Para sorpresa de algunos pocos, en los últimos días se conoció a través de CNN la noticia de que Estados Unidos espiaba al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Documentos altamente clasificados de El Pentágono se filtraron, y evidenciaron que la Casa Blanca no sólo espía enemigos, sino también aliados.
Según trascendió, varios de los documentos filtrados tienen que ver con la guerra en Ucrania. Uno, por ejemplo, da cuenta sobre el estado del conflicto a principios de marzo, incluidas las bajas rusas y ucranianas. Otro proporciona información sobre las defensas aéreas del país, mientras que uno presenta un reporte sobre los esfuerzos internacionales para aumentar sus fuerzas militares.
Docenas de fotografías de archivos aparecieron de forma gradual en las distintas redes sociales como Twitter, Telegram y Discord, entre otras. También se estima que es posible que algunos de ellos estuvieran en circulación semanas antes de salir a la luz.
Ahora, la principal preocupación reside en el descubrimiento de los movimientos que tenía planeados Ucrania. En uno de los informes se apunta que a finales de febrero Zelenski “sugirió atacar lugares de despliegue rusos en la provincia rusa de Rostov” con el uso de drones, dado que Kiev no dispone de armamentos de largo alcance.
Aparentemente, la información podría explicar las declaraciones públicas y acciones tomadas por Estados Unidos sobre su reticencia a proporcionar a Ucrania armas de largo alcance por temor a que Kiev las utilice para atacar objetivos en territorio ruso, lo cual ocurrió en algunas aisladas pero contundentes ocasiones.
Repercusiones desde Estados Unidos
Con la cuestión develada, las primeras voces no tardaron en aparecer. La filtración inició una investigación puertas adentro del Pentágono. Chris Meagher, asistente del Secretario de Defensa de Asuntos Públicos, dijo que los datos filtrados “tienen el potencial de difundir desinformación”.
“Seguimos investigando cómo sucedió esto, así como el alcance del problema. Se han tomado medidas para observar más de cerca cómo se distribuye este tipo de información y a quién”, declaró Meagher.
La subsecretaria de Prensa del Pentágono, Sabrina Singh, explicó: “El Departamento de Defensa continúa revisando y evaluando la validez de los documentos fotografiados que circulan en los sitios de redes sociales y que parecen contener material confidencial y altamente clasificado”.
Luego, agregó: “Se ha puesto de pie un esfuerzo interinstitucional centrado en evaluar el impacto que estos documentos fotografiados podrían tener en la seguridad nacional de Estados Unidos y en nuestros aliados y socios”.
La particular respuesta ucraniana y rusa
A pesar de la existencia de un evidente malestar, las fuerzas beligerantes de Europa decidieron mantener el silencio. Ucrania no mostró su descontento públicamente contra Estados Unidos. Incluso, lo intenta defender a través de su portavoz de la Dirección de Inteligencia Militar, Andriy Yusov. El mismo sostuvo que los materiales muestran “cifras falsas y distorsionadas sobre las pérdidas en ambos lados”.
Incluso, desconoció la autoría de esos informes y deslizó: “Las operaciones más exitosas de los servicios especiales rusos se han llevado a cabo con Photoshop”. Otros países, aunque no oficializaron sus reacciones, dejaron que otros las filtren por ellos para que EE.UU. tenga claro su descontento.
Por otro lado, el Kremlin afirmó que los documentos son “bastante interesantes” y remarcó que no puede descartarse que el país norteamericano efectivamente espíe a Ucrania. “El hecho de que Estados Unidos iniciara hace tiempo la vigilancia de varios jefes de Estado, especialmente en capitales europeas, ha salido a la luz en repetidas ocasiones y ha causado varios escándalos”, dijo Dmitri Peskov.