El pasado fin de semana, en India, tres hombres armados asesinaron al exlegislador y en ese entonces presidiario, Atiq Ahmed, y a su hermano Ashraf. La policía trasladó a ambos desde la cárcel del distrito de Bareilly hacia un hospital en Prayagraj, en el Estado de Uttar Pradesh. Mientras las cámaras de televisión esperaban a los involucrados, un grupo de agresores los asesinó en vivo.
Atiq Ahed permanecía encarcelado por el secuestro del abogado Umesh Pal en 2006. La noche del sábado, la policía custodió a los hermanos en una acción de protocolo médico. Las cadenas televisivas estaban alertadas, montaron una rueda de prensa en la zona y grabaron el asesinato.
Sin embargo, tras brindar sus primeras declaraciones en vivo, quedaron bajo una dramática balacera. De este modo, tres hombres armados dispararon contra los Ahmed, quienes murieron en el acto. Además, un periodista y un efectivo policial resultaron heridos.
Según el oficial de policía, Ramit Sharma, los agresores se hicieron pasar por periodistas y arribaron a bordo de motocicletas. “Llegaron a acercarse bajo el pretexto de grabarles su declaración y les dispararon de cerca. Ambos fueron baleados en la cabeza. Todo pasó en cuestión de segundos”, ratificó ante Asssociated Press.
La secuencia de sucesos acabó con el asesinato de Ashraf y Atiq, sentenciado a cadena perpetua por secuestrar a Umesh Pal, testigo del asesinato de Raju Pal y principal político opositor.
Una creciente ola de violencia en India
Los agresores dispararon contra los hermanos ante los micrófonos de la televisión y bajo el grito “Jai Shri Ram”, que significa “Alabado el Señor Ram”. Este es el eslogan típico de los nacionalistas hindúes contra los musulmanes, una comunidad minoritaria en India.
La policía comprobó la identidad de los asesinos: Lavlesh Tiwari, Arun Maurya y Sunny Singh perpetraron la balacera y están detenidos. La fuerza aún no confirmó una investigación por asesinato vinculado a diferencias ideológicas, pero sí nterrogó a los involucrados en el hecho.
Este no es el primer asesinato de estas características, dada la creciente ola de violencia que atraviesa India. Desde 2007, el partido nacionalista Bhartiya Janata gobierna en Uttar Pradesh y la ciudad registra 180 asesinatos de personas en pleno proceso penal. Según les activistas, se trata de “encuentros policiales” y los definen como ajustes extrajudiciales.
Por esta razón, el abogado de los hermanos, Vijay Mishra, explicó que “es un claro fracaso de la policía para garantizar la seguridad”. Ante el lento avance de la Justicia, los efectivos habilitarían escenarios para el asesinato. De hecho, Asad Ahmed, hijo de Atiq, murió el pasado jueves bajo un tiroteo con policías.
La oscura historia de Atiq Ahmed
Atiq Ahmed alcanzó el rol de legislador estatal en 1989 y se mantuvo durante cinco mandatos en forma consecutiva hasta 2004. Primero, comenzó como político independiente y luego como miembro del partido Samajwadi. Sin embargo, su vinculación con el mundo delictivo comenzó mucho antes.
Diez años atrás, el presidario enfrentó una acusación por asesinato. No obstante, su carrera política continuó con varias victorias electorales. En 2019, el tribunal superior de India ordenó encarcelarlo en Gujarat, a la espera de un nuevo juicio. Así fue como llegó a tener 100 casos en su contra.
Tras el secuestro y posterior asesinato de Umesh Pal, recibió la pena de cadena perpetua y acabó en la prisión de Bareilly. En consecuencia, el asesinato de los hermanos y los sucesivos hechos de violencia depararon en medidas drásticas para la ciudad.
Les autoridades de Uttar Pradesh emitieron un comunicado y ratificaron que estará prohibido realizar reuniones de más de cuatro personas. Además, interrumpieron el servicio de Internet y telefonía celular en Prayagraj para impedir la organización de ataques similares.