
El pasado domingo 9 de abril se cumplió un mes del fallecimiento de Briana Torres, una niña wichí de seis años que aguardaba ser atendida en el Hospital San Roque de Embarcación, en la provincia de Salta. Este caso echó luz sobre la mala atención del centro de salud, que además vendía turnos, e impulsó el reclamo de las comunidades originarias respecto al acceso al sistema público de salud.
Ante la falta de salas primarias de atención y hospitales públicos que entiendan y hablen lenguas nativas, las comunidades originarias quedan marginadas y las posibilidades de sobrevivir a una gripe o enfermedades graves son pocas. En este marco, Nota al Pie dialogó con el secretario de la Comisión Directiva Wichí de Misión La Loma de Embarcación y tío de la víctima, Mirko Neuenschwander.
El entrevistado hizo hincapié en que “para la parte originaria es muy complicado acceder a la salud”. En este sentido, aseguró que el sistema de salud de la provincia de Salta no es inclusivo sino “expulsivo”. Además, explicó que asistir a una guardia o consulta es de por sí difícil y con lluvias se convierte en algo imposible de lograr.
El caso de Briana Torres
Briana murió el pasado 9 de marzo en los brazos de su madre, Eugenia Torres, tras descompensarse mientras esperaba atención médica. Según trascendió, la causa de muerte fue por un cuadro de deshidratación. Sin embargo, su familia indica que la niña asistió al hospital el 6 de marzo, por fiebre alta y diarrea. En la guardia le administraron jarabe y regresó a la Comunidad La Loma sin tratamiento ni un diagnóstico claro.
Debido a que la niña no mejoraba, su mamá le pidió a un vecine que le sacara un turno para el día siguiente. Aunque permaneció toda la madrugada en la puerta del hospital, no consiguió que su hija fuera atendida por el personal de salud. Los días pasaban y Torres volvió a la guardia, pero la espera se hizo demasiado larga.
Sobre esta cuestión, Mirko comentó que para la comunidad es difícil llegar hasta el hospital, y que, si lo logran, el trato que reciben no es bueno “Hay malos tratos, uno hace todo el esfuerzo para ir y el médico te trata mal, la enfermera también. No te explican para qué es cada remedio, no te avisan qué tenés y te mandan a casa”, detalló.
Por su parte, las autoridades de la cartera de salud del Gobierno de Salta declararon que no hay registros de que Briana haya asistido a la guardia antes del jueves 9 de marzo. “La familia dice que había pasado por la guardia pero nosotros no tenemos nada, no hay registro”, comentó el ministro de Salud Pública de la Provincia, Federico Mangione.
A partir del caso de Briana, también se conoció la venta de turnos en el Hospital San Roque de Encarnación. Todos los días, “los coleros” asistían al centro de salud a sacar 10 de los 20 turnos diarios que se dan para cada especialidad y los vendían afuera a 1.500 pesos cada uno. “Ir hacer la fila un día antes no te garantiza que consigas un turno tampoco”, aseveró Mirko.
La emergencia comunitaria en Salta
La preocupación por la salud, sobre todo de las infancias, es un reclamo que las comunidades originarias sostienen desde hace tiempo. “Habíamos pedido que se reglamente la Ley de Salud Intercultural”, comentó el secretario de la Comisión Directiva Wichí de Misión La Loma. Al respecto, explicó que sería de mucha ayuda que haya un intérprete de lenguas originarias para un trato digno y un acceso inclusivo al sistema de salud.
Por otro lado, la familia de Briana retrocedió con la decisión de hacer una denuncia penal porque le advirtieron que levantar cargos implicaría una exhumación del cuerpo. “Eso no sería lo correcto para nuestra comunidad, así que la madre ha decidido retroceder con la denuncia”, explicó Mirko.
Cabe mencionar que el de Briana Torres no es un caso aislado. Los datos de la Dirección de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud Pública de Salta alarman: en los últimos tres años, murieron 217 niñes de comunidades originarias. En detalle, fueron 108 en 2020, 64 en 2021 y 45 en 2022.
En este marco, la comunidad Misión La Loma, compuesta por 250 familias, formó parte de la demanda al Estado provincial para que se reglamente la Ley de Salud Intercultural, sancionada en 2008. Este pedido, al igual que el caso de Briana, es acompañado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) de Salta, desde donde denuncian que la violencia está naturalizada.