Luego de la destitución del ex presidente Pedro Castillo en Perú, las tensiones diplomáticas entre ese país y México continúan en ascenso. Esta vez, el conflicto se desató luego de las críticas que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hizo contra la gestión de Dina Boluarte.
“He visto encuestas donde la ‘presidenta espuria’ tiene el 15 por ciento de aceptación. El 85% la desaprueba, pero todavía tiene menos aprobación el Congreso y los diputados.Tienen el 90 por ciento del rechazo y aún así ellos mandan con las bayonetas”, dijo López Obrador el pasado viernes.
En ese sentido, AMLO cuestionó el accionar de la Organización de Estados Americanos (OEA) frente a la crisis que atraviesa Perú y que ya provocó decenas de muertes. Además, aseguró que su gobierno seguirá insistiendo en la liberación de Castillo, a cuya familia le otorgó asilo.
Las declaraciones del mexicano no pasaron por alto y la mandataria peruana rápidamente salió a responderle. A través de una conferencia de prensa, ese mismo día anunció el retiro del embajador de Perú en México, Gerardo Talavera Espinar. Acompañada por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, y de la canciller, Ana Gervasi, Dina Boluarte acusó a su par de apoyar “el golpe de Estado que diera Castillo”.
“El señor López Obrador ha decidido apoyar el golpe de Estado que diera el ahora ex presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022. El mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en el Perú y la decisión del Congreso de la República de vacarlo en el cargo con el voto de 101 de sus 130 parlamentarios”, expresó Boluarte.
La respuesta de México frente a la decisión de Boluarte
Al respecto del anuncio, el gobierno de México a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, lamentó la decisión de la mandataria de Perú. Y en un comunicado publicado el sábado por la mañana, reiteró su disposición de mantener el vínculo diplomático entre ambos países.
En ese sentido, lamentó que el gobierno peruano decida “reducir el nivel de las relaciones diplomáticas entre ambos países al de Encargado de Negocios y retirar de manera definitiva al embajador Manuel Gerardo Talavera, quien fuera llamado a consultas el pasado 15 de diciembre de 2022”.
“El Gobierno de México mantendrá su nivel de representación diplomática y consular para promover los vínculos entre nuestros pueblos y brindar atención a la comunidad mexicana en Perú”, destaca el documento.
En tanto, resalta también la convicción “de mantener abiertos los canales de comunicación diplomáticos en beneficio de ambas sociedades”. Por último, desde la cancillería se expresaron a favor de que “pronto se alcance un acuerdo democrático a las desavenencias que prevalecen en este hermano país latinoamericano”.
Un conflicto nada nuevo
La disputa entre ambos gobiernos data desde que el ex presidente Pedro Castillo fue encarcelado. En ese entonces, tras la entrega de México, Perú debería asumir la presidencia de la Alianza del Pacífico. Sin embargo, frente a la desestabilidad política que padece ese país, López Obrador se negó a ceder la jefatura pro tempore del bloque regional. “Yo no quiero entregar la presidencia a un gobierno que considero espurio”, sostuvo.
Además, aseguró que desde dicha alianza están buscando la manera de entregar la presidencia. “Le correspondía al Perú, pero cuando se iba a llevar a cabo la reunión, no le permitieron al presidente salir”, dijo. “Luego bamos nosotros a visitar Perú y lo detuvieron en esto que yo considero un golpe de Estado técnico, aunque también ha utilizado a la policía”, comentó.
Por su parte, Dina Boluarte explicó que Perú tuvo que asumir en enero y denunció que la decisión del presidente mexicano «está perjudicando a los pueblos que comprenden la Alianza del Pacífico». “Queremos decirle al presidente López Obrador que un tema político es un tema político, pero un tema de desarrollo a través de las alianzas, es muy importante para nuestros pueblos”, aclaró.