus dirigidas en la primera división, su historia con el fútbol femenino y su amor por Belgrano.
La base del crecimiento de las Piratas
La actualidad que viene transitando Belgrano no es casualidad; es producto del trabajo responsable de la institución y la constancia que tiene el grupo que integra el plantel año tras año. Desde 2021, las “Piratas” han conseguido ascensos seguidos y hoy su presente las ubica en la máxima división.
“Tratar que este primer año de Belgrano en primera no sea estar de paso y poder hacer pie en la categoría y competir de igual a igual”, expresó Luján. En las 8 fechas que vienen disputando en la máxima categoría han pasado por todos los estados: hubo partidos que jugaron al nivel y en algunos casos les faltó oficio. También hubo encuentros en que no pudieron desplegar su juego.
Por su parte, el ex futbolista y actual estratega del primer equipo femenino comentó: “Hasta ahora viene haciendo un aprendizaje increíble, las chicas vienen madurando”. Está convencido que con el paso de los partidos van a encontrar el ritmo para resolverlos de la mejor manera.
El equipo, en la temporada pasada, casi no conoció la derrota. La campaña del 2022 de Belgrano fue excelsa. Apenas una derrota sufrió de los 32 partidos oficiales.
Trabajo constante y trayectos largos de Belgrano
Tanto en la temporada pasada como en la actual, Maximiliano encontró el detalle para alcanzar los objetivos fijados. Durante 2022 entrenaban con el masculino para ganar ritmo, y este año gradúan la carga de los entrenamientos, teniendo en cuenta los viajes de por medio.
“En 2022 cada vez que teníamos un rival, nos exigía mucho el fin de semana. En la semana jugábamos con los varones, para sentir esa exigencia y no se relajen nunca las chicas”, expresó Luján.
Mientras tanto, este año profesionalizaron el entrenamiento. Utilizan GPS para monitorizar a las chicas, también las pesan todas las semanas, sobre todo teniendo en cuenta que los partidos de visitantes son cada 15 días. “Viajar de noche, dormir en un colectivo, llegar desayunar y jugar es complicado”, relató el director técnico.
Aunque este trajín lo vienen implementando desde las categorías C y B, toman esas adversidades y las utilizan a su favor. “Estoy convencido de que eso nos hace más fuertes como equipo, como grupo y mentalmente”, dijo Luján. También agregó que viajan en colectivos muy cómodos y no les falta nada, y el club ha sumado divisiones juveniles que también realizan los mismos viajes.
Maximiliano Luján, el técnico con amor a Belgrano de Córdoba
Hace una década inició el vínculo entre Maxi Lujan y la institución de Belgrano. El hoy técnico de las “Piratas”, en un pasado no tan lejano, también vistió los cortos y defendió los colores del club. Por ello, su trato con las jugadoras es más fácil -sobre todo porque fueron parte del proceso familiar que tuvo que afrontar en plena campaña.
Su idea de juego es clara y precisa, sus fundamentos no los negocia y es un “agradecido a Dios” con todo lo bueno que le viene pasando.
Mientras estaba dentro de una cancha, de 2008 a 2010, se le dio la oportunidad, o mejor dicho la buscó, de dirigir la escuelita de fútbol Club Atlético Las Palmas. En 2012, en Córdoba fue obligatorio el fútbol femenino en la ciudad y estuvo a cargo de la dirección técnica del club Atalaya.
“Sentía que necesitaba la adrenalina de la competencia. Fueron 4 años de escuelita de fútbol; me faltaba eso”, contó el ex defensor de Belgrano. Fue más que positiva su primera experiencia, ya que terminó cuarto en el torneo de la liga cordobesa. Además sus jugadoras eran amateur, mientras que sus rivales tenían un proceso largo con sus respectivos equipos.
Justamente hace 10 años, más precisamente en el 2013, en la segunda mitad del año asumió como entrenador, ya que el club le había prometido tenerlo en cuenta en el proyecto. “Para mí era todo un logro. En cuanto a fútbol femenino en Córdoba, era lo mejor que te podía pasar. Lo había sufrido como entrenador el año anterior”, recordó Luján.
Maximiliano es un convencido de que cada día se puede mejorar. Por ello comenzó su etapa de profesionalización. Inició el curso de director técnico en el 2014. Dos años más tarde y con sus nuevos conocimientos adquiridos trabajó con las inferiores de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hasta enero de 2022.
Probablemente su estadía con el ente que regula el fútbol madre hubiese continuado, pero recibió el llamado de su amado Belgrano de Córdoba para asumir como DT del femenino, que tendría su experiencia en la segunda categoría ante la salida de Dani Rivas.
Luján, entre lo laboral y familiar
El 21 de febrero del 2022 inició su trabajo como entrenador del primer equipo femenino y al día siguiente nació su hijo, Mateo, con apenas 5 meses y medio de gestación. Su fe lo mantuvo firme durante el 2022, por los dos grandes desafíos que tuvo que afrontar.
“Nunca le falté a un entrenamiento a las chicas. Era mi terapia, ellas fueron mis compañeras todo el tiempo. Se generó algo muy lindo, muy fuerte”, expresó el estratega de las “Piratas”.
El grupo humano que formaron y que siguen formando fue tan sólido que se convirtieron en el refugio de Maxi, su club era donde recargaba energías para el día a día. Aunque para él era angustiante cada viaje, le informaban sobre los episodios que tenía su hijo y que habían posibilidades que no saliera con vida. “Ese momento fue muy complejo, era no saber que iba a pasar con tu hijo”, recordó Luján.
En la unión encontraron la fuerza y salieron victoriosas. “Esa noche histórica en Puerto Nuevo pude entrar a la cancha con mi hijo y ver a las chicas festejar fui la persona más feliz del mundo”, destacó el DT.
En cuanto al tema laboral, Maximiliano considera que ganó mucha experiencia cuando pasó de la liga cordobesa a las juveniles de AFA. Allí entendió y palpó que no había rival predecible, todos eran de un gran nivel.
También tiene en claro que Belgrano está por encima de todo, que mucho más importante es lo colectivo que lo individual. La identidad que busca es que las individualidades potencien al equipo, no que sean dependientes de una o dos jugadoras. “Me gusta que mis equipos tengan muchos argumentos, crear situaciones distintas”, manifestó Luján.
“Uno se tiene que preparar, sí o sí en el día a día, que en esto no hay magia, esto es esfuerzo, es dedicación, sacrificio y pasión. cuidarse mucho”, reflexionó. También considera que el fútbol femenino ha evolucionado notablemente por las formas de entrenamiento, las canchas, el nivel de los equipos y sobre todo las voces de la experiencia.