Muñecas y muñecos sexuados, niñes y adolescentes; mapadres embarazades; bebés; y animales con sus pequeñas crías. Esos son algunos de los productos que se pueden encontrar en el emprendimiento “La Ovejita Negra Juguetes”.
Desde hace 15 años, este negocio familiar incorpora las nociones de la Educación Sexual Integral (ESI) en el juego de les más chiques. Se radican en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero realizan envíos a todo el país.
Para conocer más sobre este proyecto, Nota al Pie dialogó con Viviana González Montaner, una de sus creadoras. Ella compartió que “La Ovejita Negra” surgió del deseo de ofrecer a les niñes y sus familias una propuesta lúdica innovadora. “Nos motivó el deseo de crear juguetes que no encontrábamos para nuestros hijxs”, aseguró.
La vuelta de la muñeca de tela
Antes de los bebotes de plástico, de las Barbies y de muchos juegos modernos, las niñas tenían muñecas de tela. La Ovejita Negra retomó esta tradición pero con la incorporación de rasgos sexuados. De esta forma, les más chiques (sin distinción de género) pueden jugar y, al mismo tiempo, reconocer aspectos de su propio cuerpo.
“La muñeca sexuada embarazada fue el primero de nuestros diseños”, contó la emprendedora. “Surgió de la necesidad de acompañar a nuestrxs hijxs ante la llegada de un nuevx hermanitx”, explicó.
“A partir de allí fuimos desarrollando toda la línea de muñecxs sexuadxs que hoy incluye bebotxs, niñxs, adolescentxs, adultxs y adultxs mayores”, continuó. Una propuesta que se aleja de la mirada hegemónica que transmiten algunos juegos en la primera edad.
Los productos están confeccionados en tela. Una de ellas es “Celina mamá”, una muñeca de tela embarazada que trae en la panza a su bebé. Puede dar a luz por parto vaginal o cesárea. Además, su indumentaria permite amamantar a través de una abertura en su remera, o llevar al hije junto a su pecho en el fular.
Lo mismo sucede con los muñecos con forma de animales. Delfines, gatos, cocodrilos, elefantes vienen acompañados de sus pequeñas crías. “De esta forma, los procesos de embarazo, nacimiento y lactancia se incorporan con naturalidad y sin temor a través del juego”, aseguraron en la cuenta de Instagram del emprendimiento.
Otro de sus productos son les bebotes sexuades, que vienen con pañales para cambiar y su propio fular para ser cargades. “Acompañan el juego simbólico de lxs niñxs, ayudándoles a incorporar las nociones de amor, cuidado y respeto (por el propio cuerpo y el de lxs otrxs)”, explican en sus redes sociales.
Cabe destacar que los y las muñecas pueden elegirse con diferentes tonos de piel, para concientizar acerca de la diversidad.
Una propuesta disruptiva
Los juguetes de “La Ovejita Negra” generaron diferentes reacciones en tiempos donde en diferentes ámbitos aún no se acepta la ESI. “Celina mamá provocó rechazó algunas veces”, comentaron en su Instagram sobre la primera muñeca del emprendimiento. “Pero muchas más generó sorpresa, preguntas, sonrisas, alegrías y encuentros”, sostuvieron.
La reacción más importante es la de las infancias. “Lxs niñxs se interesan mucho en la propuesta, en general reciben el material con mucha naturalidad, a veces con sorpresa”, explicó González Montaner a Nota al Pie.
“Nuestros juguetes se encuentran certificados cumpliendo toda la normativa en seguridad vigente, por lo que pueden ser utilizados desde muy temprana edad”, agregó. El tipo de juego y las posibilidades del material varían según los distintos momentos de crecimiento.
En ocasiones, son utilizados en diferentes instituciones con el objetivo explícito de educar. ”Por supuesto, creemos que se trata de un material que puede ayudar a hablar de ciertos temas tanto en los hogares como en los espacios educativos”, reflexionó la creadora de “La Ovejita Negra”.
“Es a través del juego que lxs niñxs exploran, aprenden, se interrogan sobre el mundo que los rodea”, justificó. “Consideramos fundamental que la ESI forme parte de todos esos saberes que lxs niñxs incorporan desde la más temprana edad”, finalizó la entrevistada.