El pasado lunes, la Universidad Nacional del Sur (UNS) llevó a cabo un evento en honor al Día de los Derechos Humanos. En la jornada se reconoció a nueve miembros de la comunidad universitaria que sufrieron persecución política durante el régimen de terrorismo de Estado.
El acto incluyó la entrega de fichas y legajos reparados a las familias de las víctimas y estuvo encabezado por el rector Daniel Vega y otras importantes figuras académicas y políticas.
La reparación de estos documentos fue realizada por un equipo de especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad. El trabajo fue coordinado por el vicepresidente de Asuntos Científicos del CONICET, Mario Pecheny.
Esta iniciativa permitió el reconocimiento de la historia laboral y académica de las víctimas, su condición de víctimas, las verdaderas razones por las cuales se interrumpió su trayectoria estudiantil y/o laboral, y su relación con la Universidad.
El homenaje se llevó a cabo en el Aula Magna del Rectorado de la UNS, y contó con la participación de autoridades universitarias, representantes de Derechos Humanos y familiares de las víctimas. Además, quedó inaugurado el Memorial a las Víctimas del terrorismo de estado de la UNS.
Legajos reparados de desaparecides y asesinades
La reparación documental de las víctimas del terrorismo de Estado en Argentina es un acto que busca restituir la verdad histórica hacia todos aquellos empleades a los que se les consignó “erróneamente la causal de cese de sus funciones” durante el periodo de dictadura.
En este contexto, la UNS ha tomado un compromiso por la memoria, verdad y justicia, y ha conformado una “Comisión Técnica para la reconstrucción histórica y reparación documental de legajos y/o registros de su comunidad universitaria víctimas del terrorismo de Estado”.
El homenaje se llevó a cabo en el marco del Día de los Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Sur, fecha consignada en memoria del asesinato del dirigente estudiantil David “Watu” Cilleruelo en 1975 en el edificio de Avenida Alem de la UNS.
En la ceremonia se honró a Daniel José Bombara, Néstor José Del Río, Roberto Juan Garbiero, Juan Carlos Prádanos, Gabriel Herberto Prado, Daniel Eduardo Riganti, Carlos Roberto Rivera, Arturo Miguel Rosés y Manuel Mario Tarchitzky, quienes sufrieron la interrupción de su vínculo con la universidad debido a la acción del terrorismo de Estado. Cabe destacar que eran estudiantes, docentes y no docentes de la UNS.
Durante el acto, el representante de la Comisión de la Memoria del Consejo y vicepresidente de Asuntos Científicos del CONICET, Mario Pecheny, destacó que este acto tiene un valor muy importante porque es un acto no solo de Memoria, Verdad y Justicia, sino también de reparación. En este sentido, señalo: “No solo se trata de recordar y ver qué pasó con las personas que fueron víctimas de terrorismo de Estado en el seno del CONICET o las universidades, sino la propia responsabilidad de nuestras instituciones en ese terrorismo de Estado”.
Los legajos restaurados contienen todos los registros pertinentes de estas víctimas en su relación con la universidad, y se entregaron a sus familiares, incluyendo esposas, hijes, sobrines y amigues.
La UNS y la reparación de la documentación histórica de las víctimas
La reparación de estos legajos fue posible gracias a la colaboración de la “Comisión Técnica para la reconstrucción histórica y reparación documental de legajos y/o registros de la comunidad universitaria de la UNS víctimas del terrorismo de Estado”.
La misma está conformada por investigadores, docentes y estudiantes del Núcleo de Historia Reciente, Memoria y Derechos Humanos del Departamento de Humanidades de la UNS (NuHr), la Cátedra Libre de DDHH del mismo Departamento; la Unidad de Documentación y Archivo de la Subsecretaría de Derechos Humanos; y el Archivo de la Memoria de la UNS.
Esta iniciativa comenzó en octubre de 2021, cuando la Comisión de la Memoria de CONICET invitó a la UNS a participar en un panel sobre la dictadura en las universidades. Tras esto, la universidad conformó la comisión técnica para llevar a cabo la reconstrucción histórica y reparación documental de los legajos y registros de las víctimas.
El objetivo de esta iniciativa es dejar constancia que la desvinculación de la universidad por parte de las víctimas fue consecuencia del accionar del terrorismo de Estado. Cada legajo reparado y entregado a los familiares de las víctimas representa un acto de reparación histórica y un homenaje a las personas que sufrieron la violencia de la dictadura.